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"España debe crear más oportunidades de formación para aquellos que más lo necesitan"

Entrevista

Dotar de más competencias a la población ayudará a que esta pueda afrontar los desafíos de la automatización del mercado laboral, asegura José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, en entrevista a Educaweb


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José Ángel Gurría Treviño, Secretario General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)
José Ángel Gurría Treviño (Tampico, México, 1950) es el Secretario General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) desde junio del 2006. Licenciado en Economía por la Universidad Autónoma de México y Máster en Economía por la Universidad de Leeds, también ha ocupado cargos públicos vinculados con la economía y las finanzas durante más de 30 años.  

Un informe reciente de la OCDE sobre el empleo (Employment Outlook 2019) arroja datos preocupantes sobre España. ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta el país?
 
En España hay más trabajos con alto riesgo de automatización (22 %) que en el promedio de países de la OCDE (14 %). Esto se explica, en parte, porque hay más trabajos en sectores donde el riesgo de automatización es alto, por ejemplo, en construcción, agricultura, alimentación.
 
Por ejemplo, las 25 ocupaciones con más demanda en la OCDE – medidas según el indicador del OECD Skills for Jobs – requieren competencias relacionadas con las tecnologías de la información, la resolución de problemas complejos y las habilidades cuantitativas. Además, en España, y al igual que en otros países de la OCDE, los trabajadores que afrontan un mayor riesgo de automatización y aquellos con menores niveles de competencias son los que menos participan en actividades de educación y capacitación.
 
 
¿Qué medidas urgentes debería tomar el nuevo gobierno del socialista Pedro Sánchez para hacer frente a esos desafíos?
 
España debe crear más oportunidades de formación para aquellos que más lo necesitan. Solo un 23 % de la población entre 16 y 65 años en España tiene un buen nivel de competencias numéricas y de comprensión lectora. Además, los niveles de competencias cognitivas y en tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) de las generaciones mayores y las más jóvenes son relativamente bajos en comparación con otros países de la OCDE.
 
Los análisis del Skills Outlook 2019 muestran que los trabajadores necesitan una amplia combinación de habilidades para adaptarse a las ocupaciones en transición. En particular, los resultados muestran que, para ayudar a los trabajadores en ocupaciones con alto riesgo de automatización a transitar a ocupaciones más seguras, se necesitará reforzar la formación tanto en habilidades cognitivas, como numéricas y de lectura, como en habilidades no cognitivas, como gestión, comunicación y autoorganización. También se requerirá cierta capacitación en tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC). En particular, las políticas que faciliten la combinación de trabajo y estudio son esenciales, no solo para contener los costes de la educación, sino también para reducir los riesgos de la automatización.
 
Para los grupos reducidos de personas cuyos empleos pueden desaparecer en el corto plazo, la capacitación debe comenzar con antelación. Por ejemplo, en muchos países los servicios públicos de empleo han desarrollado intervenciones tempranas que comienzan en el momento de la notificación del despido. El plazo de preaviso de dos semanas de España es corto en comparación con el resto del mundo y su posible prolongación, si se alarga y se asegura que no implique un aumento de los costes de despido para las empresas, se facilitaría la implementación de intervenciones tempranas.
 
El desafío de volver a capacitar y dotar de un mayor nivel de competencias a una población adulta, que en la actualidad tiene bajos niveles de habilidades, es enorme, por lo que el gobierno debería sumar a los empleadores para que contribuyan a la capacitación y el financiamiento del aprendizaje a lo largo de toda la vida. Esto requiere la implementación de incentivos fiscales adecuados. Además, cabe señalar que los cursos impartidos por el Ministerio de Trabajo tienen que mejorar su alineación con las necesidades del mercado laboral.
 
"El desafío de volver a capacitar y dotar de un mayor nivel de competencias a una población adulta, que en la actualidad tiene bajos niveles de habilidades, es enorme".
 
