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Las necesidades profesionales de las entidades no lucrativas. El papel de las entidades de segundo nivel

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Enric Serradell López y Pere Mora Ticó, profesor y consultor, respectivamente, de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC)
Actualmente nos encontramos en un contexto de fuerte crecimiento del sector no lucrativo debido a la necesidad por parte de la sociedad de canalizar sus inquietudes y objetivos personales mediante su participación en organizaciones que aportan una serie de valores tan necesarios como son el compromiso social, el civismo, la tolerancia, la solidaridad, el respeto por el medio ambiente y la calidad de vida.

El incremento de la participación en los sectores sociales y culturales se produce en un momento de cambio en las sociedades occidentales inducido por el proceso de globalización de la economía, la crisis del estado del bienestar y la crisis ecológica global. Se está consolidando una progresiva desmovilización política y sindical al mismo tiempo que se genera un impulso en la participación en las organizaciones no lucrativas. Los sectores que han tenido un aumento más importante son los que se dedican a temas ambientales, de ayuda a enfermos y marginados, de cooperación con los países del Sur y en el ámbito de la educación y el trabajo social.

Las organizaciones no lucrativas tienen el reto de dar respuesta a las nuevas y emergentes necesidades sociales que genera nuestra sociedad ante la dificultad por parte del Estado para enfrentarse a temas tan complejos como la inmigración, el incremento de las desigualdades entre el Norte y el Sur, el aumento de la pobreza y la marginación, y la necesidad de articular nuevos espacios de participación ciudadana.

El planteamiento que realizaremos está relacionado en primer lugar con las características de las organizaciones no lucrativas, en segundo lugar con el análisis de debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades, centrándonos en el aspecto interno y más concretamente en las debilidades, para seguidamente realizar una propuesta que recoja los puntos anteriores en base a la capacitación de las organizaciones del tercer sector para superar dichas debilidades, que están relacionadas con su pequeña dimensión, y por consiguiente con su limitado acceso a los recursos humanos y tecnológicos necesarios para la consecución de sus objetivos.

Contestar a la pregunta de cuáles son las perspectivas de futuro del tercer sector en relación con las entidades sin ánimo de lucro no es tarea fácil. Para ello debemos, en primer lugar, partir de algunos de los datos que caracterizan dicho sector, no tanto desde el punto de vista económico, - cada vez más importante- y de su importante peso en la economía nacional, sea cual sea la variable utilizada, sino también de sus principales características, de sus trazos definidores.

Respecto a las características de las organizaciones no lucrativas partimos de los datos del Libro Blanco del Tercer Sector en Catalunya (2003) que pone de manifiesto, entre otros datos, el difícil cumplimiento de los presupuestos anuales, a lo que se añade la difícil situación de tesorería. Así, por ejemplo, en el año 2001 el volumen presupuestario de un 32% de las organizaciones era inferior a 12.000 euros, un 14% disponía de un presupuesto de entre 12.000 y 60.000 euros y sólo un 10% de las organizaciones supera los 600.000 euros de presupuesto. Estas escasas dimensiones suponen una dificultad añadida en la gestión de las organizaciones y sobre todo agrava algunas de las debilidades de dichas organizaciones detectadas por el Observatorio del Tercer Sector que corresponden a cuatro grandes apartados (recursos humanos, económicos, usuarios y nuevas tecnologías) y que se presentan en la siguiente tabla:



El vínculo con el futuro de las profesiones del tercer sector, lo realizamos a partir del documento elaborado por el Observatorio del Tercer Sector, "¿Cuáles serán los temas clave del tercer sector en los próximos tres años?”, en el que se ponen de manifiesto y se apuntan entre otras muchas conclusiones algunos elementos relacionados con los profesionales del futuro. En síntesis dichos elementos -aportaciones realizadas por personalidades reconocidas dentro del tercer sector- son las siguientes:

- La profesionalización como elemento imprescindible para la obtención de una madurez sectorial (Núria Morral).
- Profesionales capaces de trabajar en red. Siendo la utilización de la tecnología un elemento clave para la coordinación de equipos de trabajo (Ignasi de Juan).
- Gestión de la marca y de la reputación, así como mayor decisión estratégica que suponga una combinación de especialización y colaboración (Juan Mezo).
- Gestión de las personas, que tiene en cuenta elementos como la participación de usuarios y socios. (Rafael Ruiz de Gauna).
- Liderazgo compartido entre las personas de la organización. Implica inteligencia social así como liderazgo estratégico (Alfred Vernis).

La preocupación por la profesionalización es generalizada dada la abundante participación del voluntariado en el tercer sector, pero además cabe reflexionar sobre el papel cada vez más importante de las organizaciones de segundo nivel [1] para suplir con especialistas las necesidades de las organizaciones de primer nivel. Así, la preocupación por el uso de las tecnologías que den respuesta no sólo a problemas de comunicación sino también de participación democrática para la toma de decisiones. La formación de especialistas en ámbitos como el legislativo y fiscal, así como formación adaptada a los directivos que permitan establecer y reforzar las herramientas necesarias para la planificación estratégica, y que de respuesta al grave problema de dimensión que padecen.

En este sentido, se plantea el siguiente cuadro donde se recogen los cuatro temas expuestos anteriormente vinculados con las capacitaciones requeridas para su desarrollo:



Los ámbitos de futuro además de los ya comentados de especialización son aquellos que hacen referencia a las actividades propias de la dirección, básicamente ligadas al área de planificación estratégica. Aspecto que se visualiza será clave para el futuro del tercer sector debido a la opinión generalizada de que, una vez conseguida una cierta madurez, se producirán gran número de acuerdos de colaboración, y en los que la planificación estratégica será clave. Así, aspectos como el de la legitimidad de las organizaciones[2], que en su mayor parte se deriva de la propia definición desarrollada de misión se basa en conceptos clave de la planificación estratégica que en muchos casos no han sido debidamente desarrollados en las propias organizaciones.





[1] Las entidades de segundo nivel son las organizaciones constituidas por agrupaciones de entidades, las cuales siguen criterios diversos, como pueden ser geográficos sectoriales, etc. Siendo habitual que algunas entidades pertenezcan a más de una entidad de segundo nivel. Observatorio del Tercer Sector. Las entidades de segundo nivel: ¿Qué roles tenemos y como podemos mejorar nuestro trabajo? 4 de abril de 2006. Disponible en www.tercersector.net

[2] Un 90% de las entidades considera que su legitimidad deriva de su misión y sus objetivos sociales.
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