En este artículo analizaremos las principales causas, que explican la escasez del profesorado en la FP. Además, exploraremos posibles estrategias para atraer a un mayor número de profesionales hacia la docencia en la FP.
Las causas que explican la falta de profesorado en la FP y las áreas en las que resulta más preocupante
La escasez de profesorado en la Formación Profesional es causada por varios factores interrelacionados. En primer lugar, las condiciones laborales suelen ser poco atractivas: en algunos casos los salarios son bajos y los contratos son temporales.. Los profesionales con experiencia en sectores como la tecnología, la ingeniería o la sanidad encuentran condiciones laborales mucho más atractivas en el sector privado.
Además, para acceder a la carrera profesional docente de FP los requisitos básicos son una titulación académica (grado, diplomatura o título de técnico superior de FP, según la especialidad) y una formación pedagógica habilitante, como el Máster Universitario en Formación del Profesorado o el Curso Oficial de Formación Pedagógica y Didáctica.Además, los recién graduados acceden a la docencia en centros públicos a través de oposiciones convocadas por las comunidades autónomas. En el caso de los centros privados, deben postularse enviando su currículum. Estas exigencias hacen que muchos profesionales encuentren dificultades para para incorporarse al ámbito educativo.
Los centros de FP se enfrentan a crecientes dificultades para encontrar profesorado capacitados en sectores, que evolucionan con rapidez. El desajuste entre la oferta y la demanda de profesorado es especialmente notable en áreas que requieren actualización constante y alta especialización.
Entre las más afectadas destacan las familias profesionales de:
- Informática y Comunicaciones.
- Sanidad.
- Instalación y Mantenimiento.
- Electricidad y Electrónica.
- Fabricación Mecánica.
- Hostelería y Turismo.
- Transporte y Mantenimiento de Vehículos.
¿Cómo mejorar el acceso a la profesión y garantizar el relevo generacional?
En primer lugar, existen programas de máster o certificados de aptitud docente adaptados a las características de la FP. Estos deberían ser más prácticos, más ligados a la empresa y con prácticas laborales dentro de una empresa.
En segundo lugar, las oposiciones tienen que adaptarse a la realidad de la FP. Es necesario diseñar pruebas que evalúen competencias técnicas y pedagógicas actualizadas, así como prácticas relacionadas con la demanda de empleo. Además, se puede establecer un sistema de acreditación de competencias docentes basado en la experiencia laboral, que permita a los profesionales enseñar sin necesidad de oposiciones convencionales.
En tercer lugar, resulta conveniente establecer programas, donde profesores transmitan su experiencia a nuevos docentes, acompañándolos durante sus primeros años en el centro.
¿Cómo pueden los centros atraer y retener al profesorado?
Atraer y retener al profesorado en la FP constituye un desafío esencial para garantizar la calidad educativa y la continuidad de los proyectos formativos. Para lograrlo, es fundamental que los centros de FP ofrezcan contratos indefinidos y una remuneración adecuada para atraer a los docentes.Al mismo tiempo, un aspecto clave es mejorar la percepción social de la Formación Profesional. La FP está tomando cada vez más relevancia en muchos países, especialmente en sectores técnicos, digitales y de servicios. Por este cambio, se propone la construcción de una nueva cultura, que valore la FP como una vía directa al empleo. Esta nueva percepción despertará el interés de los jóvenes por esta vía formativa y por la docencia en ella.
En un contexto donde las tecnologías y los métodos de enseñanza evolucionan con rápidez, la formación continua para los docentes de FP juega un rol importante. Los centros deben facilitar cursos, talleres y oportunidades de actualización en áreas técnicas y pedagógicas. Además, en FP, el enfoque educativo suele estar muy alineado con la realidad del sector laboral. Sería conveniente establecer alianzas entre las empresas y el profesorado. Gracias a estas colaboraciones los profesores aprenderían nuevas herramientas tecnológicas, metodologías activas y proyectos innovadores, lo que les permitiría mantenerse actualizados. Invertir en la capacitación del profesorado de FP garantiza que los estudiantes reciban una formación actualizada y conectada con la demanda empresarial.
Por último, se sugiere que los futuros profesores de FP reciban formación en sectores emergentes, como la inteligencia artificial, las energías renovables o la biotecnología. Una adecuada formación de los docentes de FP transmite a los estudiantes competencias y habilidades laborales, que las empresas actualmente demandan. Esto garantiza que la oferta educativa responda a las nuevas demandas productivas.
Motivos para animar a nuevos candidatos a ser profesores de FP
Los profesores de FP tienen la oportunidad de enseñar habilidades directamente aplicables en el mundo laboral. Esto significa que son parte del camino de un estudiante hacia su primer empleo. Esto es un trabajo profundamente satisfactorio.
Como hay escasez de docentes, especialmente en áreas técnicas (informática, sanidad, energías renovables, hostelería, etc.), los nuevos candidatos tienen buenas posibilidades de ser contratados. La FP valora la experiencia laboral tanto como la formación académica.
En resumen, la Formación Profesional desempeña un papel fundamental en la vida de los estudiantes, ya que los orienta hacia su primer empleo. A pesar de su importancia, existe una notable escasez de docentes en este ámbito. Las causas de esta situación son prejuicios sociales, bajos salarios y una formacion que no siempre se encuentra actualizada a las demandas del mercado laboral. Por esto, es importante que los centros de FP atraigan y retengan al profesorado en la Formación Profesional (FP). Este objetivo representa un desafío y es esencial para garantizar la calidad educativa y la continuidad de los proyectos formativos.
