Las prácticas universitarias permiten al alumnado aplicar y complementar los conocimientos adquiridos en la universidad en un entorno profesional real. Además, constituyen una vía eficaz para adquirir competencias, acercarse al mercado laboral y fomentar la empleabilidad, coinciden los expertos consultados para el monográfico Las prácticas en la universidad.
De hecho, más de 800.000 estudiantes de grado acceden cada año a programas de prácticas en España, según el Libro Blanco de las Prácticas (2025), una iniciativa de la Red de Fundaciones Universidad-Empresa (REDFUE).
Sin embargo, 1 de cada 3 alumnos de carreras universitarias reconoce carencias en su formación práctica, aunque, eso sí, manifiesta sentirse preparado a nivel teórico, revela el informe Visión sobre el futuro laboral de los 'Zetas' universitarios, elaborado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y la agencia BTOB.
Por este motivo y otros que recopilamos en este monográfico, garantizar unas prácticas de calidad es clave para la formación del alumnado. "Debemos poner el foco en que cada estudiante tenga una experiencia educativa real, bien planificada, tutorizada y alineada con su titulación", afirma Carmen Palomino, directora general de la Fundación Universidad-Empresa (FUE).
¿Qué son las prácticas formativas universitarias?
Las prácticas formativas universitarias son actividades supervisadas que permiten al alumnado aplicar y complementar los conocimientos adquiridos durante su formación académica, según el Real Decreto 592/2014, por el que se regulan las prácticas externas de los estudiantes universitarios.Estas experiencias se dividen en 2 modalidades:
- Prácticas curriculares, incluidas en el plan de estudios y con reconocimiento de créditos.
- Prácticas extracurriculares, realizadas de forma voluntaria, pero igualmente formativas.
En ambos casos, su valor reside en conectar la teoría del aula con la práctica profesional real.
Beneficios de las prácticas universitarias
Las prácticas en la universidad conllevan asociados beneficios tanto para el alumnado, como para las empresas. Fuentes y expertos consultados para este monográfico coinciden en los siguientes:1. Mejora la empleabilidad del alumnado
Las prácticas académicas externas mejoran la empleabilidad de los estudiantes y facilitan su inserción en el mercado laboral, explica Antonio Abril, presidente de la Conferencia de Consejos Sociales de las Universidades Españolas.De hecho, el 91,3 % del alumnado universitario que las ha realizado tiene empleo a los 4 años de titularse, frente al 87,3 % de quienes no viven esta experiencia. Además, con las prácticas, se reduce casi en 8 puntos la probabilidad de estar en situación de desempleo, según datos del Instituto Nacional de Estadística recogidos en el Libro Blanco de las Prácticas.
2. Fomenta el desarrollo de competencias profesionales y el autoconocimiento
A parte de aplicar los conocimientos técnicos adquiridos en la universidad, las prácticas permiten al alumnado trabajar las competencias transversales.
"A través de ellas, el estudiante desarrolla habilidades clave como la resolución de problemas y la toma de decisiones en contextos reales", detalla Rosa María Mendoza, coordinadora de las licenciaturas de nivelación pedagógica en la Universidad Pedagógica Nacional de México.
Además, ofrecen a los alumnos y alumnas "una excelente oportunidad para construir una red de contactos, a la vez que les ayuda a validar sus intereses y a redefinir su hoja de ruta profesional", añade Imma Casaramona i Codinach, directora del Servicio de Carreras Profesionales de la Universitat de Vic-Universitat Central de Catalunya (UVic-UCC).
3. Conecta la universidad con el mundo laboral
Las prácticas son un puente entre las universidades y las compañías:Por un lado, mantienen informada a la universidad sobre las necesidades reales del mercado de trabajo, lo que les permitirá ir modificando el plan de estudios para mantenerlo alineado con la realidad laboral.
Y por otro lado, permiten a las empresas contar con talento joven para futuras incorporaciones en la plantilla, ya que estas estancias posibilitan una formación personalizada y la integración del estudiantado en la cultura y los procedimientos laborales de las compañías, explica el estudio Radiografía de la Formación Dual Universitaria en España, publicado por la Fundación Bertelsmann, la Conferencia de Consejos Sociales de las Universidades Españolas y la Universidad de Mondragón.
