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El tutor; elemento esencial del plan estratégico de centro

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Joaquim Juncosa Bartolí. Abogado y profesor de Formación y Orientación Laboral (FOL) en la Escola Municipal d'Art i Disseny Illa (Sabadell)
Como profesor de la asignatura de Formación y Orientación Laboral (FOL) de varios ciclos formativos de grado superior de artes plásticas y diseño, a menudo me encuentro con un alumando que no saben cómo dirigir su carrera profesional. La mayoría de ellos vienen de bachillerato artístico sin tener clara una vocación artística, y aunque son pocos los que la van descubriendo durante los años de estudios, la mayoría acaban con un título y se insertan en el mundo laboral, en más o menos poco tiempo.

Seguramente, este final satisfactorio y esta rápida inserción se deben a la orientación que se realiza a lo largo de todo el ciclo. Cada vez más, los alumnos/as, tienen problemas familiares, personales y económicos, que en ocasiones, les hacen dudar si lo mejor no es dirigirse al mercado laboral y abandonar los estudios, con lo poco que han aprendido, pero creyendo que será suficiente para encontrar un trabajo. Afortunadamente, la mayoría son disuadidos de la idea y orientados hacía la necesidad de finalizar el ciclo y continuar su formación a lo largo de la carrera profesional que empezarán.

Cada alumno/a es único, diferente y por ello, la labor del tutor es esencial. Solo desde el conocimiento individual de cada uno de ellos pueden los tutores y el profesorado profesores acompañarlos a lo largo de sus estudios y en los primeros pasos de su vida laboral.

Ante esta situación, cada centro debería tener, además de un proyecto educativo, un plan estratégico, como elemento esencial de la vida del centro, dando valor y relevancia a la labor de los tutores, profesores y profesionales que son los que conocen a cada alumno, son los que pueden acompañarlos colectivamente y también individualmente cuando detectan problemas, y también aptitudes, que merecen una atención o un consejo especial. Este plan estratégico debe contemplar un buena acogida del alumnado, dándole a conocer el proyecto educativo del centro, implicándolo desde antes de que empiecen, plantear un seguimiento del mismo a lo largo de los años que pasen en la escuela, y preparar la salida al mundo laboral, ofreciéndoles la posibilidad de contar con el centro a lo largo de su vida profesional, pero sobretodo en los primeros pasos que a partir de entonces empezarán. Por ello, también sería deseable dar valor y relevancia a la relación con los ex alumnos, tanto para establecer vínculos y puentes profesionales con ellos, donde el alumnado actual se puedan mirar, como para dar soporte en casos de reorientación profesional.

La orientación en el etapa escolar es esencial, para que cada estudiante dirija correctamente sus estudios, pero no solo en la etapa de primaria, sino a lo largo de toda la vida escolar y profesional. La vida escolar y la laboral/profesional son, en este momento, vasos comunicantes a los que todos vamos regresando a lo largo de nuestra vida.

Debemos formarnos continuamente y dirigir nuestros pasos profesionales hacia nuevos caminos que seguramente no nos habíamos ni imaginado cuando estudiábamos. En estas decisiones es esencial contar con una buena orientación, y por ello cada vez más, personas adultas, trabajadores y profesionales ya consolidados recurren a profesionales de otros ámbitos, asesores, coachs…, para que les ayuden en ello. Es pues la orientación y el acompañamiento esencial en la educación de nuestro siglo.


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