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La información en la orientación académica y profesional. Su importancia en las elecciones juveniles

Artículo de opinión

  • 13/02/2012

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María del Carmen Aguilar Rivera. Universidad de Deusto (País Vasco)
 "Lo más extraordinario, extravagante, dramático, paradójico de la condición humana… es que el hombre es la única realidad, la cual no consiste simplemente en ser, sino que tiene que elegir su propio ser"
Ortega y Gasset.

El presente trabajo surge del interés de aportar una reflexión al campo de la Orientación  académica y profesional, campo de intervención especializado, cuyo objetivo es generar las mejores condiciones para que la persona realice una elección de vida. Elegir es una tarea compleja  en la cual se interrelacionan aspectos personales, familiares y sociales. Toda elección implica pensar un proyecto de vida inserto en un determinado contexto social que lo enmarca.

La elección de una carrera y en consecuencia  de una posterior profesión desplegada en el trabajo atraviesa una particularidad cuando acontece al final del bachillerato, por el hecho de suceder en tiempos de la adolescencia.

Esta etapa del desarrollo se caracteriza por los sucesivos duelos y renuncias, por identificaciones con figuras del ámbito familiar y extra familiar, por la búsqueda de un lugar propio y singular de "ser y estar en el mundo", por el pensamiento hipotético-deductivo que habilita a pensar en "posibles" y en abstracciones, en  el paulatino cierre de la adolescencia y el ingreso al mundo adulto.

Pensamos la Orientación como una tarea de esclarecimiento e información que le permite al orientado conocerse a sí mismo, establecer recorridos, imaginarse en el futuro, abordar dudas e interrogaciones, preguntarse sobre quién es, quién quiere ser y que quiere hacer y encontrar respuestas y caminos.

Así podemos diferenciar dos áreas complementarias y diferenciadas o dos niveles de la orientación (Cibeira, 2009)
  1. La subjetiva constituida por los deseos, las expectativas, los intereses, las aptitudes, las metas y los valores del orientado y comporta el progresivo conocimiento de sí mismo.
  2. La información, en la cual se tiene en cuenta la oferta y la demanda del sistema educativo, el contexto profesional y ocupacional.
Ambas etapas o niveles son importantes pero a fines de esta comunicación desarrollaremos la etapa de información.

Informar significa volver a formar y en este caso particular, volver a formar las imágenes parciales, distorsionadas, que generalmente se tienen de las profesiones y carreras. La etapa informativa dentro de la Orientación facilita y promueve elecciones más ajustadas  a la realidad y previene desaciertos.

Generalmente los adolescentes suelen elegir sin la necesaria y suficiente indagación sobre las carreras, la salida laboral y las particularidades de la vida universitaria. Los jóvenes desconocen las titulaciones profesionales existentes y eligen su futuro con un número limitado de opciones. Suelen recurrir a lo más seguro y familiar guiados por la  tradición familiar o por el prestigio o la garantía de una salida laboral o la facilidad del  plan de estudios, o por lo más conocido. También pueden elegir de manera apresurada, sin bucear en las aéreas mencionadas anteriormente.

Estas elecciones débiles pueden llevar a los jóvenes a decepciones, a desmotivaciones, a rendimientos pobres y al abandono de los estudios, cuando reconocen que "no es lo que querían o esperaban".

Todo orientador debe proponer un programa o plan de información, un Proyecto Personal de Búsqueda Informativa (López Bonelli, 2004). No se trata solamente de recibir información sino de buscarla e interiorizarla para arribar a representaciones más ajustadas a la realidad, a una mayor comprensión de los roles educativos y profesionales, a experiencias ocupacionales directas e indirectas (Cagnone, 1966).

Debe considerarse el hecho de que a los adolescentes les cuesta ir a la búsqueda de dicha información e integrar las diversas fuentes con las que se cuentan: entrevistas a profesionales y estudiantes, visitas a los centros de estudio y ámbitos laborales,  páginas web, programas impresos con los planes de estudio y guías de las carreras.

En dicho programa no debe descuidarse el rol activo que el orientado debe desplegar en todo este proceso de elegir y decidir, así que dicho programa se lleve a cabo en lugares externos de la consulta, promueve la autonomía del orientado.

El momento de inicio de dicha búsqueda depende de cada orientado. Están quienes  en el primer encuentro piden información, otros por el contrario demoran considerablemente dicha búsqueda, otros necesitan una mayor claridad sobre sus preferencias vocacionales, intereses y aptitudes articulando la fase de información con seguridad  y entusiasmo.

Compartimos con López Bonelli (2004: 108), su concepto sobre la Información "El proceso de información debe ser entendido como una experiencia de comunicación que tiende al logro de imágenes ocupacionales no distorsionadas y al mejor manejo de la realidad. Este proceso de información así entendido debe crear certezas, abrir interrogantes, favorecer conclusiones personales acordes a la realidad. Solo en estas condiciones la información es asesoramiento y orientación".

Referencias bibliográficas:

Cagnone, E. (1966) La entrevista informativa en orientación vocacional. Serie Temas de Orientación Nº 77, publicaciones del DOV, UBA. Buenos Aires.

Cibeira, S. y Barberis M.B., (2010) Jóvenes, crisis y saberes. Madrid. EDITORIAL CEP.

López Bonelli, A. (2004) La orientación vocacional como proceso. Buenos Aires. Bonun.
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