Los retos pendientes para mejorar las prácticas formativas
Aunque las prácticas universitarias ofrecen beneficios, aún presentan múltiples desafíos que ponen en riesgo su valor formativo y que, en algunos casos, generan experiencias precarias o poco satisfactorias para el alumnado.Para que no se den estas situaciones se debe trabajar en:
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Asegurar la calidad de las prácticas
Diversos expertos coinciden en que no basta con que existan prácticas, sino que estas deben cumplir unos criterios de calidad, equidad, evaluación y seguimiento.
"Participar en programas de prácticas significa entender que se trata de una actividad educativa compleja, que requiere planificación, compromiso institucional y una coordinación efectiva entre los distintos actores implicados", alerta Palomino.
Por ejemplo, para que estas experiencias sean enriquecedoras para el alumnado las tareas que se le asignen tienen que estar alineadas con sus estudios, tener un valor pedagógico y contar con unos objetivos definidos, coinciden las fuentes consultadas.
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Formar a los tutores académicos y de empresa
Es primordial avanzar hacia un modelo que dote a los tutores del apoyo necesario para ejercer su función y que puedan contar con el tiempo necesario para tutorizar las prácticas del alumnado, recoge el Libro Blanco de las Prácticas.
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Diferenciarlas de otras formas de trabajo
Y es que según el representante de CREUP, a veces las empresas ven a los estudiantes como mano de obra gratuita para cubrir necesidades estructurales. "Si las empresas se benefician del trabajo de una persona en formación, deben ofrecer algo a cambio: aprendizaje, tutorización y, cuando corresponda, una compensación económica", reclama Suárez.
En este sentido, el Anteproyecto de Ley del Estatuto de las personas en formación práctica no laboral en el ámbito de la empresa, conocido como Estatuto del Becario, pero que todavía no ha entrado en vigor, delimita las actividades formativas de las laborales y garantiza que los estudiantes en prácticas disfruten de condiciones dignas. Entre sus objetivos destaca evitar el uso de las prácticas como un recurso de precarización, asegurando los derechos para el alumnado.
En la siguiente infografía te explicamos cómo puedes diferenciar las prácticas universitarias de otras formas de trabajo.
¿Son necesarias las prácticas en todas las carreras?
Casi la mitad del alumnado (49%) que se graduó en el curso 2023-2024, lo hizo sin haber realizado ningún tipo de prácticas, apunta el estudio de la UCM y la agencia BTOB. Pero ¿convendría que fuesen obligatorias en todas las carreras?
La utilidad de las prácticas está fuera de duda, pero su necesidad y obligatoriedad en todas las titulaciones genera debate. Algunas universidades como la UVic apuestan por incorporarlas en todos los planes de estudio.
Es más, para Palomino, la inclusión de prácticas curriculares en todos los grados universitarios debería ser un horizonte deseable, porque "garantiza el acceso equitativo de todo el estudiantado a una experiencia práctica supervisada y evaluada".
Mientras tanto, otras voces alertan del riesgo de no poder ofrecer prácticas a todo el alumnado de grado, ya que el tejido empresarial español, compuesto mayoritariamente por pequeñas y medianas empresas, podría tener dificultades para ofrecer una oferta suficiente de prácticas de calidad para el conjunto del estudiantado.
Además, Gabriel Suárez recuerda que no todas las disciplinas tienen la misma vinculación con el mundo profesional. "Hay titulaciones donde las prácticas son indispensables, como en Medicina, y otras donde podrían plantearse como optativas", opina.
Más allá de hacerlas obligatorias, lo relevante es que las prácticas estén bien diseñadas, contextualizadas y supervisadas, y que todos los estudiantes tengan igualdad de oportunidades para acceder a ellas, concluyen los expertos.
¿Sabías que...?
- De entre las 3.327 titulaciones de grado impartidas en el curso 2023-2024, 1.804 contaban con créditos de prácticas obligatorios. La mayoría (39%) entre 11 y 20 créditos, según el Libro Blanco de las Prácticas.
- 7 de cada 10 estudiantes universitarios considera que en su carrera falta más formación práctica, según el informe de la UCM y la agencia BTOB.