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La formación profesional: Una forma de hacer en el presente en las escuelas para el futuro de las empresas

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Ismael Montoro Segura. Coordinador Departamento de Electricidad-Electrónica de La Salle Mollerussa de Mollerussa (Lleida)
La Formación Profesional parece muchas veces llegar a su fin en un nuestro país cuando se comparan las aulas de bachillerato y las de los actuales ciclos formativos, mientras en otros lugares la formación profesional encabeza o iguala en alumnos a los que buscan unos estudios para acceder a la Universidad, es entonces cuando nos escandalizamos y queremos igualarnos a ellos, pero muchas veces a costa de todo, es decir, aplicando leyes, decretos y normas que dejan de lado a las dos partes importantes de este proyecto de futuro: los jóvenes y las empresas.

Es difícil percibir una empresa moderna sin una mano de obra técnica o especializada, es por ello que la revolución industrial tenia que aportar menor esfuerzo físico humano y mayor esfuerzo intelectual o técnico, por todo ello debemos incidir en los jóvenes y sus familias en romper el mito del alumno universitario, ya que muchos de ellos pueden y deben llegar a serlo, pero en este camino debe tener una fuerte carga práctica y de aula, para hacer que este tándem resulte efectivo, por ello debemos apostar fuertemente en la unión y la confianza con las empresas, hasta establecer contratos que vayan más lejos que lo que hoy en día tenemos y conocemos, seguramente las empresas deberán proponer y nosotros los centros educativos disponer.

Los Ciclos Formativos crecen año tras año de forma ligera, muchas veces como si de una pirámide invertida se tratara, ya que la gente que accede a un ciclo formativo de grado superior llega a ser casi tanta como la que lo hace en un ciclo de grado medio, es por ello, que debemos plantear nuevamente el sistema para qué y para quién fue ideado y la transformación que esta sociedad le está dando hasta convertirlo en un modelo de formación continua.

Decir que el 89% del alumnado de un ciclo formativo encuentra empleo de forma absolutamente casi inactiva, resulta si por lo menos peculiar, ya que muchas empresas hacen cola por adquirir a algunos de estos técnicos en bruto, pudiendo llegar a decir que las circunstancias que rodean al 11% restante son de ampliación de estudios.

El perfil del estudiante de ciclos formativos es el de una persona activa, muchos de ellos compaginan trabajo y estudios, lo que les hace más conocedores del mundo real que les rodea, muchos de ellos con trabajos técnicos que les piden un reciclaje constante.

La formación quiere adecuarse a las necesidades de las empresas, pero no lo consigue por la falta de recursos económicos, hoy en día nadie invierte en algo no que produzca beneficios a corto plazo, ante lo cual no nos sorprendamos cuando nos vemos en la situación que estamos, ciclos formativos que son la base mínima de la formación que necesita la empresa y alumnos que tienen un futuro trabajo, pero a la vez incierto por la carga de formación específica de que les tendrá que dotar la empresa.

Hagamos una parada y miremos a qué pactos económicos nos hemos de remitir para asegurar que una persona es formada para las necesidades de una empresa, y así poder decir que los ciclos formativos se adecuan totalmente a las necesidades de las empresas, no tendremos titulaciones o técnicos en cosas inútiles que nadie hace, y tendremos más técnicos conocedores de la empresa de...

Desde la Salle de Mollerussa estamos mirando adelante y estamos invirtiendo donde nadie invierte, en el futuro de nuestros alumnos y de las empresas de nuestro entorno, conocemos la realidad del entorno empresarial y no menos la de los jóvenes con los cuales año tras año compartimos experiencias que nos enriquecen mutuamente, mantenemos mediante la bolsa de trabajo y las prácticas de formación una llama viva de diálogo y colaboración con las empresas, a las cuales agradecemos muchas veces este saber hacer y cooperación, muchas veces mal recompensado por la falta de alumnos en los ciclos formativos. Vemos y vemos cuantas demandas de personal técnico se realizan y las pocas que se cubren por la falta de mano de obra.

Creemos y invertimos en instalaciones modernas, pero sobretodo en programas de futuro como el CREA procedente del País Vasco -pretende dotar de técnicas multifuncionales para la resolución de problemas-, 5S procedente de Japón -establecer la organización y el orden de un lugar en base a unas técnicas-, UNiES universidad y escuela -asignaturas que se realizan en la universidad en las aulas de formación profesional de grado superior-, TUTORIA una atención a alumnos y familia -más allá de aspectos académicos -donde trabajar y sacar lo mejor de cada uno de nosotros y formar personas valoradas no solo por sus conocimientos técnicos sino también humanos-, BOLSA DE TRABAJO atención personalizada a empresas, alumnos y ex alumnos -se realiza un seguimiento de las necesidades de las empresas para cubrir los lugares de trabajo con alumnos y ex alumnos que buscan un lugar de trabajo o simplemente un lugar donde realizar sus prácticas, con posibilidad de al final formar parte de la plantilla de la empresa donde se han realizado las mismas-.

Esta es la Formación Profesional por la que apostamos en La Salle, y trabajamos diariamente para hacer que esta evolucione antes que la sociedad que nos rodea, debemos prever que nos pedirá la sociedad antes de que esto suceda.
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