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Aspectos positivos y mejorables del anteproyecto de Ley de FP

Artículo de opinión

  • 29/09/2021

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Silvia Robador. Directora del Instituto Nebrija de Formación Profesional
El anteproyecto de Ley de Formación Profesional se enmarca dentro del Plan Estratégico de Modernización de la Formación Profesional que el Gobierno presentó en noviembre de 2019 para poder afrontar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 en materia de formación profesional. 
 
La situación formativa y la demanda laboral actual en España han dado pie a la necesidad de este cambio normativo, tal y como revelan algunos informes internacionales:
 
 
  • Más del 50% de la población española de entre 16 y 65 años carece de acreditación formal de sus competencias profesionales, según datos del Programa para la Evaluación Internacional de las Competencias de los Adultos (PIACC).
 
  • Los estudios prospectivos del Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (CEDEFOP) apuntan a una creciente demanda de cualificaciones de nivel intermedio (49%) y superior (37%), al menos hasta el año 2025, y una disminución en la demanda de trabajadores con bajo nivel educativo (14%).
 
 
Son muchas las mejoras que se plantean en el anteproyecto, y todas marcadas por un componente común que es la flexibilización, para que la Formación Profesional sea más ágil en la formación de los profesionales que demanda un mercado laboral en constante cambio. Las más destacables podrían ser:
 
 
  • La integración de la Formación Profesional para el Empleo y la Formación Profesional Específica en un único sistema. Esto mejoraría el desarrollo de los itinerarios formativos al permitir que un mismo centro oferte certificados de profesionalidad y el acceso desde los mismos a ciclos formativos.
 
  • Que toda la formación sea Formación Profesional Dual, general o avanzada, incrementará la implicación de las empresas en el proceso formativo y acercará al alumnado al mundo laboral y a que conozca qué están demandando las empresas de sus perfiles.
  
  • Desgranar la oferta formativa hasta las microformaciones hará más atractiva la formación para el perfil de alumnado que está trabajando y tiene que conciliar su formación con su vida laboral y personal. Además, podría flexibilizar el calendario escolar, ya que se puede iniciar el proceso formativo en cualquier momento.
 
  • La incorporación del proyecto intermodular permitirá que los estudiantes puedan ver la relación de los diferentes módulos entre sí, y que por tanto adquieran una visión más integrada de la formación que realizan. En el Instituto Nebrija de Formación Profesional trabajamos con proyectos intermodulares e integrados, incluso con proyectos interciclos.
 

Los proyectos intermodulares favorecen que el alumnado conozca la relación que tienen los diferentes módulos que componen el ciclo formativo y su aplicación en un mismo proyecto. Y los proyectos interciclos favorecen la relación entre alumnado de diferentes ciclos formativos, al igual que si estuvieran trabajando en una empresa con personas de diferentes departamentos y con un proyecto común en el que todos tienen que realizar sus aportaciones teniendo en cuenta las de los demás.
 
 
  • La creación de dobles titulaciones para adquirir simultáneamente el título en dos países y el bilingüismo facilitarán la movilidad internacional de los alumnos, tan demandada y necesaria en la economía global. La experiencia internacional de la entidad Nebrija nos ayudará en el establecimiento de acuerdos con instituciones de diferentes países para poder ofrecer en un futuro próximo dobles titulaciones.
  
  • Nuevos modelos de relación entre Formación Profesional y Universidad fomentarán la formación a lo largo de toda la vida, y ayudarán a dejar atrás la antigua visión de una denostada FP. La relación entre Universidad Nebrija e Instituto Nebrija de Formación Profesional nos permitirá orientar a los estudiantes sobre los posibles itinerarios formativos que podrán escoger, fomentando el acceso a Grados Universitarios una vez finalizado un Grado Superior de Formación Profesional.
 
  • El desarrollo de acciones formativas en las empresas contribuirá a la formación permanente de los profesionales y a incrementar el nivel educativo de la población y sus posibilidades de crecimiento profesional.
 