Existen tres sectores especialmente vulnerables en el mercado laboral español: jóvenes, mujeres y trabajadores atípicos, esto es, desprotegidos por la legislación actual. ¿Cuáles son las principales medidas a implementar para que consigan empleos de mayor calidad?
 
Es esencial que las oportunidades de formación sean accesibles para todos. Todos los países, incluyendo España, afrontan importantes retos en este ámbito. Las políticas de capacitación deberían facilitar la transición de los trabajadores cuyos puestos de trabajo corren un alto riesgo de ser automatizados a nuevos empleos y de mejor calidad.
 
A medida que los mercados laborales evolucionan en respuesta a la digitalización, los gobiernos deben encontrar un equilibrio adecuado entre las políticas que fomentan la flexibilidad y la movilidad laboral, y las políticas que garantizan la estabilidad del empleo. Es difícil evaluar con precisión los costes de formación o capacitación para ayudar a los trabajadores a transitar hacia ocupaciones con un menor riesgo de automatización, pero nuestros análisis muestran que esos costes pueden ser considerables. Este desafío requiere intervenciones integrales y coordinadas, con las políticas relacionadas con las competencias en el centro de éstas. Requiere además que todos los actores, incluidos el gobierno, empresas e individuos, participen en la financiación de las actividades de capacitación.
 
Los gobiernos también deberían esforzarse por garantizar el acceso al trabajo y a la protección social de los trabajadores, independientemente de su situación contractual o laboral. Los trabajadores en la "zona gris" entre asalariados y por cuenta propia son especialmente vulnerables. Su situación debe ser fortalecida, reforzando por ejemplo la lucha contra el falso autoempleo y corrigiendo la asignación de incentivos fiscales por clasificaciones incorrectas. El Gobierno español ha avanzado en la dirección correcta en los últimos años, por ejemplo, reforzando las inspecciones de trabajo, pero aún queda mucho por hacer.
 
 
Entre las soluciones, el informe destaca la importancia de la educación y la formación. España es el tercer país de la OCDE con más abandono escolar. ¿Qué medidas habría que implementar para reducirlo todavía más?
 
En España las tasas de matriculación son muy altas entre la población de 15 a 17 años y el 34 % de la población adulta joven de 25 a 34 años no ha alcanzado el nivel de Educación Secundaria Superior (es decir, Educación Secundaria Postobligatoria), comparado con la media del 15 % de la OCDE. Además, España ostenta la cifra más alta de alumnos repetidores en programas generales de Educación Secundaria Inferior (Educación Secundaria Obligatoria) de todos los países de la OCDE.
 
La gran reducción en el abandono escolar en España se ha conseguido principalmente por la modernización de la Formación Profesional y el desarrollo de la FP Dual, que se ha convertido en una vía atractiva y de elevada empleabilidad para muchos jóvenes. Ambas tienen un importante componente de aprendizaje en el ámbito laboral, lo que asegura una alineación con las necesidades del mercado laboral, la adquisición de competencias relevantes, y como consecuencia mejores posibilidades de obtener un empleo.
 
En 2017 el 16 % de los españoles de 15 a 29 años eran "NiNis" (con grandes diferencias entre comunidades autónomas: del 9 % en el País Vasco al 29 % en Melilla), y en su mayoría estaban buscando empleo de forma activa. Los programas de Formación Profesional están destinados a dotar de los conocimientos necesarios para una mejor inserción laboral, pero hay que asegurarse que dichos programas son de calidad para cumplir su función. La implicación de las empresas es crucial para proporcionar una formación que se adecúe con lo que ellas mismas demandan en su búsqueda de trabajadores.
 
"Para mejorar la calidad de los servicios de orientación profesional es importante establecer requisitos mínimos para la orientación dentro de la Educación Secundaria, que deben incluir interacciones repetidas con los empleadores".
 
 
En numerosos países la orientación académica y profesional todavía no es un derecho universal. ¿Qué medidas podría poner en marcha la OCDE para que sus países miembros le dieran más importancia al proceso de acompañamiento en la toma de decisiones sobre el futuro académico y profesional?
 
