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¿Cómo está contemplada la educación emocional en el anteproyecto de LOMCE?

Artículo de opinión


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Rafael Bisquerra. Catedrático en la Universitat de Barcelona. Miembro del Grup de Recerca en Orientació Psicopedagògica (GROP) y fundador de la Fundació per a l'Educació Emocional (FEM)
Sobre el anteproyecto de LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa), también conocida como Ley Wert, se están escribiendo y difundiendo muchas críticas por razones muy diversas. Me voy a centrar en este texto en un comentario crítico desde la perspectiva de la educación emocional.

En primer lugar vamos a recordar que en la LOE (Ley orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, BOE de 4 de mayo) se dice en el preámbulo: "Se trata de conseguir que todos los ciudadanos alcancen el máximo desarrollo posible de todas sus capacidades, individuales y sociales, intelectuales, culturales y emocionales..."

En consonancia con este preámbulo, en el Art. 71 se dice: "Las Administraciones educativas dispondrán los medios necesarios para que todo el alumnado alcance el máximo desarrollo personal, intelectual, social y emocional..."

Si bien no se puede afirmar que este principio de educación integral, recogido en la LOE, sea una realidad en la práctica, como mínimo hay que reconocer que abre la puerta a una perspectiva amplia de la educación que toma en consideración el desarrollo integral de la persona.

Todo esto está en consonancia con la revolución emocional, representada por la difusión de la inteligencia emocional, educación emocional y competencias emocionales.

Todo esto no se tiene en absoluto en cuenta en el anteproyecto de la LOMCE (Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa), donde no aparece ni una sola vez la palabra emoción ni ninguno de sus derivados (educación emocional, competencias emocionales, inteligencia emocional).

Considero que solamente esto ya es un claro indicador de retroceso educativo. De una ley innecesaria que toma en consideración las nuevas tendencias educativas ni las necesidades sociales. Sobre la importancia y necesidad de la educación emocional, así como de sus efectos positivos sobre múltiples aspectos de la vida ya se dispone de abundante bibliografía, de la cual se citan algunas referencias al final de este documento. Estamos en un momento en que se hace necesaria una implicación por parte de la Administración pública en el desarrollo integral de la persona y no solamente en las áreas académicas ordinarias. En el anteproyecto de LOMCE están presentes unos principios en total contraposición con lo que estamos comentando. Veamos un ejemplo como muestra.

En el Preámbulo de la LOE (2006) se dice: "Las sociedades actuales conceden gran importancia a la educación que reciben sus jóvenes, en la convicción de que de ella dependen tanto el bienestar individual como el colectivo. La educación es el medio más adecuado para construir su personalidad, desarrollar al máximo sus capacidades, conformar su propia identidad personal y configurar su comprensión de la realidad, integrando la dimensión cognoscitiva, la afectiva y la axiológica. Para la sociedad, la educación es el medio de transmitir y, al mismo tiempo, de renovar la cultura y el acervo de conocimientos y valores que la sustentan, de extraer las máximas posibilidades de sus fuentes de riqueza, de fomentar la convivencia democrática y el respeto a las diferencias individuales, de promover la solidaridad y evitar la discriminación, con el objetivo fundamental de lograr la necesaria cohesión social. Además, la educación es el medio más adecuado para garantizar el ejercicio de la ciudadanía democrática, responsable, libre y crítica, que resulta indispensable para la constitución de sociedades avanzadas, dinámicas y justas. Por ese motivo, una buena educación es la mayor riqueza y el principal recurso de un país y de sus ciudadanos."

Comparemos este texto con el primer párrafo del anteproyecto de la LOMCE (2012): "La educación es el motor que promueve la competitividad de la economía y las cotas de prosperidad de un país; su nivel educativo determina su capacidad de competir con éxito en la arena internacional y de afrontar los desafíos que se planteen en el futuro. Mejorar el nivel de los ciudadanos en el ámbito educativo supone abrirles las puertas a puestos de trabajo de alta cualificación, lo que representa una apuesta por el crecimiento económico y por conseguir ventajas competitivas en el mercado global."

¿El lector encuentra alguna diferencia? En el fondo está el dilema de educar para integrar en el sistema productivo (competitivo) y solamente esto, o si hay que educar para el desarrollo integral que permita la construcción del bienestar, lógicamente con la participación de todas las personas al bien común a través del desarrollo profesional.

He firmado una petición de retirada del anteproyecto de Ley LOMCE dirigida al Ministro de Educación José Ignacio Wert, con la intención de que se promueva

un diálogo con comunidad educativa. Ya va siendo hora de acabar de una vez por todas con los inútiles cambios de legislación con cada cambio de gobierno. Conviene dejar claro que los cambios de ley no cambian por sí solos la práctica educativa. Lo que se necesita son programas efectivos de formación del profesorado y una ley consensuada entre los agentes implicados con perspectivas de futuro que superen las coyunturas políticas.

Las personas que quieran apoyar la retirada el anteproyecto de la LOMCE lo pueden hacer a través de diversos canales existentes en la web, tales como por ejemplo:
http://www.change.org/es/peticiones/ministro-de-educaci%C3%B3n-jos%C3%A9-ignacio-wert-retirada-anteproyecto-ley-lomce-y-di%C3%A1logo-con-comunidad-educativa


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Postgrado en Educación emocional y bienestar: http://stel.ub.edu/grop/files/Informacio_PEEB_castella.pdf
Postgrado en Inteligencia emocional en las organizaciones: http://stel.ub.edu/grop/es/mie-es
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