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"Hoy en día innovar no es una alternativa, sino que debe ser un componente intrínseco en el día a día de nuestra organización. Debemos innovar en todos y cada uno de los procesos internos y externos"

Entrevista


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Entrevista a Carme Artigas. Asesora de empresas y experta en innovación y tecnologías de la información. Ha dirigido centros de innovación y un fondo de capital-riesgo tecnológico europeo. Co-fundadora y socia-directora de Synergic Partners, empresa de consultoría tecnológica
¿Qué diferencias existen entre la innovación y la creatividad?

La creatividad es una capacidad intelectual, una habilidad, que nos permite proyectar nuevas ideas o conceptos y resolver problemas a través de estrategias novedosas. La creatividad se puede- y se debe- estimular tanto a nivel individual como a nivel organizativo y social. Sin embargo la innovación no es una capacidad, es un proceso, una actividad que culmina en un resultado final que conduce al progreso. Es el resultado de aplicar la creatividad, pero también métodos y tecnología para desarrollar nuevos productos o servicios o en la mejora de nuestro entorno. En resumen, la creatividad es gratis y no es finalista. La innovación requiere esfuerzo e inversión y se concreta en un resultado final.

¿Cuáles son las principales áreas de innovación en las organizaciones?

Hoy en día innovar no es una alternativa, sino que debe ser un componente intrínseco en el día a día de nuestra organización. Debemos innovar en todos y cada uno de los procesos internos y externos. La innovación permite mejorar y diferenciarnos y por tanto escapar de la masificación o "comoditización". Si todos hacemos lo mismo de la misma manera sólo nos podemos diferenciar por precio y esto supone bajos costes y países sin nuestros niveles de bienestar social. Debemos por tanto aportar valor añadido en nuestras actividades productivas. Y la innovación nos da la oportunidad de diferenciarnos de 3 maneras:
  • Desarrollando productos nuevos
  • Desarrollando servicios nuevos
  • Desarrollando relaciones nuevas (con nuestros clientes, con otras empresas, con la sociedad, con los alumnos, profesores o padres).
Este último aspecto es el que está cobrando más importancia hoy en día y viene favorecido por el nuevo entorno de las redes sociales e Internet.

En cualquier caso, el concepto de innovación en una organización en la actualidad ya no está centrado sólo en el I+D y en un grupo cerrado de personas que piensan y protegen su conocimiento, sino que pasa por el intercambio de ideas e información, incluso fuera de las fronteras naturales de las empresas. Es lo que se llama open innovation.

¿El resultado de la innovación debe ser el beneficio empresarial? ¿Cómo aplicamos esta idea a la gestión de centros u organizaciones educativas?

Lamentablemente, no siempre el beneficio está ligado a la innovación. De hecho las empresas con más beneficios son las que gozan de un monopolio de mercado que les permite ganar sin necesidad de invertir ni en innovación ni en la mejora de su servicio. Y muchas empresas que dedican grandes inversiones en I+D+I no siempre consiguen ser rentables. Pero evidentemente, en un mercado no distorsionado, en libre competencia y acceso a recursos (que concretamente en España hoy en día es el factor limitante), la innovación constituye sin duda la ventaja competitiva más clara.  

La innovación no busca per se el beneficio directo sino que tiene como finalidad en sí misma:
  • Cubrir mejor que los demás una necesidad existente que no está bien cubierta por el mercado, aplicando métodos o técnicas mejores o novedosas.
  • Dar respuesta a necesidades nuevas no cubiertas, desarrollando nuevos productos o servicios.
  • Descubrir nuevas necesidades gracias a nuevos enfoques o tecnologías, creando un nuevo mercado donde no existía.
Desde mi punto de vista las organizaciones educativas deberían ser punta de lanza a la hora de aplicar la innovación, ya que precisamente son la plataforma de formación y proyección de las generaciones futuras y los conceptos y habilidades de hoy ya no van a servir.  Pero, como he dicho antes, la innovación hoy en día no se restringe sólo  en crear grupos de trabajo a nivel interno para pensar cómo hacemos lo mismo de manera distinta o en cómo incorporamos Internet en las aulas.

