Encuentra tu curso ideal

9%

¿Qué quieres estudiar?

Evolución histórica de la orientación académica y profesional en España: servicios, necesidades, agentes, demandantes y niveles de intervención

Artículo de opinión


  • Valora

  • Deja tu comentario
Mª Carmen Sánchez Mendías. Psicopedagoga (Granada)
Desde que surge la orientación educativa y profesional en nuestro país, hasta la actualidad, se han producido numerosos cambios relacionados con los servicios, los agentes, los demandantes, las necesidades y los niveles de intervención en la orientación académica y profesional.

Una de las primeras instituciones creadas en nuestro país, al margen del sistema educativo, y que centró su trabajo en los problemas profesionales de la clase obrera, fue el Museo Social (1908), en Barcelona, cuya finalidad era ofrecer orientación profesional a los trabajadores con fines formativos. Esta institución, puede ser considerada el primer servicio de orientación de España, que posteriormente, sería ampliado en el año 1914, incluyendo una nueva sección, en su estructura organizativa, a través de la cual, se proporcionaba a los jóvenes orientación sobre aquellas profesiones que eran más acordes con las características de su personalidad.

En el año 1935, se crea el Instituto Nacional de Orientación Profesional, en Cataluña. Siguiendo a Bisquerra (1996), podemos destacar algunas de las principales actividades que se desarrollaban en el mencionado centro, se trata de las siguientes: llevar a cabo la orientación profesional individual, aconsejar sobre la manera de aprender, exponer públicamente información relativa a profesiones mediante folletos, prensa, etc.

El periodo de la guerra civil española supuso un gran paréntesis en la actividad orientadora, habría que esperar a la posguerra, para que ésta fuera recuperada.

En el año 1967, se crean los Servicios de Orientación Profesional, centrados en la evaluación psicométrica de los intereses vocacionales de los demandantes, utilizando numerosos test y pruebas psicotécnicas.

Si partimos de un análisis legislativo, en materia de educación, podemos comprobar, como la Ley 14/1970, de 4 de agosto, General de Educación y Financiamiento de la Reforma Educativa, será la primera ley de educación, a través de la cual, se intente integrar la orientación dentro del sistema educativo español. Así, en su introducción, se menciona como:

"Para intensificar la eficacia del sistema educativo, la presente ley atiende a la revisión del contenido de la educación, orientándolo más hacia los aspectos formativos y al adiestramiento del alumno para aprender por si mismo, que a la erudición memorística, a establecer una adecuación más estrecha entre las materias de los planes de estudio y las exigencias que plantea el mundo moderno, evitando, al propio tiempo, la ampliación creciente de los programas y previendo la introducción ponderada de nuevos métodos y técnicas de enseñanza; la cuidadosa evaluación del rendimiento escolar o la creación de servicios de orientación educativa y profesional, y la racionalización de múltiples aspectos del proceso educativo, que evitará la subordinación del mismo al éxito en los exámenes."

Del mismo modo en el Título Primero, Capítulo I, Artículo 9, se hace referencia a que:

"La orientación educativa y profesional deberá constituir un servicio continuado a lo largo de todo el sistema educativo, atenderá a la capacidad, aptitud y vocación de los alumnos y facilitará su elección consciente y responsable".

Es decir, todos los alumnos tendrían derecho a recibir orientación educativa y profesional.

Desde este momento, comienzan a surgir, desde el ámbito educativo, numerosas propuestas que tienen como fin principal realzar la orientación educativa y profesional del alumnado. Por este motivo, en el año 1972, se crean en los propios institutos servicios de orientación, internos al centro, muy diferentes de los departamentos de orientación actuales, que tenían como finalidad orientar académica y profesionalmente al alumnado del Curso de Orientación Universitaria (COU), para ayudarles a tomar decisiones sobre si proseguir sus estudios en la universidad o incorporarse al mercado laboral. Dicho servicio fracasaría y, a partir de 1977, comenzaría a crearse un conjunto de servicios externos a los centros, tales como los Equipos de Atención Temprana, Equipos Multidisciplinares o Servicios de Orientación Educativa y Vocacional que actuarían atendiendo las demandas de varios centros, a nivel de zona. Ahora bien, todos estos servicios encontraban una barrera infranqueable, la ausencia de recursos suficientes para la atención de las distintas demandas solicitadas, desde los centros educativos en materia de orientación. Durante la E.G.B se realizaron numerosos intentos para lograr que existiesen en los centros escolares un servicio interno, similar al actual Departamento de Orientación, fracasando en dicha propuesta.

