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Formación Profesional pos-COVID-19

Artículo de opinión

  • 29/10/2020

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Benito Echeverría y Pilar Martínez, Catedrático emérito de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación e investigador de la Universidad de Barcelona, y profesora titular de la Universidad de Murcia, respectivamente
Nada va a ser igual, cuando salgamos de esta crisis. Atrás quedarán muchos usos y costumbres y otros vendrán a sustituirlos. La pandemia no sólo va a afectar a la salud y a la economía, sino también a nuestros modos de vida, trabajo, formación, etc. Para algunos analistas es una llamada de atención a la investigación y un recordatorio de la necesidad de invertir más que nunca en potencialidades científicas, tecnológicas y productivas, para responder y fortalecer la resiliencia ante la crisis.
 
Los planes de recuperación pueden traducir los desafíos sanitarios en oportunidades de desarrollo industrial. Fomentar la recuperación del COVID-19 a través de la ciencia, la tecnología y la innovación, en particular investigación y desarrollo (I+D), está ayudando a abordar los desafíos inmediatos de la crisis de salud y probablemente contribuirá a la recuperación de la economía de los próximos años.
 
La Organización Internacional del Trabajo está investigando el impacto de la crisis en la producción por sectores de actividad económica, utilizando datos económicos y financieros en tiempo real. Dado que la producción es el principal determinante de las tendencias del empleo, es posible realizar una primera evaluación de cómo la pandemia puede afectar las necesidades de competencias futuras y de qué forma incide en las ocupaciones. Es factible analizar las ocupaciones dominantes en los sectores más afectados, para medir el impacto del coronavirus en el empleo, así como el de la automatización y la tecnología. 
 
Como ha hecho el Centro Europeo para el Desarrollo de la Formación Profesional (Cedefop), se pueden utilizar los datos de identificación de necesidades y pronóstico de competencias, junto con el riesgo estimado de automatización, para obtener una primera visión del impacto del coronavirus en diferentes sectores y en el futuro de las ocupaciones (ver tabla).  Siempre teniendo en cuenta, por una parte que una de las consecuencias más evidentes del COVID-19 es la aceleración de la digitalización en todos los sectores y por la otra que las ocupaciones identificadas como de 'alto riesgo' debido a la exposición al coronavirus y al distanciamiento social se correlacionan débilmente con aquellas que enfrentan un mayor riesgo de automatizaciónMuchas de las ocupaciones y sectores más afectados por el COVID-19 pertenecen al sector de servicios (hostelería, ocio, comercio minorista) y dependen en gran medida de competencias interpersonales, difícilmente automatizables.
 
Ante estos resultados, la FP está llamada a jugar un papel esencial en la superación de las secuelas socio económicas de la pandemia, "en su calidad de sistema educativo que se encuentra en la interfaz entre la oferta y la demanda de competencias en el mercado laboral", como manifestaba recientemente el director del Cedefop, Jürgen Siebel, a la revista BWP . Pero ¿es así como se asume en España?

 
Tabla: Impacto del coronavirus en diferentes sectores y en el futuro de las ocupaciones Cedefop (2020)
 
"Un año más, la FP es la enseñanza no universitaria que más crece en el curso actual (un 6,9%), confirmando la tendencia al alza del alumnado en la última década".

Es un tanto exagerado afirmar que estamos a las puertas de  "una revolución" de la FP, aunque es obvia la superación de bastantes déficits ancestrales de la Formación Profesional Básica, Inicial y para el empleo. Sirva como ejemplo la creciente demanda de FP, sobre todo en la gestionada por las administraciones educativas. Un año más, la FP es la enseñanza no universitaria que más crece en el curso actual (un 6,9%), confirmando la tendencia al alza del alumnado en la última década, que suma un incremento del 60,4%. La matrícula del curso 2020-2021 de nuevo marca el récord de 934.204 alumnos en FP, con un aumento significativo del alumnado matriculado a distancia, que ha pasado de 12.433 a 109.358 (33.179 en CFGM y 76.179 en GFGS).

Logros cuantitativos como éstos son loables, pero no suficientes para lograr la España verde, digital, sin brechas de género, cohesionada e inclusiva que pretende el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, en concordancia con los objetivos de la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible y recomendaciones de organismos como el Cedefop. Son sus cuatro ejes transversales focalizados en "el empleo y la educación de calidad, la transformación de los modelos de producción y consumo, la lucha contra el cambio climático a partir de la transición ecológica y la descarbonización, la revolución digital y la innovación, así como la salud y el bienestar social, para alcanzar un crecimiento inclusivo, justo y sostenible a largo plazo".
 
De las 10 "palancas" del Plan cabe resaltar las dos con mayor asignación de fondos para el próximo trienio. La sexta "Pacto por la ciencia y la innovación" (asignación 16,5%) y la séptima "Educación y conocimiento, formación continua y desarrollo de capacidades" (asignación 17,6%) - mejor dicho gestión de competencias-, que contempla el Plan nacional de competencias digitales del conjunto de la población,  la modernización y digitalización del sistema educativo y el plan estratégico de impulso de la FP.

La inversión inicial del Plan para la Modernización de la Formación Profesional es de 1.500 millones de euros en cuatro años, ampliable a expensas del Fondo de Recuperación Europeo. Se rige por acertados principios de apoyo a las personas expulsadas del mercado laboral por el COVID-19, colaboración público-privada, generalización de reconocimiento y acreditación de la competencia profesional de la población activa y redimensionamiento de la oferta de FP. Pretende además crear un ecosistema colaborativo y especializado en FP sobre la base de un sistema único de Formación Profesional, incluyente de la FP Básica, Inicial y para el Empleo.          
            
