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Escuela y religión

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Laia Mestres i Salud. Redacción de Educaweb.com
En los últimos años, ha surgido cierta polémica sobre la vinculación entre religión y escuela por asignaturas como Educación para la Ciudadanía y cuestiones como la retirada de símbolos religiosos de algunos centros públicos. Si a estos temas se les suma la necesidad de abordar la pluralidad de confesiones religiosas del alumnado actual y el debate impulsado por diferentes asociaciones sobre las funciones aconfesionales del Estado, la religión se convierte en un tema polémico que da mucho qué hablar.

Desde Educaweb.com hemos querido ofrecer un espacio para el debate sobre estas cuestiones planteando a los lectores la siguiente pregunta: ¿De qué forma integran los centros educativos la pluralidad de confesiones religiosas entre sus alumnos?. Los expertos que han colaborado en el monográfico 182 sobre Escuela y Religión muestran sus opiniones al respecto y ofrecen nuevas líneas para el debate.

La situación actual de la religión en la escuela

Los currículos escolares que se imparten en los centros educativos constituyen un conjunto de contenidos culturales de la sociedad que son seleccionados para ser transmitidos al alumnado en el ámbito del sistema educativo.

Tal y como puede extraerse de la página del Ministerio de Educación, Política Social y Deporte, los valores, actitudes y normas de comportamiento se encuentran presentes en todas las áreas del currículo escolar, dado su carácter transversal, aunque dicha presencia se hace más evidente en determinadas áreas como son Ética, Filosofía o Religión.

La Ley Orgánica 2 / 2006, de 3 de mayo, de Educación (BOE n. 106 de 4/5/2006 pp 17158-17207) establece que la enseñanza de la religión católica se ajustará a lo establecido en el Acuerdo sobre Enseñanza y Asuntos Culturales suscrito entre la Santa Sede y el Estado español. De esta forma, se incluye la religión católica como área o materia en los niveles educativos que corresponda, que será de oferta obligatoria para los centros y de carácter voluntario para los alumnos. La enseñanza de otras religiones se ajustará a lo dispuesto en los Acuerdos de Cooperación celebrados por el Estado español con la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España, la Federación de Comunidades Israelitas de España, la Comisión Islámica de España y, en su caso, a los que en el futuro puedan suscribirse con otras confesiones religiosas.

Con la llegada de la Ley Orgánica de Educación (LOE) se pretende dotar a los centros educativos de mayor autonomía de decisión sobre la aplicación de la asignatura y su alternativa no confesional. En este sentido, el borrador de Real Decreto de Enseñanzas Mínimas de Educación Primaria especifica que la elección de una u otra opción no puede suponer discriminación alguna para los estudiantes y añade que toda la información debe incluirse en el proyecto educativo del centro escolar para que las familias estén informadas.

Las administraciones educativas son las que deben garantizar que la matrícula incluye un apartado específico donde se indica la posibilidad de recibir la enseñanza de religión y destaca los métodos de evaluación de la asignatura.

Actualmente, según datos del Consejo Escolar del Estado, el 74% del alumnado de Educación Primaria está matriculado en religión, aunque hay una reducción de diez puntos al finalizar 4º de Primaria, cuando termina la catequesis para la primera comunión. Las cifras disminuyen cuando se analiza la situación de ESO y Bachillerato: el 44,7% del alumnado de la ESO y el 37% del alumnado de Bachillerato eligen cursar la asignatura de religión en el centro educativo.

A esta situación se le suma la asignatura de Educación para la Ciudadanía, es una de las asignaturas más polémicas incluidas en la Ley Orgánica de la Educación (LOE). Los contenidos de esta materia, que empezará a estudiarse en quinto o sexto de primaria y se mantendrá en el primer ciclo de la ESO, han provocado discrepancias entre el Gobierno y la Iglesia católica.

¿Cómo integrar en el currículum la diversidad religiosa?

En la actualidad, la diversidad de procedencias de la inmigración queda reflejada en la variedad cultural del alumnado. Los centros se encuentran con alumnado que no conoce o no se identifica con algunas de las actividades de origen cristiano que a menudo forman parte de las programaciones didácticas, como Navidad, Semana Santa, Carnaval y Cuaresma… La educación no puede excluir la diversidad religiosa y las convicciones no religiosas pero a veces resulta difícil de compaginar.

Los expertos consultados nos ofrecen diversas opciones para incluir la diversidad religiosa en los centros educativos:

- Incorporar un calendario interreligioso. El calendario escolar está ligado a las celebraciones de la tradición cristiana. Margarita Serra nos muestra en su artículo que incorporar otras celebraciones tradicionales a las actividades habituales del calendario escolar permite tomar consciencia de la diversidad.

- Incorporar una asignatura de religión de libre elección para los padres y madres o alumnos.

- Impulsar asignaturas que muestren la "historia de las religiones” desde un punto de vista cultural, social, demográfico e histórico.

- Ofrecer alternativas más elaboradas y didácticas a la asignatura de religión.

En conclusión, reconocer la diversidad también debe cumplir el objetivo de romper los estereotipos e imágenes erróneas que tenemos sobre otras tradiciones religiosas, así como establecer los elementos comunes que faciliten el diálogo entre tradiciones religiosas y culturales diversas.

Laia Mestres i Salud. Redacción de Educaweb.com
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