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"Nos gusta pensar que estamos ayudando a proyectar un programa senior, que quiere entender esta etapa de la vida como una etapa viva, recreativa y con clara apuesta por la excelencia"

Entrevista

  • 02/12/2013

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Entrevista a Joan Riart y Francesc Boixader, psicólogos, ganadores del 2º Premio en la categoría individual. Premios Educaweb 2013


¿Podríais explicarnos brevemente en qué consiste el proyecto: Programa de Orientación Ocupacional para la Gente mayor (POOGG)?

El Programa es concebido como un servicio de asesoramiento psicopedagógico orientador aplicado a la gente mayor, concretamente se aplica al subcolectivo que hace estancia en una residencia, en nuestro caso, unos centros privados y establece:

1. unos servicios comunes, comunitarios y grupales, y
2. unos servicios privados, personalizados,

Todos ellos mediante la intervención del profesional orientador calificado, no de un orientador "voluntarista" como a menudo se da en los procesos de toma de decisiones de la etapa adolescente.

Tenemos la atención centrada en tres puntos:

- la autoevaluación continua del Programa,
- la apertura y atención personalizada,
- una contextualización y adaptabilidad manifiestas.

Este Programa (POOGG) en sus variadas actividades tiene al detrás una estructura teórica de apoyo que lo justifica y valora y que podemos sintetizar en tres puntos:

1. Una concepción de la orientación ocupacional dentro de la visión global OVPO (Orientación Vocacional, Profesional y Ocupacional) a lo largo de toda la vida.
2. Las grandes etapas de este proceso de toma de decisiones para la Gente mayor parecida al de las otras etapas de la vida.
3. Importancia de los disparos y competencias polivalentes adquiridas en la vida laboral

Sintetizando, el POOGG se propone ofrecer herramientas de control sobre la gestión del envejecimiento para preservar la calidad en el proceso de añadir años que, generación a generación, más se alarga. Queremos ayudar a orientar a aquellas personas grandes que saben o intuyen que el envejecimiento es un terreno hipertextualizado: verbo, que se puede conjugar, no sustantivo, y que hacer de este camino algo atractivo y alentador y gratificante depende de cada uno de ellos y no de una mirada macrosocial, a menudo estereotipada. Tal y cómo reza el lema del Programa, se trata de orientar en "saber añadir vida a los años", y no años a la vida. Aquí, el orden de los factores resulta del todo determinante y sí altera el producto.

Nos gusta decir que no planteamos un Programa asistencial para la Vejez, sustantiva, o ni tanto sólo un Programa por el proceso de envejecimiento, más verbal, sino que nos gusta pensar que estamos ayudando a proyectar un programa senior, que quiere ver esta etapa de la vida como una etapa viva, recreativa y con clara apuesta por la excelencia.

¿Consideráis que hay un vacío en cuanto a la orientación destinada a la tercera edad? ¿Qué acciones se pueden llevarse a cabo para mejorar esta situación?

Sí, hay un vacío, no se acostumbra a hacer orientación a la Tercera Edad. Cuando menos, la que hay, casi siempre resulta fragmentada, desconectada de una mirada biopsicosocial, poco holística, y muy intencionada, seguro, pero poco profesionalizada.

Posiblemente todo este escenario empobrecido para atender a una masa social cada vez más numerosa, se debe a una cuestión económica. ¿Por qué gastar dinero en gente improductiva? En una sociedad que solamente valora el dinero, desprecia la experiencia y valora la competencia, el medrar y la depredación, la Gente mayor, ¿qué pinta?

En nuestra sociedad, cuando una persona se jubila, desaparece del mapa, no se la contempla para nada, se la ignora, con la idea de dejarla que haga a su ritmo... Y no moleste demasiado.

Solo interesa en tanto y en cuando, como persona, genere alguna actividad laboral para los otros profesionales: médicos, asistentes sociales o agencias de viajes. De hecho, no hay demasiada diferencia con la preocupación e interés que despiertan las otras personas ocupantes de otras franjas de edad: solamente interesan en la medida que pueden ser útiles, básicamente a nivel de mercado consumista: comprador-vendedor.

