Esta semana ha finalizado la popular serie de televisión norteamericana "Lost" –Perdidos- producida por la ABC, Touchstone y BadRobot Studios en la que se narran las aventuras de un grupo de supervivientes de un accidente ocurrido en una isla del océano pacífico. Después del accidente, los supervivientes se dan cuenta de cual es su situación y de que es posible que nadie vaya a rescatarlos.Aprovecho la excusa del fin del último capítulo de "Lost" para recordar que llegan a poder realizar las pruebas de acceso a la universidad –la selectividad- los supervivientes de un periplo en el que muchos estudiantes se han quedado por el camino. Primeramente, los que abandonaron los estudios obligatorios –casi un tercio-. Después, los que se decantaron por los ciclos formativos y no tienen la intención de seguir ampliando su formación. Y finalmente los que no terminaron el bachillerato.
De todas maneras, los supervivientes que pueden presentarse a la selectividad, más de 235.000, son unos cuantos más que el puñado de supervivientes de la isla perdida del Pacífico.
¿Están "perdidos" los alumnos matriculados a las pruebas de acceso a la Universidad (PAU) con los cambios producidos en el guión de la serie?
Seguramente, unos cuantos sí. Pero ello no significa que no estén bien los cambios en el guión, si estos se adecuan mejor a las necesidades e intereses de la audiencia.
En la serie televisiva, los cambios han funcionado. Yo considero que en el acceso al sistema universitario también le tocaba la modificación de algunos aspectos, sobre todo, si éstos hacen que las pruebas se adapten mejor al perfil de cada alumno y a la variada oferta académica.
El tronco central de la película del acceso a la universidad no cambia: la nota media del bachillerato equivale a un 60% de la nota. En el 40% restante derivado de los resultados de las PAU, se producen cambios del guión más pensados en la personalización en función de los estudios que uno quiera realizar en el futuro. Un guión más a medida de cada uno.
Como la audiencia de "lost", los interesados en entrar en el mundo universitario sabrán adaptarse a los nuevos guiones y, probablemente, serán los del capítulo del 2010 que se sientan algo más incómodos por encontrarse con los cambios a media película.
Enric Renau
Editor
