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La escuela: homogeneizadora de diversidades

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Efraín Soto Bañuelos. Coordinador General del Centro de Psicopedagogía y Orientación Vocacional y docente de la Universidad Autónoma de Zacatecas (México)
Por lo menos un par de lustros atrás, la labor educativa se limitaba a expresar ante un grupo más o menos pequeño de personas ideas de acontecimientos, hechos o teorías científicas con el objetivo de que fuera aprendido. Recientemente se conoce que el profesor debe aplicar cierto tipo de estrategias para hacer llegar ese conocimiento de manera más apropiada, basándose en los estilos de aprendizaje de los estudiantes, en sus propias estrategias de aprendizaje, conociendo sus inteligencias múltiples más sobresalientes, etc.

Cada vez más nos damos cuenta de que los estudiantes aprenden mejor bajo ciertos ambientes, con ciertas herramientas o con tal o cual técnica de enseñanza y la aplicación de estrategias variadas de enseñanza (por parte del profesor) y de aprendizaje (por parte del estudiante).

Los trabajos individuales, las actividades en equipo, el material novedoso, el uso de herramientas tecnológicas, el desempeño de clases al aire libre, las prácticas de laboratorio, los debates, las entrevistas a profesionistas, las actividades integrales o extra-curriculares, en fin, éstos y tantos otros elementos al alcance de los profesores para usarlos, ya sea para mejorar, reforzar o elevar el aprendizaje se han convertido en una variable más de la ecuación y no en el infalible camino para llegar al objetivo.

No me atrevo a decir que todos, pero sí diría que la mayoría de los profesores hemos sentido un poco de frustración al descubrir que aunque aplicáramos metódicamente todos los elementos para la enseñanza de alguna asignatura seguiríamos encontrándonos ante el fantasma del rezago educativo y el de la reprobación de algunos estudiantes.

La respuesta a esto es que nuestros estudiantes no sólo tienen diferentes estilos, técnicas y estrategias de aprendizaje, además tienen diversidad de necesidades, motivaciones, lugares y familias de procedencia, lo cual diversifica magníficamente la labor de enseñar.

Diversidad de procedencia.

- Procedencia familiar. La mal llamada "familia tradicional” es ya un concepto y una realidad alejada en el tiempo, anterior al proceso de mundialización, esa idea de papá, mamá (casados civil y religiosamente), hijos (concebidos dentro de la unión matrimonial y, además de planeados, deseados) viviendo en una casa hasta que los hijos terminaran sus estudios, tuvieran empleo estable y formaran una nueva familia -copia de la paterna- es incluso, y si alguno de mis estudiantes la leyera, una extracción de la ficción. Ahora tenemos matriculados hijos de madres solteras, hijos adoptados, hijos de padres divorciados, jóvenes que desde los 12 ó 14 años han vivido alejados de sus padres e incluso de cualquier familiar, en fin, sería ocioso anotar acá todos los ejemplos de tipos de familias postmodernas.

- Procedencia escolar. Con tantos métodos para enseñar, cada uno con su propias verdad, lo cual no hace sino confundir a los padres al momento de decidir el tipo de educación para sus hijos, identificamos en nuestras aulas estudiantes de una gran variedad de escuelas, tanto en su tipo como en su filosofía de hombre, así pues, si la disciplina era holgada o si era rígida será un choque con otro sistema, si la educación fue permisiva o flexible en lo que debía aprenderse o no, será motivo de confusión para el estudiante, cosas como estas, amén de la diferencia cultural o de creencias que el estudiante encuentre en la nueva institución.

- Procedencia socio-económica. Conjuntando las anteriores, esta diversidad es muchas veces fundamental para la buena identificación del estudiante con la institución, con sus compañeros y con los profesores, ya que su extracción social y el nivel económico, de ser muy dispares o distintos al de los demás actores escolares, sobre todo sus iguales, provocará confusión, frustración, fastidio o desgano ante lo esencial de la escuela, la interiorización de nuevos conocimientos.

Diversidad de necesidades.

- Necesidades afectivas. Por lo general, los padres no brindan el amor, cariño o paciencia suficientes para con sus hijos (resultado de la vorágine económico-industrial reinante en la actualidad, la cual exprime al máximo al individuo) provoca que los profesores, vengamos, querámoslo o no, a suplir esas deficiencias sufridas en casa, lo interesante para el profesor es saber canalizar ese afecto en motivación hacia el estudio.