El interés por la orientación de la persona mayor que, como a menudo nos encontramos, no tiene ni un entorno familiar inmediato sensible con este tema, nos hace reflexionar y pensar en cuáles pueden llegar a ser las dificultades con que se puede encontrar alguien que quiere tener acceso en esta optimización de su proceso de sumar años con calidad y garantías de plenitud de sus potencialidades y deseos. Por eso, por un lado, creemos que algunas de las acciones imprescindibles son saber construir las interconexiones necesarias para establecer una red entre todos los recursos que cada persona puede llegar a tener al alcance, se encuentre donde se encuentre, en una gran capital o en un pueblecito más pequeñito sin tantos recursos. Una red de fácil e inteligible de acceso, sin burocracias enrevesadas. Y por otro lado, está claro, pensamos que sería imprescindible destinar recursos a poner en funcionamiento Programas de Orientación como el que nosotros proponemos a todos los sitios donde un colectivo de gente mayor se encuentra o accede periódicamente.

¿Las etapas de la toma de decisiones en la gente mayor, tienen algún rasgo diferencial con la toma de decisiones de la edad pre-profesional?

De hecho toda toma de decisiones tiene que seguir unos pasos claves muy parecidos, la diferencia se sitúa en las circunstancias propias de la edad.

La gente mayor no tiene que buscar un espacio vocacional, pero sí un espacio ocupacional variado.

La gente mayor no tiene que optar a la elección de una profesión pero sí que debe optar a elegir una ocupación de su tiempo.

La gente mayor no tiene que reflexionar sobre cómo tiene que ser y actuar, pero sí ha de mejorar como ser y actuar en una nueva etapa vital.

Por otro lado, en general, y es del todo comprensible, la perspectiva temporal siempre resulta tener un peso específico en la toma de decisiones, sean las que sean. Cualquier cosa proyectada a largo plazo o de resolución temporal indefinida, tiene las de perder y este hecho lo hemos tenido muy presente a la hora de proponer las actividades, las iniciativas y los proyectos que conforman el POOGG.

También es necesario apuntar que, si bien los cambios cognitivos que se producen con la edad, no siguen un patrón uniforme y predeterminado como pronostican las lecturas estereotipadas de la vejez, y que gracias a capacidades como por ejemplo la plasticidad neuronal o bien la reserva cognitiva, los cambios que aparecen no se pueden considerar irreversibles, es cierto que hay unos cambios en el procesamiento, en la memoria de trabajo o en el control atencional, a los cuales se tiene que ser sensible a la hora de orientar en la toma de decisiones en este colectivo que nos ocupa.

Los expertos apuntan a la necesidad de la orientación a lo largo de toda la vida para minimizar los errores y contribuir al éxito personal y profesional, reconducir unos estudios o profesión, etc.

Efectivamente nuestro programa aplicado en una Residencia, Las Arcadias_Fleming, se inserta directamente en esta percepción.

La etapa vital de la gente mayor necesita un proyecto, sea gente jubilada, con enfermedades crónicas, bajas laborales indefinidas, paro prolongado u otras situaciones.

Un proyecto que implica añadir vida cualitativa a los años, requiere un experto que oriente y acompañe, no puede hacerlo bien cualquier profesional cercano, como demuestra bastamente la orientación voluntarista de los tutores en la etapa de Educación Secundaria.

Hay que minimizar, aquí también, los errores. Y se ha de hacer con actividades que busquen la complicidad de los grupos y también con actuaciones que supongan la atención, mejora y cuidado individual cercano a una intervención terapéutica o no.

En nuestro caso específico, el objetivo principal de este servicio de atención psicológico integral en Las Arcadias es ayudar a crear en todos y cada uno de los y las residentes auténticos gestores de recursos que desarrollen sus respectivas tareas de desarrollo y aprendizaje encima un tejido psicopedagógico concebido desde el modelo de madurez, de una gerontología positiva, donde la capacidad de adaptación convierte las pérdidas en retos. Desde esta concepción constructiva de atención a la vejez, proponemos ensanchar el abanico de recursos con qué cada uno de ellos y ellas puede contar gracias a la promoción de la autonomía personal que se logra, un hecho crucial para seguir protagonizando su propia vida.