Éste es un caso muy paradigmático: habilitamos las aulas con ordenadores e Internet pero manteniendo un estilo de transmisión del conocimiento tradicional, de uno (profesor) a muchos (los alumnos). Si justamente lo que permite Internet y las redes sociales es la comunicación de todos con todos y la interactividad,  nos tendremos que cuestionar hasta qué punto debe ser siempre el profesor el guardián de conocimiento o pueden ser también los alumnos quien aporten conocimiento al aula para el debate y la reflexión. De hecho, el problema de nuestros alumnos no es la falta de acceso a la información, como en los siglos pasados, que requería por tanto la figura del educador como transmisor de este conocimiento de generación en generación. Hoy en día el problema es el EXCESO de información y la incapacidad de los alumnos en conceptualizar, abstraer, resumir, buscar y solucionar cosas por sí mismos,  distinguir entre lo principal y lo secundario, entre una información real de una falsa y en la dificultad de seleccionar, elegir y tener criterio ante la infoxicación.

Desde mi punto de vista, la educación actual debería dar menos peso a los conocimientos (sí en cómo y dónde buscarlos en más de una fuente, no sólo el libro o los apuntes) y más peso a las habilidades, entre las cuales van a ser un factor clave la capacidad de pensamiento abstracto y crítico, colaborar y trabajar en equipo,  compartir conocimiento, la comunicación en distintos idiomas y el espíritu emprendedor.

¿El objetivo de innovar es ser diferente? ¿Cómo puede encontrar un centro educativo el valor añadido que le distingue de otros centros similares?

La innovación real pasa por observar y anticiparse a los cambios. Las comunidades educativas deberían conectarse con comunidades de otras disciplinas (a nivel social, tecnológico y empresarial)  y otros países, intercambiar ideas e información y analizar las tendencias a medio y largo plazo para luego aplicar lo que en cada entorno tenga sentido sin perder la identidad.  Por ejemplo, una de los servicios que prestamos en nuestra empresa, Synergic Partners, es lo que llamamos "Radares tecnológicos". Es decir, observamos en distintos puntos del mundo (empresas, centros de investigación y universidades) lo que está pasando con una serie de tecnologías clave que seleccionamos  para cada sector y proporcionamos conocimiento a nuestros clientes de estos cambios y tendencias para que puedan anticiparse, a la vez que les conectamos con empresas punteras para que hagan alianzas. Estoy segura que un concepto parecido también funcionaría para un centro educativo: crear un observatorio de tendencias,  hacer benchmarking con otras entidades (no sólo educativas) para aprender lo que otros hacen mejor y crear un estilo propio (su propia marca).

¿Qué importancia tiene la eficiencia en la gestión en épocas de crisis?

Ninguna entidad o empresa podrá subsistir hoy en día sin una gestión no solamente eficiente, sino ALTAMENTE EFICIENTE. Sin duda debemos hacer mucho más con muchos menos recursos. Es ahí donde necesariamente debemos aprovechar la innovación para rediseñar todos nuestros procesos de gestión interna, eliminar duplicidades, ineficiencias históricas, información redundante o duplicada y para también decidir exactamente a lo que nos debemos dedicar y centrarnos en lo que sabemos hacer mejor, delegando o subcontratando lo demás. Se debe aprovechar esta oportunidad única para introducir cambios que ahora lo son por necesidad, pero que nos deberán acompañar también cuando la situación mejore.

¿Qué diferencias hay entre la innovación disruptiva y la innovación evolutiva? ¿Cuál seria el modelo más adecuado para un centro educativo?

La innovación evolutiva es aquella que introduce un cambio sustancial o una mejora en la manera en que resolvemos una necesidad actual, sin distorsionar el "status quo". Por ejemplo, el coche eléctrico es una innovación evolutiva respecto al coche actual, más ecológica, sin ruidos y con menor gasto energético, pero no va a suponer un cambio ni en la manera de conducir, ni en los semáforos ni en las carreteras.

En cambio, una innovación disruptiva es aquella que conlleva un cambio radical en el modelo de negocio o en el mercado, para satisfacer una demanda nueva o para satisfacer una demanda existente, aunque no suponga necesariamente una mejora inmediata. Un ejemplo es la cámara digital. Las primeras cámaras digitales no necesariamente eran mejores que las cámaras réflex, de hecho la calidad de la imagen era claramente inferior. La cámara digital no es una evolución de la cámara réflex, es una cosa distinta. Supone la desaparición de un mercado (venta y revelado de carretes fotográficos…) y la aparición de otro mercado nuevo (impresoras fotográficas, webs de álbumes digitales, etc.). Otra innovación disruptiva es Internet y las redes sociales, ya que crean canales y medios de comunicación que no existían y que se rigen por otros modelos y parámetros de los que aún estamos descubriendo su potencialidad.

