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Lo que debemos saber sobre la oposición

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Cristina Ortega Hernández. Maestra del CP Gonzalo de Berceo de Villamediana de Iregua (La Rioja)
Según la Real Academia Española, define oposición, como el procedimiento selectivo consistente en una o más pruebas en que los aspirantes a un puesto de trabajo muestran su respectiva competencia, juzgada por un tribunal. Por ello, la primera tarea de todo opositor es realizar una planificación del trabajo a realizar, programando el tiempo que va a dedicar a la actividad, los objetivos a conseguir y por último las tareas que han de realizarse para lograr los objetivos propuestos.

Para ello debemos contar con la ayuda de un preparador o bien una academia.

En cuanto al preparador, la ventaja es que en sus clases asisten un número menor de alumnos que en una academia y el trato es más individualizado.

Tanto uno como otro, deben ser unos profesionales para atender a todo aquel que quiere presentarse a una oposición y dar una respuesta seria y adecuada, siguiendo todos sus consejos.

Por otro lado, hay que destacar que la preparación de una oposición requiere un trabajo y esfuerzo del opositor muy alto, que además de asistir a clase, tendrá que dedicar largas horas y mucha aplicación al estudio.

Lo ideal sería dedicarse solo a la oposición durante un periodo de un año y estudiar entre unas ocho/diez horas diarias. Actualmente esto, está al alcance de muy pocos y la mayoría lo combinan con un trabajo, lo que hace que disminuya el tiempo de dedicación a la misma.

Para ello, hay que planificarse tanto a largo como a corto plazo y establecer unos objetivos a conseguir, los cuales deberán ser cumplidos dentro de los plazos previstos.

Para cumplirlos deberemos seguir escrupulosamente una rutina en cuanto a horarios. Debemos dedicar un mínimo de entre 2 o 3 horas cada día, evitando el estudio nocturno y tratando de distribuir el tiempo disponible, consiguiendo que sea flexible, realista, evaluable, de ampliación progresiva…Al igual que para cumplir los objetivos a corto plazo que deberán ser: propios, concretos, con plazo, compatibles entre sí, escritos,…

Como dijo Décimo Junio Juvenal, "Mens sana in corpore sano”. Debemos de llevar una vida sana y equilibrada realizando ejercicio físico, descansar bien, dormir las horas necesarias, realizar bien las comidas, beber mucha agua, evitando el alcohol y cuidado también con el café y el tabaco.

Además de todo esto, hay que buscar un equilibrio ente la estabilidad emocional y sentimental. Ha que tener buenas relaciones con todos aquellos seres queridos, para no alterar nuestro ritmo de trabajo.

Si todo lo mencionado anteriormente es importante, lo es también el lugar de estudio. Hay que destacar el ruido (que es siempre enemigo del estudio), la ventilación (renovando el aire), la temperatura (mantener una temperatura constante), la iluminación (con ayuda de un flexo, además de la luz general de la habitación), el mobiliario (adecuado para el estudio) y por último el sitio (en casa o sitios habilitados para el estudio).

Mas tarde, prepararemos todo el material que vamos a necesitar para comenzar a estudiar. Tanto en la académica como el preparador, nos facilitarán el temario, además de una buena bibliografía, artículos periodísticos, la legislación vigente, trabajos de organismos y entidades docentes, resúmenes de congresos, paginas Web,…para poder complementar los temas. A la hora de estudiar, nos ayudaremos de diferentes técnicas de estudio para sacar el máximo partido a nuestro trabajo y destaco entre otras:

- La lectura.
- El subrayado.
- Cuadros sinópticos.
- Mapas conceptuales.
- Resúmenes.
- Técnicas nemotécnicas

Lo que hay que dejar claro, es que todo opositor cuenta con una gran ventaja, que es la de conseguir el objetivo final: aprobar después de realizar un gran esfuerzo.
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