La oferta de información y orientación precisa, completa y actualizada es fundamental para ayudar a los estudiantes a tomar decisiones bien informadas sobre en qué educación y habilidades invertir.
 
Hay que asegurarse de que el alumnado y sus familias tomen decisiones informadas y para ello es necesario que los centros educativos tengan toda la información, y compartan con los alumnos y las alumnas no sólo los programas que ellos ofrecen sino los que se brindan en otros centros, en particular los ofrecidos por los centros de Formación Profesional y las oportunidades en la FP Dual.
 
Los alumnos se deben sentir informados y acompañados en su elección de los estudios a seguir para que se adecúen a sus deseos y habilidades. Para mejorar la calidad de los servicios de orientación profesional es importante establecer requisitos mínimos para la orientación dentro de la escuela Secundaria, que deben incluir interacciones repetidas con los empleadores.
 
También es crucial proporcionar a los asesores de orientación profesional una capacitación regular para garantizar que estén bien informados sobre las oportunidades en el mercado laboral y las habilidades en demanda. La reciente información en línea sobre los requisitos y los resultados en el mercado laboral de las calificaciones que se han producido en España (por ejemplo, el programa "¿Qué estudiar y dónde en la Universidad?") es un paso en la dirección correcta, pero debería integrarse mejor y ser de más fácil acceso para los usuarios, tanto estudiantes como orientadores profesionales.
 
"Es fundamental equipar a los estudiantes con un mayor nivel de competencias y con aquellas que no pueden ser automatizadas: cognitivas, socioemocionales y nuevas competencias transversales como el pensamiento crítico, la resolución de problemas complejos, la resiliencia y la adaptabilidad".
 
¿Cuál cree que son los tres mayores retos de la educación en España para que las personas puedan encontrar un trabajo digno en un mercado laboral automatizado e inestable?
 
Es fundamental equipar a los estudiantes con un mayor nivel de competencias y con aquellas que no pueden ser automatizadas: cognitivas, socioemocionales y nuevas competencias transversales como el pensamiento crítico, la resolución de problemas complejos, la resiliencia y la adaptabilidad. Además, es importante que aprendan a resolver tareas complejas en entornos digitales.
 
Ello requiere abordar tres desafíos: en primer lugar, una mejora de la calidad del profesorado que no sólo asegure unos procesos de selección más exigentes, para que también permita formar a los profesores que llevan tiempo en la carrera docente. En segundo lugar, unos contenidos curriculares que evolucionen de la memorización de contenidos a la adquisición de las competencias mencionadas. Finalmente, unas evaluaciones nacionales que señalen con claridad qué conocimientos y competencias es necesario adquirir para obtener un título al final de cada etapa.
 
El ranking de Eurostat sobre población ocupada que continúa formándose a lo largo de su carrera sitúa a España en una posición desfavorable, por debajo de la media de la Unión Europea, una vez que salimos de la escuela o la universidad. ¿Cuáles son las causas y por dónde habría que empezar para revertir esta dinámica?
 
El aprendizaje a lo largo de la vida también puede contribuir a lograr objetivos no económicos. La integración social requiere que los individuos cuenten con las competencias básicas y los conocimientos necesarios para poder ejercitar sus derechos y responsabilidades como ciudadanos. En España, el 53 % de los adultos participa en la educación para adultos y la mayoría de ellos optan por la educación no formal. Pero uno de cada tres adultos deseaba participar en actividades de aprendizaje en los 12 meses anteriores a la encuesta, y el motivo más habitual por el que no estaba matriculado eran las responsabilidades familiares.
 
España debe continuar proveyendo y promoviendo la educación formal y no formal a lo largo de la vida, sobre todo para los adultos con un menor nivel de comprensión lectora, ya que son ellos los que participan menos en la educación y los que más se pueden beneficiar.
 
Imagen: Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos? (OCDE)
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