900 293 573
Encuentra tu curso ideal
9%
¿Qué quieres estudiar?

"Conocer tus cualidades puede ayudarte a cambiar"

Entrevista

Eva Alloza es científica de formación y ahora es comunicadora. Hoy la entrevistamos para saber cómo y por qué decidió cambiar del laboratorio al mundo de las palabras


  • Deja tu comentario
  • Valora


Entrevista a Eva Alloza, bioinformática y Máster en comunicación científica, médica y ambiental. Responsable de la comunicación científica de Bioinformatics Barcelona (BIB)
¿Qué carrera escogiste y por qué?
 
Escogí ingeniería técnica agrónoma porque siempre me ha gustado el campo, las plantas y los animales y, además, se encuadraba dentro de la ciencia, mi gran pasión. Mi elección se basó en la intuición. Decidí continuar con un segundo ciclo y cursé ingeniería superior en Lleida. La primera es eminentemente práctica mientras que la segunda es totalmente teórica: diferentes formaciones.
 
En la oficina de relaciones internacionales de la universidad me informaron de unos másters con acuerdo con una universidad inglesa y me decanté por la bioinformática. Fui a Inglaterra, con la matrícula pagada para una experiencia internacional, y allí terminé el máster. Tenía, entonces, dos ventanas abiertas: agrónomos y bioinformática; proseguí con un doctorado en esta última especialidad.
 
La figura del Relaciones Internacionales fue clave en el proceso de elección. Me aconsejó que siempre estaría a tiempo de volver al sector agrónomo, y que si tenía la opción de continuar en la bioinformática era una opción interesante, ya que en el estudio de humanos es donde se destinan más recursos.
 
¿En qué momento decidiste cambiar a la comunicación?
 
No hay un momento concreto. Nunca me planteé que existiera la comunicación científica, ni que la difusión de ciencia fuera una profesión. Siempre me ha interesado mucho la ciencia, conocer lo que se hace en ciencia en general. Después de buscar varias combinaciones de palabras en Google acerté con "Máster Comunicación Ciencia". Et voilà! Decidí cursarlo porque con mi formación científica necesitaba una acreditación en comunicación.
 
¿Tú crees que la figura de un orientador  académico y profesional te hubiera sido útil?
 
De hecho, el Relaciones Institucionales de Lleida para mí ejerció como figura similar. Me dio buenos consejos. Me imagino que esta figura siempre existe, aunque muchas veces no sepamos de su existencia, o bien por falta de conocimiento o porque en ocasiones pensamos que no nos puede ayudar (nuestra propia barrera). Cuando estuve en Inglaterra me di cuenta que este tipo de figura la cuidaban mucho y estaba perfectamente integrada: sólo llegar ya te presentaban una persona de contacto y te dejaban muy claro que podías dirigirte a él para cualquier situación. Seguramente aquí también existe una persona a la que acudir cuando tienes situaciones complicadas al estudiar y orientarte.
 
¿Cómo definirías el perfil de una persona científica y el de un comunicador?
 
El científico es riguroso, capaz de ver lo que no se ve, creativo a su manera. Muy curioso y no sólo en su campo, debe tener amplitud de miras porque ciencia es colaboración interdisciplinar. Así que el científico debe saber comunicarse con el resto de campos para resolver sus problemas. Su lenguaje es muy especializado. Además, necesita tener todo bajo control, por el propio método científico, lo que hace que su toma de decisiones sea más lenta.
 
Mientras que el comunicador es ágil, creativo, debe tener don de palabra, es ejecutivo (toma decisiones de una forma rápida) y tiene un conocimiento amplio pero más superficial por la variedad de temas que trata.
 
Los perfiles comparten: objetividad, pasión y actuar en beneficio del interés general. Yo he dejado de hacer ciencia, aunque no me he alejado de ella: la difundo.
 
¿Crees que es más necesario que nunca un comunicador científico?
 
Los científicos tienen la obligación de dar un retorno de todo lo invertido a través del sistema público. Un científico crea conocimiento y es clave que éste se transfiera a la sociedad. Así que una figura intermedia que haga públicos los avances es de máxima relevancia.
 
¿Si tú hubieras sabido que existía este orientador, hubieras ido?
 
Seguramente sí, aunque después uno tiene la última palabra. Yo creo que si en este largo proceso de reconversión profesional, de 15 años, alguien me hubiera informado de que existía la figura de comunicador científico y que yo encajaba en este perfil, me hubiera ahorrado algún que otro año. Te pueden asesorar que vayas a la izquierda y tú elegir la derecha. Pero ya te han asesorado y puedes recordarlo en cualquier momento. Así que un orientador académico te puede ayudar a conocerte a ti mismo y a enfocarte conforme tus cualidades, siempre y cuando transmita confianza y esté en contacto con el mundo laboral. El autoaprendizaje siempre es más lento, y aunque como todo en la vida es más importante el camino que llegar a la meta, a nadie le importa que le allanen el paseo.
 
* En Educaweb somos especialistas en orientación profesional. ¿Te echamos una mano?
 
 
 
*
Una entrevista de Aina Gatnau, Consultora de comunicación y colaboradora de Educaweb
Deja tu comentario
Ver comentarios