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Descripción
Los restauradores de un museo/galería se encargan de garantizar que las obras de arte y objetos de interés histórico se mantengan en las mejores condiciones posibles, mediante su limpieza, reparación y mantenimiento. Por lo general conservan un tipo de objeto o material en concreto, como tejidos, muebles o pinturas. Combinan técnicas artesanales y principios científicos para el tratamiento de los objetos.
Funciones
Los restauradores de un museo/galería se encargan de conservar los objetos para protegerlos contra daños y el deterioro por el paso del tiempo. Por lo general se especializan en la conservación de un tipo de objeto o material, como papel y libros, tejidos, muebles, fotografías, pinturas, vidrieras, cerámica o metal.

El trabajo de conservación es a la vez un arte y una ciencia. Los restauradores comprueban que los objetos son auténticos y los datan utilizando técnicas como el análisis de pigmentos y la prueba del carbono-14.

Los restauradores pueden usar rayos X para examinar la estructura interna de un objeto, una técnica que también les puede mostrar las posiciones de las reparaciones antiguas y modernas que se han realizado en el objeto.

Pueden utilizar microscopios y fotografía con infrarrojos para evaluar el estado de un objeto e identificar las técnicas y los materiales utilizados a la hora de crearlo.

A continuación, combinan técnicas artesanales y principios científicos para tratar el objeto. Deciden el procedimiento que hay que seguir para conservar el objeto.

Los restauradores utilizan una amplia gama de instrumentos y herramientas en su trabajo, incluyendo bisturís, hisopos de algodón, disolventes y adhesivos. Necesitan conocimientos sobre cómo utilizar los productos químicos y equipamientos de seguridad.

El objetivo del restaurador es realizar una intervención mínima, haciendo los gestos exactos con el fin de detener o reducir la tasa de deterioro de la obra de arte.

Los tratamientos son reversibles siempre que sea posible, lo que permite quitar y reemplazar el trabajo de restauración anterior cuando hay métodos nuevos y más avanzados disponibles.

Esto significa que es vital que el restaurador mantenga un registro detallado de lo que hace durante el proceso de conservación, y por ello redacta informes y toma fotografías de cada objeto con el que trabaja.

Los restauradores también se encargan de vigilar y controlar las condiciones de mantenimiento de los objetos. Para ello, utilizan sus conocimientos sobre las propiedades físicas y químicas de los objetos y su reacción a la luz, temperatura y humedad. Asesoran al resto del personal del museo en el manejo y almacenamiento correcto de objetos.

Los restauradores cada vez disponen de más materiales de investigación y de métodos nuevos, que en ocasiones también deben incluir en la estimación de los costes y presupuesto del museo galería. También supervisan los restauradores jóvenes y voluntarios. Los restauradores podrían dar charlas y demostraciones sobre su trabajo y supervisar a grupos escolares y otros visitantes del laboratorio de conservación.

Los restauradores a veces necesitan viajar dentro de un área local y nacional, por ejemplo, para supervisar y asesorar métodos de manipulación y transporte de obras de arte.
Perfil profesional
Para ser restaurador de un museo/galería de arte se necesita:
  • Habilidades prácticas y la capacidad de trabajar con objetos y materiales delicados y con muchos detalles.
  • Paciencia, atención al detalle y un elevado nivel de concentración.
  • Capacidad artística, tecnológica y científica.
  • Un enfoque metódico en su trabajo.
  • La voluntad de mantenerse al día con los avances en los métodos y técnicas de conservación.
  • Habilidades de comunicación para explicar sus trabajos.
Su visión de los colores puede ser probada.
Competencias
  • Aptitudes para la comunicación verbal y escrita.
  • Buen sentido del color.
  • Capacidad para concentrarse.
  • Capaz de dar explicaciones claras y concisas.
  • Capaz de mantenerse al día de los procedimientos y tratamientos.
  • Capaz de prestar atención al detalle.
  • Capaz de utilizar herramientas.
  • Conocimientos sobre métodos y técnicas de conservación.
  • Cuidadoso.
  • Curioso.
  • Habilidades artísticas.
  • Habilidades prácticas.
  • Interés por la ciencia.
  • Lleva registros con precisión.
  • Manipula objetos de importancia o valor.
  • Metódico.
  • Ojo para el detalle.
  • Paciente.
  • Posee aptitudes técnicas.
  • Protege a los objetos del daño y deterioro.
  • Realiza inspecciones.
  • Redacta informes.
  • Sigue métodos de seguridad.
  • Trabaja con objetos y materiales delicados.
  • Trabaja con sustancias químicas.
  • Trabaja en un museo o galería de arte.
Estudios
A continuación se relacionan algunos de los estudios que permiten ejercer esta profesión. Hay que tener en cuenta que, dependiendo del ámbito de especialización, es posible que se tenga que complementar la formación con otros cursos más específicos del sector. La formación continua es un aspecto clave para la mejora profesional.