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Un reto por la calidad y calidez educativa

Artículo de opinión

  • 10/11/2016

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Edgar Herrera Galárraga, Vicerrector Unidad Educativa Vicente León (Latacunga, Ecuador)
Desde la experiencia ecuatoriana, debo compartir que, a partir de 2012, se viene instalando un Nuevo Modelo de Gestión Educativa (NMGE) al amparo de la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI, 2012) y la Constitución del 2008.

Dicho modelo contempla un conjunto de estándares que guían la gestión en varios ámbitos: aprendizaje, gestión escolar, desempeño profesional e infraestructura. 

La LOEI consagra procedimientos para ingresar en una ruta profesional o promoción a una función jerárquica superior, así: docente, docente mentor, inspector y subinspector, vicerrector o subdirector, rector o director, auditor educativo, asesor educativo, docente consejero estudiantil. A todos ello se accede mediante concursos públicos que contemplan una serie de evaluaciones, eventos de formación y pruebas a fin de obtener la elegibilidad y se complementan con el diseño de un proyecto de gestión educativa, el mismo que es sustentado ante un tribunal, que al final otorga un resultado de ganador o no, y a cumplir con las funciones.

Del proceso referido, hay momentos que a su vez son filtros en donde "se van quedando" los docentes que intentan acceder a la promoción, pasa por la inscripción, una prueba psicométrica que declara idóneo o no idóneo, los primeros continúan al evento formativo, unos aprueban y otros no, se requiere obtener al menos un 80% del total del puntaje, es declarado elegible, y luego va al proyecto.

Como había mencionado, en Ecuador estos procesos son nuevos, y al tener esa característica, uno de los primeros factores que disuaden es el básico "temor a lo desconocido", por lo que el número de participantes es reducido. Podría decir que es un dilema, ¿me quedo en la zona de confort en la que estoy o me arriesgo a lo desconocido?, pero, como en todo, existen los 'arriesgados', aquellos docentes que están dispuestos a asumir nuevos retos, aquellos que asumen los nuevos paradigmas del sector.

Otro de los factores en esta línea tiene que ver con las competencias digitales. Gran parte de estos procesos se realizan en línea y un gran porcentaje de docentes, debido a su edad o interés, no han desarrollado esas competencias digitales o manejo de las Tecnologías de la Información y Comunicación. Este hecho va relacionado con la edad del docente. Podría señalar que los docentes noveles tienen una adecuada competencia digital, otros docentes que estamos por la mitad de la carrera tenemos una mediana competencia digital y docentes que están en la recta final de su carrera tienen una menor competencia digital.

Un tercer factor que vale la pena señalar es el referido a 'no complicarse' con los miembros de la comunidad educativa, tiene que ver con prever no enemistarse con los colegas, porque son parte de una cultura organizacional y conocen los 'defectos como las virtudes' de sus compañeros y anticipan que al llegar a ser directores o rectores tendrán que 'corregir' a sus compañeros y ese intento les traerá problemas, y para evitarse, mejor 'no participo' de estos procesos para acceder a una función directiva.

Pero también, ¿qué motiva a los profesionales de la educación ecuatoriana a ser directivos?. Partiendo de una predisposición interna, son 'los arriesgados', como había señalado anteriormente, quienes encuentran una oportunidad para aprender o para poner en práctica su formación, es en sí el espacio adecuado para ejercer e implementar propuestas generalmente relacionadas con la calidad de la educación en sus unidades educativas.
Otro factor motivante es también la estabilidad, ya que de acceder a un cargo directivo tiene una duración de cuatro años pudiendo volver a participar o ser reelegido, lo que da continuidad a los procesos que se implementen.

Y finalmente, hay que manifestar que otro factor es el económico, es el reconocimiento material a la función y capacidad, el mismo que supera en un 120% al salario docente. Por ejemplo, si el docente gana por su labor unos mil dólares, el directivo gana dos mil doscientos dólares.

En todo esto, tanto docentes como directivos tienen la oportunidad de postular y acceder a becas de desarrollo profesional,  inversión que es asumida en su totalidad por el Estado a través del Ministerio de Educación.

En fin, diría que ser directivo es asumir un reto educativo y profesional para contribuir con un ideario nacional en la formación de los presentes y futuros ciudadanos con calidad y calidez.
 
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