Encuentra tu curso ideal

9%

¿Qué quieres estudiar?

La importancia de la orientación académica y profesional para prevenir el fracaso escolar

Artículo de opinión

  • 12/12/2011

  • Valora

  • Deja tu comentario
Montserrat Oliveras i Bagués. Directora de Educaweb, psicóloga y orientadora académica y profesional
En un estudio del Consell de Treball Econòmic i Social de Catalunya (CTESC) se evidencia que los factores institucionales y familiares son los aspectos más importantes a la hora de medir el riesgo de fracaso escolar.

Aunque a nivel institucional, el informe del CTESC destaca el peso de la práctica docente a la hora de prevenir el fracaso escolar, existen también otros elementos sumamente importantes y que merecen mención.

Los centros educativos deben dar un giro de 180 grados para prevenir el fracaso escolar en sus aulas y ello implica una profunda transformación a todos los niveles, tanto en los ámbitos administrativo y de gestión como en el educativo y pedagógico.

Por lo que a las transformaciones pedagógicas se refiere, en primer lugar, las entidades educativas deberían tener en cuenta, tal y como muestra el estudio del CTESC, que la orientación académica y profesional es una medida preventiva fundamental. En segundo lugar, es preciso considerar que la orientación es un proceso que se define dentro de los parámetros del Lifelong Learning.

La orientación debe dejar de centrarse sólo en los momentos de transición pasar a entenderse como un proceso continuo que se lleva a cabo a lo largo de la vida. Es por eso que la orientación debería introducirse ya a edades tempranas, mediante actividades permitan a los niños y niñas descubrir el mundo de las profesiones y ocupaciones y aprender a conocerse a sí mismos. Todo ello sin las prisas que en las épocas de transición se experimentan.

Al igual que la orientación no debe limitarse a las etapas de transición tampoco hay que considerarla como una actividad propiamente dicha, encerrada entre cuatro paredes y llevada a cabo en una franja horaria concreta, sino que puede tratarse de manera transversal y estar presente en las diferentes materias.

Finalmente, la orientación debe adaptarse a la coyuntura. Actualmente, el país sufre un exceso de titulados universitarios y una carencia de profesionales técnicos. Por este motivo, es esencial comprender que la universidad no es la única opción a la que tienen acceso los jóvenes. La orientación académica y profesional debe dar a conocer todas las posibilidades existentes, tanto la formación reglada como la no reglada.

La orientación académica y profesional muestra a la persona, mediante información contrastada y analizada, todo el amplio abanico de estudios y profesiones al que puede acceder para que ella con conocimiento de causa decida. Cualquier elección es buena mientras se haya tomado a consciencia. No hay que temer a los errores porque de ellos se aprende y la reorientación es posible: se puede reconducir la carrera académica y profesional con una adecuada orientación. Y no solo se puede reconducir, sino que es posible que a lo largo de la vida se cambie de profesión, ya que el mercado laboral está en contínuo cambio, están apareciendo nuevas profesiones y otras se están transformando. Por eso será de gran utilidad poseer los recursos necesarios para afrontar los cambios.

Todas estas transformaciones deben plasmarse en la implicación del profesorado y en su formación. La figura del orientador requiere unos conocimientos y una actualización continua en cuanto a los itinerarios académicos y formativos, en el conocimiento de la demanda y oferta del mercado laboral, sobre los sectores emergentes y las nuevas ocupaciones, en referencia al análisis del perfil individual de cada alumno (actitudes, preferencias personales, valores, competencias…), etc.

No nos olvidamos de la familia, actor clave para prevenir el fracaso escolar. Y es que la persona, a través de su comportamiento y sus relaciones en el ámbito familiar, con sus compañeros y consigo mismo, evidencia la construcción de su identidad, abandonando progresivamente su dependencia infantil y asumiendo responsabilidades como adulto. Es la familia pues, un apoyo clave para la libre elección del joven.
Deja tu comentario