A menudo, y más en tiempos de crisis, una tendencia emergente entre las personas adultas hace que éstas se concentren en conservar el puesto de trabajo, afanándose por no perderlo a pesar de no sentirse del todo realizados, o tener la percepción de que la calidad del mismo se encuentra por debajo de sus aptitudes y capacidades. En este contexto, aspectos tan valorados en el ámbito profesional como la motivación, la autoestima laboral y la autoeficacia quedan relegados a un segundo plano cuando se trata de conservar la seguridad de un empleo.Si la fuerza de la motivación constituye un elemento de vital importancia en todos los ámbitos de la actividad de las personas, es justamente en el espacio laboral en el que esta facultad adquiere una importancia más acentuada dado que es, probablemente, el que ocupa un recorrido más extenso a lo largo de nuestras vidas.
En la senda de conseguir el grado de motivación necesario que "impulse" a muchos profesionales adultos a acudir a las aulas con el objetivo de ampliar sus conocimientos; -estamos hablando también de personas que llevan a sus espaldas un largo recorrido laboral escasamente variado y exento de estímulos- , elementos tecnológicos como las Pizarras Digitales Interactivas (PDIs) emergen con fuerza como los instrumentos formativos que, además de mejorar el rendimiento en la materia de estudio que se realice, incrementan el nivel de implicación del alumno, y permiten que la formación pueda realizarse en todo tipo de entornos, cubriendo a la vez necesidades formativas de lo más variado y extenso.
Las pizarras digitales interactivas constituyen el procedimiento más efectivo a la hora de interactuar con contenido digital y multimedia en un entorno de aprendizaje de grupo. Algunas de las principales actividades que una plataforma PDI ofrece incluyen la manipulación de textos e imágenes, la incorporación de notas y apuntes que pueden ser consultados una y otra vez con posterioridad, el visionado páginas web o vídeos de manera conjunta, demostraciones y presentaciones junto a la pizarra digital sin tener que estar conectado a un ordenador, y la creación de lecciones digitales con plantillas, imágenes y multimedia, entre otras muchas posibilidades.
Además de las PDIs, existe otro tipo de elementos adicionales que contribuyen a mejorar la experiencia del aprendizaje como los visualizadores, es decir, dispositivos digitales de proyección que incorporan zooms de hasta 100 aumentos y una resolución en alta definición, permitiendo que los profesores puedan trabajar con las herramientas tradicionales para poder proyectar, en directo, el desarrollo de secuencias que contienen pequeños detalles para dirigirlos a grandes audiencias.
Desde la perspectiva del alumnado, un gran número de indicadores basados en diferentes estudios realizados sobre el grado de eficacia de las PDIs en las aulas coinciden en señalarlas como los elementos que favorecen en mejor medida al grado de atención de los estudiantes, optimizando, en segundo lugar, la retentiva de la información, y la habilidad de tomar notas que van a resultar de gran ayuda en el repaso de las materias. Expertos en el uso de PDIs como elementos de formación afirman que la gran ventaja de las PDIs radica en los grandes estímulos visuales que proporcionan, y en la facilidad de reproducción de trabajos y metodologías formativas que brindan.
De igual modo, el uso eficiente de la tecnología por parte de educador resulta de vital importancia en la mejora del aprendizaje de los alumnos, sea cual sea la materia que se imparta e independiente de la franja de edad del alumnado. Asimismo, los expertos indican que las lecciones diseñadas con herramientas interactivas resultan de gran ayuda a la hora de preparar los contenidos, los cuales resultan más efectivos cuando se realizan en un entorno tecnológico integrado, al tiempo que contribuyen a la mejora de la productividad del educador.
Es por ello que formarnos con el objetivo de estar motivados hacia el entorno laboral en el que nos encontremos conlleva consecuencias positivas para el individuo en forma de autorealización, mejora de la autoestima y la productividad, beneficiando de este modo, y a última instancia, a la cuenta de resultados de la empresa.