Creo que un centro educativo debe adoptar la innovación evolutiva como parte de su proceso de funcionamiento y mejora continua. Pero debe ser capaz también de de adoptar las innovaciones disruptivas que le permitan transformar su modelo de trabajo o de relación. Sería muy interesante que todas las escuelas y centros educativos tuvieran su "laboratorio" de innovación que les permitiera lanzar experiencias piloto para ensayar los nuevos modelos organizativos y educativos del futuro. Y por supuesto los estados y sus administraciones deberían apoyar estas iniciativas.

¿Es necesaria la formación de los recursos humanos para favorecer el desarrollo de la innovación de un centro u organización?

Los recursos humanos son el activo más importante de toda organización. Pero en el caso de un centro educativo es sin duda el activo crítico. Se debe mantener, desarrollar y actualizar constantemente el talento de directivos y docentes, no solamente a nivel de sus conocimientos sino también de sus capacidades y habilidades. Difícilmente un centro va a ser innovador si su equipo humano no lo es y por tanto tampoco van a poder formar alumnos innovadores, creativos y excelentes. Y ello debe ir acompañado por un mayor reconocimiento social de los centros educativos y de sus docentes.

¿En qué aspectos debería hacer énfasis la formación para mejorar la labor de los gestores en el contexto educativo (organización, funcionamiento, recursos humanos, normativa, etc)?

Entiendo que, como cualquier otro directivo, los gestores de un centro educativo deben tener formación  en gestión y habilidades directivas y en el liderazgo de equipos. Quizás, más que en otro contexto, cobra importancia la capacidad de motivación del personal docente, la capacidad de captar y retener talento y de generar un equipo cohesionado con pasión por su trabajo. Y un poco más de marketing, que no viene mal…

¿Qué elementos favorecen la innovación en la gestión de los centros educativos y las organizaciones?

Como he comentado, la innovación se consigue cambiando los procesos internos y creando un entorno abierto al intercambio de ideas dentro y fuera de la organización, premiando la iniciativa y tolerando el riesgo.

La formación y utilización de las nuevas tecnologías y de las redes sociales en los procesos internos del centro, en la relación del centro con los alumnos, los padres y la comunidad educativa es un elemento transformador importante.

Pero sobre todo está el intercambio de conocimiento con otras comunidades, educativas o no. Creo que sería interesante que los profesores pudieran hacer "stages" de 1 año en otros centros educativos y países, intercambiándose con otros profesores, para volver al centro al año siguiente aportando nuevos conocimientos y experiencias.

¿Cuáles cree que son los principales retos a los que debe enfrentarse un directivo o gestor de un centro u organización educativa actualmente?

Con carácter inmediato, la capacidad de hacer frente a recursos limitados y a restricciones presupuestarias, con lo que se tendrá que ser muy creativo para hacer más con menos. Pero el problema de fondo, como todos sabemos, es el de un cambio de modelo sustancial para hacer frente al problema del fracaso escolar y a la mejora la calidad de la enseñanza en nuestro país. Creo que se debe empezar a cuestionar todo lo preestablecido, aprender de otros países e innovar, aunque nos equivoquemos al principio, hasta encontrar el camino. Pero este cambio debe iniciarse desde la propia comunidad educativa, no esperando cambios en las leyes o en las administraciones .Los centros educativos deben ser los impulsores de esta  transformación. Y para ello se necesitan líderes innovadores dentro de la comunidad educativa.

¿Podemos aplicar estrategias empresariales de innovación en la gestión del contexto educativo?

Seguro que sí. Hoy en día a nivel empresarial nadie se plantea hacerlo todo solo, es imprescindible establecer alianzas con otros. Existen aún muchos centros educativos a menudo están aislados en sí mismos y no comparten recursos ni ideas ni proyectos con los demás. Otra estrategia de innovación empresarial es asociarse con Centros de Excelencia, vinculados a otras empresas o a entornos académicos, para transferir conocimiento y desarrollar mejores prácticas. No estaría mal que también los centros educativos buscaran quienes son sus "Centros de Excelencia" con quien relacionarse (otros centros nacionales o internacionales, una empresa privada, una institución de referencia, etc.) y aplicar las mejores prácticas al entorno educativo.

Por último, la empresa hoy en día actual debe incorporar la movilidad de recursos y personas como algo intrínseco, las tecnologías y las redes sociales (twitter, facebook,etc) como nuevos canales de comunicación con sus clientes, así como la colaboración entre equipos virtuales como un nuevo patrón de trabajo. Los centros educativos deben estar atentos a estos procesos de transformación y prepararse para ello. Aunque lo más importante, sin lugar a dudas, es  formar a los futuros ciudadanos en principios y valores, algo que debería estar por encima de modas, innovaciones y tendencias.
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