- Necesidades ideológicas. Sencillamente el estudiante, sobretodo el joven entre 12 y 19 años, se encuentra en una búsqueda constante de realidades de las que pueda extraer pautas de comportamiento, conocimientos, formas de entender el mundo. Lo que los mass media les brindan es tan hueco, tan vacío que no les deja, en lo esencial, nada para aferrarse emocional y afectivamente, los profesores, les abrimos el abanico de posibilidades que el mundo más allá de su realidad cotidiana le brinda.

- Necesidades de conocimiento. Dependiendo de su actividad actual o futura elección profesional, el estudiante tenderá hacia algunas materias y a rechazar otras, lo cual provocará problemas para los profesores, tanto si el estudiante pide cada vez más, como si se muestra apático. Demandará conocimientos en ciertas áreas y se negará a otras.

Diversidad de motivaciones.

- Motivaciones propias. Es de ella o él mism@ de quien depende querer estar en la escuela y atraer todo lo que ahí se le ofrece para su beneficio, tiene metas a mediano y largo plazo, es un sueño para los profesores pues tienen ante sí a un estudiante modelo.

- Motivaciones de los demás. Son los padres, amigos o pareja los que influyen en uno de dos sentidos, le piden o exigen estudie o le niegan seguir en la escuela. En el primer caso son las personas cercanas quienes le impulsan a continuar preparándose para mejorar académicamente y obtener un empleo mejor que el que tendría si no estudiara. En la otra opción, sobretodo en sociedades emergentes o con rezago económico, se muestra que son los padres quienes orillan a los jóvenes a dejar la escuela para que comiencen a hacer aportaciones económicas o apoyen en labores domésticas a sus padres que trabajan.

- Diversidad en el desarrollo físico, emocional y psicológico o cognitivo. Dado que cada persona muestra un desarrollo particular, será un reto difícil para el profesor elaborar tácticas que le permitan influir de manera más o menos regular en todos sus estudiantes.

Con todo este superficial análisis de los tipos de diversidad que podemos tener en una institución educativa deberíamos considerar que exista un núcleo sobre el cual se concentren las actividades relativas a buscar establecer conexiones adecuadas entre lo que los estudiantes requieren para un mejor aprendizaje en función de sus particularidades, y las estrategias que los profesores deberán llevar a cabo en sus asignaturas, considerando los intereses y necesidades, como ya lo vimos, diversos, de su grupo de estudiantes.

La escuela es pues el espacio en el que, a pesar de las diversidades, hay que buscar una apropiación de aprendizajes más o menos homogénea entre los estudiantes y futuros profesionistas, quienes, dicho sea de paso, se enfrentarán ante un mundo laboral plagado de egresados de carreras en las que se supone todos aprenden "lo mismo” y que será, precisamente sus distinciones personales, intereses, motivaciones y necesidades las que le abran o le cierren las puertas de la oferta laboral.

Cabe señalar que los estudiantes de entre 12 y 19 años están expuestos ante innumerables estímulos que buscan copiar en ellos los modelos que se le imponen por los diversos medios, considerando estas copias como un tipo de clonación de modelos estereotipados en los cuales se les hace creer que tienen la posibilidad de elegir, pero las opciones son en realidad imposiciones sobre las cuales basará su ideología y tomará decisiones.

El núcleo al que me refiero en las institución escolar es el grupo de tutores quienes, apoyados por el equipo psicopedagógico o de orientadores, deberán apoyar indistintamente a los estudiantes, atendiendo de igual manera a los que prefieren un estilo visual, los que trabajan mejor individualmente, los que tienen más inteligencia lingüística… Todos son una veta que requiere ser explorada para luego buscar la mejor manera de que aprenda a explotar todos los yacimientos de riqueza con los que cuente.

Será notorio que no he tratado a la diversidad como género, grupos étnicos, grupos religiosos, personas con alguna disminución física o neurológica, extranjeros, etc., y eso se debe a que considero debemos ya saltar esa parte, obviamente sin descuidarla, para pasar a diferenciar a las personas por cuestiones más significativas.
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