 
Entre los aspectos que podrían ser susceptibles de mejora, destaco:
 
 
  • Desligar la formación a distancia de la presencial: el anteproyecto de ley plantea un nuevo requisito y es que para que un centro pueda impartir ciclos formativos en modalidad a distancia tiene que haber impartido previamente dichos ciclos en modalidad presencial. Son muchos los ciclos formativos de la oferta de FP que permiten realizar una formación cien por cien online que deberían impartir centros especializados y con experiencia en dicha modalidad. Sin embargo, el sistema intenta trasladar el modelo de formación presencial al modelo de formación online y esto da pie a que se premie más que un centro tenga unas instalaciones determinadas cuando va a dar una formación online, a que no se dé opción a un calendario escolar abierto y a que no se permita una evaluación online con reconocimiento biométrico, entre otras cuestiones.
 
  • La independencia de los centros privados: se pretende volver a un sistema anterior en el que los centros privados tienen que depender de un centro público.
 
  • Los requisitos para la autorización del profesorado. Lo comento a continuación.
 

El profesorado de los centros de Formación Profesional 

Uno de los principales desafíos que tenemos los centros es encontrar profesionales que cumplan los requisitos que se exigen para poder ser profesor de Formación Profesional. La mayoría de los módulos de los ciclos formativos de Informática y Comunicaciones deben impartirlos ingenieros superiores de la rama informática que además tengan el CAP o el Máster de Formación del Profesorado.
 
Se trata de perfiles muy demandados por las empresas y con altos salarios y que no suelen poseer el CAP o el Máster de Formación del Profesorado. Esto, unido a la creciente demanda de ciclos tecnológicos y a que hay lista de espera para poder matricularse en el Máster de Formación del Profesorado, dificulta el poder dar respuesta a estas necesidades. El resultado es que hay centros autorizados que no imparten dichas enseñanzas no por falta de demanda de alumnado, sino por falta de profesorado.
 
La Formación Profesional, especialmente en centros privados (hay profesores que han obtenido la autorización para impartir en un centro público y no la obtienen para uno privado), tiene los requisitos más estrictos para el perfil docente de todo el sistema educativo. No tiene sentido que un profesional pueda impartir formación universitaria o pueda impartir un certificado de profesionalidad convalidable con FP y no pueda impartir un ciclo formativo.
 
 Aunque el anteproyecto de ley contempla, con carácter excepcional, autorizar a profesionales del sector productivo asociado para impartir formación y así cubrir las necesidades docentes, tendremos que esperar para ver qué condiciones se establecen en el desarrollo normativo para que se produzca dicha autorización.
 
 
Las opciones para poder superar este desafío podrían ser:
 
  • Que el profesorado acreditado para impartir certificados de profesionalidad automáticamente esté acreditado para poder impartir ciclos formativos, basándonos en el sistema único de formación profesional.
 
  • Que la experiencia en la impartición de formación y/o la experiencia profesional puedan suplir la falta del CAP o del Máster de Formación del Profesorado.
 
En el Instituto Nebrija de Formación Profesional el profesorado, además de cumplir los requisitos establecidos por la normativa, cuenta con experiencia profesional para poder acercar al alumnado a la empresa, pero lo más destacable es su implicación y proactividad para hacer que los alumnos vivan una experiencia de formación práctica muy activa con proyectos, concursos, jornadas, etc.
 

La orientación en Formación Profesional es obligatoria

La orientación deberá jugar un papel fundamental en esta nueva etapa de la Formación Profesional, dado su carácter obligatorio y que debe estar presente a lo largo de toda la vida. No en vano el anteproyecto de ley identifica la orientación laboral y la acreditación de competencias como piedras angulares del nuevo sistema. Deberá dar respuesta a todos los participantes del sistema: personas, empresas y organismos e instituciones de forma personalizada.
 
Además, debe abarcar aspectos como la información y el asesoramiento sobre las múltiples opciones de itinerarios formativos que se abren con el nuevo modelo, la acreditación de competencias profesionales, los perfiles de las ocupaciones, tendencias y demandas del mercado laboral, empleabilidad, emprendimiento y demás cuestiones que faciliten el desarrollo personal y profesional de las personas.
 
El alumnado podrá mejorar su desarrollo académico y profesional al tener un mejor conocimiento de sus opciones y al poder elegir diferentes itinerarios formativos a lo largo de toda su vida. Los alumnos podrán llegar al nivel educativo y profesional que deseen desde diferentes puntos de partida, con lo que se fomenta así la igualdad de oportunidades.
 
El Instituto Nebrija de Formación Profesional proporciona a sus alumnos el servicio de orientación que está integrado dentro del Gabinete de Orientación Psicopedagógica de la Universidad Nebrija.
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