Son principios esenciales para contrarrestar los efectos de la pandemia, pero la grandilocuente manifestación gubernamental de que "este plan es el primero diseñado sobre un sistema único de Formación Profesional" nos evoca la sempiterna quimera de la FP española.
 
"Ante la volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad, inherentes a sociedad actual y agudizadas por la pandemia, es más necesario que nunca un Sistema Integrado de Información y Orientación capaz de remover la cultura española con respecto a la FP".
  
 
Por lo pronto, al acto de presentación en la Moncloa no acudió la Ministra de Trabajo y Economía Social y sí la de Educación y Formación Profesional. Quizás sea un hecho accidental, pero es más difícil de mantener que todos sus 11 ámbitos estratégicos apuntan hacia la ansiada meta. En esencia, se reducen a las tres líneas de actuación del primero de estos ámbitos -Reconocimiento y acreditación de las competencias básicas y profesionales adquiridas a través de la experiencia laboral-, a las ocho del segundo - Flexibilización y accesibilidad de la formación para un sistema único de la Formación Profesional- y a otras tantas del tercero - Digitalización y Formación Profesional-.
 
Desde nuestra perspectiva, el resto de ámbitos se muestran claramente sesgados hacia la FP "escolar" y los menos ambiciosos son los dos últimos - orientación e investigación -, precisamente aquellos que desde nuestra perspectiva son esenciales para engrasar la maquinaria que se pretende poner en funcionamiento.
 
La orientación profesional a lo largo de la vida no puede ceñirse a la mera información, subyacente a la línea 10.1. "Ampliación de herramientas de orientación profesional en la plataforma TodoFP" y exclusivamente a la línea 10.2. "Módulo de formación sobre orientación profesional para los orientadores del sistema educativo". ¿Y los del subsistema de empleo?

A su vez, la investigación no puede reducirse a las líneas de "Creación de una Certificación de calidad destinada a centros y empresas" (línea 11.1), "Creación de una herramienta digital de evaluación de todas las ofertas de Formación Profesional por parte de los beneficiarios, en el caso de desempleados y ocupados" (línea 11.2) e incluso al "Diseño de un modelo integral de evaluación y calidad del sistema único de Formación Profesional" (línea 11.3), reduciendo su campo de intervención a la investigación evaluativa. Bienvenido sea este diseño, pero no todo puede reducirse a la investigación evaluativa, por muy urgente e ineludible que ésta sea.  
 
Ante la volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad, inherentes a sociedad actual y agudizadas por la pandemia, es más necesario que nunca un Sistema Integrado de Información y Orientación capaz de remover la cultura española con respecto a la FP. Por una parte, esclareciendo las posibilidades de desarrollo económico, social y personal que ésta ofrece y a la vez potenciando sopesadas toma de decisiones, acordes al potencial y proyecto vital de cada persona, y contrastadas con las ofertadas por el entorno socio laboral.
 
Y como lo que no se conoce, lo que no se investiga, no existe, es igualmente necesario propiciar lo que proponemos en el próximo número de la Revista de Investigación Educativa: un Ecosistema de Investigación sobre Formación Profesional, capaz de superar su postergación en España, de demostrar mediante evidencias comprobables la eficacia y contribución de la FP al desarrollo personal y al equilibrio socioeconómico, así como afrontar al menos los 12 retos y estrategias de acción, identificados recientemente por investigadores nacionales y extranjeros junto, a agentes claves implicados en el desarrollo de la FP. Retos que se darán a conocer el próximo 3 de noviembre en la presentación online de un estudio al respecto. Se trata de una presentación que será organizada por el Centro de Conocimiento e Innovación sobre la FP de la Fundación Dualiza Bankia, que junto a la Fundación Bertelsman han promovido estas últimas investigaciones.
 
 
"No hay enseñanza sin investigación,
ni investigación sin enseñanza"
 
Paulo Freire
 
 

Fuentes documentales

 
  1. Santiago, F., De Fuentes, C y Peerally, J.A.  (2020). COVID-19: A wake up call for research and industrial capacity-building. Industrial Analytics Platform.
  2. Santiago, F., Dachs, B. y Peters. B. (2020). Foster recovery from COVID-19 through science, technology and innovation. Industrial Analytics Platform.
  3. Seric, A. et al. (2020). Managing COVID-19: How the pandemic disrupts global value chains. ONUDI.
  4. ILO (2020). ILO Monitor: COVID-19 and the world of work. Second edition Updated estimates and analysis. Geneva: International Labour Organization.
  5. Cedefop (2020). Identifying skills needs. European Centre for the Development of Vocational Training.
  6. Cedefop (2020). Skills forecast. European Centre for the Development of Vocational Training.
  7. Echeverría, B. y Martínez, P. (2019). Formación Profesional, investigación y orientación. Educaweb.
  8. Educaweb (2003). Entrevista a Benito Echeverría Samanes, Catedrático e investigador del Departamento de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación (MIDE) de la Universitat de Barcelona. Educaweb (07.04.2003).
  9. Echeverría, B. y Martínez, P. (2015). Sistema Integrado de Orientación. Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado, vol. 18, núm. 2, 1-3.
  10. Echeverría, B. y Martínez, P. (2021). Hacia un ecosistema de investigación sobre Formación Profesional en España. Revista de Investigación Educativa. 39 (1), Aceptado, en prensa.
  11. Echeverría, B. y Martínez, P. (2019). Diagnóstico de la investigación sobre la Formación Profesional Inicial en España. Madrid: Fundación Bankia por la Formación Dual.
  12. Echeverría, B. y Martínez, P. (2020). Retos y estrategias de acción en torno a la investigación sobre Formación Profesional en España. Madrid: Fundación Bankia por la Formación Dual.
 
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