Hasta ese momento, se pensaba que la orientación, tanto educativa como profesional, debía ser llevada a cabo por profesionales especializados en la materia. No obstante, en la Ley 8/1985, de 3 de julio, Reguladora del Derecho a la Educación, se menciona que la orientación se fusionará con la función docente, excluyendo de dicho proceso la figura del profesional de la orientación.

Tendríamos que esperar a la Ley Orgánica 1/1990, de 3 de octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE), para hablar de la orientación como un elemento de calidad para el sistema educativo. Dicho texto legal, no consideraba que el proceso de orientación educativa y profesional fuera llevado a cabo únicamente por los docentes, por ello estableció un sistema de orientación mixto, el cual quedó reflejado en la propuesta formulada por el Ministerio de Educación y Ciencia (1990), asumida por la mayor parte de las comunidades autónomas españolas, según la cual el sistema de organización de la orientación sería el siguiente:

Tabla

La creación de los Departamentos de Orientación, como un departamento didáctico más, dentro de la estructura organizativa del centro, queda justificada ante la necesidad de: orientar a los alumnos sobre su futuro académico y profesional, ayudarlos en el proceso de toma de decisiones ante la optatividad, los itinerarios, las modalidades de bachillerato, etc., o sobre cómo incorporarse

a la vida activa. Del mismo modo, surgen nuevas demandas, como consecuencia de la integración de los alumnos con Necesidades Educativas Especiales, en los centros ordinarios, atendiendo a la diversidad desde éste.

La Ley 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, en su Título Preliminar, Capítulo I, Artículo 1, dedicado a los Principios de la Educación, considera:

"f) La orientación educativa y profesional de los estudiantes, como medio necesario para el logro de una formación personalizada, que propicie una educación integral en conocimientos, destrezas y valores".

Destacaremos, la mención especial que se hace de la orientación en la etapa de Educación Secundaria Obligatoria, en Capítulo III, Artículo 22, al citar que:

"En la educación secundaria obligatoria se prestará especial atención a la orientación educativa y profesional del alumnado"


Del mismo modo, en su Artículo 25.6 establece que:

"El cuarto curso tendrá carácter orientador, tanto para los estudios postobligatorios como para la incorporación a la vida laboral. A fin de orientar la elección de los alumnos, se podrán establecer agrupaciones de estas materias en diferentes opciones."

Dicha disposición, no ha producido cambios considerables en materia de orientación, manteniendo lo establecido en la LOGSE al respecto. Ahora bien, deja muchas lagunas por cubrir, entre otras las siguientes: la creación de un sistema de organización de orientación homogéneo, en las distintas comunidades autónomas, desde el que se garantice la creación de Departamentos o Equipos de Orientación internos, en los centros de Educación Infantil, Educación Primaria y centros de Formación Profesional, similares a los Departamentos de Orientación de los IES cuyo papel deberá ser potenciado por el proceso de convergencia europea con la entrada en el Espacio Europeo de Educación Superior en materia educativa, contribuyendo de este modo a garantizar una educación de calidad.

Referencias bibliográficas

Bisquerra, R. (1996). Orígenes y desarrollo de la orientación psicopedagógica. Madrid: Narcea.

M.E.C. (1990) La orientación educativa y la intervención psicopedagógica. Madrid: M.E.C.

Repetto, E.; Rus, V. y Puig, J. (1998). Orientación educativa e intervención Psicopedagógica. Madrid: UNED.

Sanz Oro, R. (1999). Los Departamentos de Orientación en Educación Secundaria: Roles y funciones. Barcelona: Cedecs.

- (2001).Orientación psicopedagógica y calidad educativa. Madrid: Pirámide.



Deja tu comentario
Ver comentarios