Potenciar residentes realistas y objetivos, sí, pero también residentes en los cuales las posibilidades de cambio futuras, no dejando que tenga efectos secundarios en el presente, y residentes que sientan y crean razonablemente que hoy todavía todo es posible. Residentes que decidan prescindir de los estereotipos y hagan una lectura razonada, pero aun así subjetiva, de sus potencialidades y de sus deseos.

¿Cómo podemos hacer asequible la orientación a las diferentes etapas de la vida?

Como profesionales, los orientadores tenemos que intentar aplicar la psicología y pedagogía, en nuestro caso, a la comunidad de gente mayor, residentes en un centro o no, mediante dos premisas básicas:

a) muchos de los problemas de las personas mayores, igual que pasa con otros grupos de edad, son modificables y
b) atendida la importancia de las condiciones ambientales en la adquisición, mantenimiento y eliminación de varios problemas, el envejecimiento psicológico se ha de tener en cuenta como un fenómeno contextual.

Y en nuestro caso particular, hemos llegado a la conclusión que para hacer asequible la orientación en la gente mayor, nos hace falta un determinado lenguaje: y el lenguaje más efectivo es el afectivo, el de la ternura, no infantilizando, sino humanizando. Un lenguaje que los permita expresar vivencias, sus riquezas, que cuando las han aprendido a reconstruir reflexivas y adaptativas, se vuelven realmente prósperas, y en lugar de anclarlos exclusivamente a otras épocas, les permite resolver la cotidianidad con suficiente sabiduría como para seguir cristalizando más vida en un mosaico nítido, exacto y sin uso del eufemismo existencial, haciéndolos, entonces, protagonistas calmados de su vida. Protagonistas, pues, del aprendizaje significativo de su proceso de envejecimiento, un envejecimiento en el cual ya es la hora de entrever una última actualización de la plenitud. Y este Programa se propone poder aportar un grano de arena a esta plenitud que, insistimos, más allá de colaborar en la tarea de añadir años a la vida se propone añadir vida a los años.

¿Qué acciones tenéis previstas después de ganar el 2º Premio Educaweb de Orientación Académica y Profesional en la categoría individual 2013?

Tenemos que ampliar el acceso a gente mayor que se encuentre en otros ámbitos contextuales.

Nosotros trabajamos sobre residentes de día. Pero hay muchas personas que viven en casas o pisos: solas, con pareja, con familiares, en residencias alejadas de entornos urbanos. Que hacen vida en Centros de Día o bien en centros por la noche. Que viven en domicilios diferentes durante el año: residencias de verano y de invierno, en lugares turísticos o no. Que viajan con mucha frecuencia, están poco en casa. Posiblemente tienen más gamma de variedades de vida que las personas que están trabajando o en paro.

Una vez adaptado a las circunstancias concretas de cada caso, a todos ellos les puede ayudar nuestro programa "Añadir vida a los años", para aumentar así la calidad de vida.

Por otro lado, debemos añadir que nuestro Programa, como la mayoría de usuarios son sensibles y adaptables a la realidad cambiante, precisa de una revisión continua. Esta es una acción que periódicamente llevamos a cabo.

Además de la evaluación de los resultados evidentes del propio Programa o de la gente mayor que ha participado, más allá, pues, de considerar las mejoras específicas, objetivas y subjetivas, por ejemplo, de un taller de memoria o de recordar los rasgos principales de una determinada conferencia, o de saber reproducir sin ayuda uno u otro ejercicio informático, necesitaríamos saber evaluar y poder dar a conocer el grado de calidad de vida que su incursión a las respectivas actividades les comporta, dado que, todos así lo certifican: la ocupación satisfactoria del tiempo les permite percibirse con más autoestima, más realizados, más sociales, más, en definitiva, protagonistas de su vida, una vida que, a pesar de todo y gracias a este mismo todo, sigue valiendo la pena vivirla.

Por eso, aprovechamos la ocasión de esta entrevista como una "nueva acción" después de ganar el premio, para dar a conocer este grado de satisfacción y de protagonismo en sus vidas que obtienen nuestros alumnos octogenarios, nonagenarios o centenarios, y lo hacemos por ellos y por los de las generaciones inmediatas... y por nosotros, porque mañana, si los dioses quieren, seremos nosotros los que ocuparemos su lugar y querremos sentir plenitud y, por encima de todo, protagonismo.
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