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"Tanto los profesionales de la orientación como los que se dedican a la enseñanza, tendrían que estar formados en las competencias necesarias para atender a la diversidad de la población y fomentar una educación equitativa"

Entrevista


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Entrevista a Beatriz Malik Liévano. Profesora Titular de Orientación e Intervención Psicopedagógica de la UNED y miembro de la Junta Directiva de la Asociación Internacional de Orientación Educativa y Profesional.
1. Recientemente, se ha celebrado en Pádua (Italia) la conferencia internacional de la AIOSP-AIOEP sobre orientación y diversidad. ¿Podría explicarnos cuáles han sido las principales conclusiones del evento?

En otra sección de este monográfico se incluye un resumen del congreso de la AIOEP celebrado a primeros de septiembre en Padua. No obstante, a continuación señalo algunas de sus conclusiones principales. Como idea general, se insistió en la necesidad de atender a todas las personas teniendo en cuenta sus características particulares y sus contextos. Algunas ideas más concretas:

Es preciso considerar la diversidad como algo positivo y no como un déficit a superar. Utilizar marcos teóricos flexibles que permitan comprender la complejidad de las personas y de las situaciones en las que están inmersas. Usar técnicas de diagnóstico combinadas, es decir cualitativas y cuantitativas, y estrategias de intervención variadas. Reconocer que hay distintas formas de situarnos ante el mundo que nos rodea, relativizando nuestros propios esquemas de partida, sin necesidad de renunciar a ellos. Poner en práctica una de las principales cualidades que debe tener un orientador u orientadora: la empatía, para "ponernos en el lugar del otro”, sin ser condescendientes sino partiendo de su propia realidad y cosmovisión del mundo. Promover espacios en los que la diversidad se viva realmente.

Una contradicción del congreso, en relación a esta última conclusión, fue que las sesiones paralelas se agruparon según el idioma de las comunicaciones, lo cual facilita la presentación y la discusión, pero limita la participación de aquellos que no hablan o entienden ese idioma (como ocurre en la mayor parte de congresos internacionales, en este llamó más la atención debido a su temática), si bien las sesiones plenarias sí contaron con traducción simultánea a los cuatro idiomas oficiales de la Asociación. El hacerlo de otra forma hubiera supuesto muchas dificultades, pero es conveniente intentarlo si se quiere responder realmente a la pluralidad lingüística, siempre y cuando se potencie el uso de diversas lenguas, y no una sola.

También se echó en falta una mayor representación de determinadas zonas (por ejemplo de países de África o de Asia, con sólo uno o dos participantes de estos continentes). Algunas cuestiones que debe plantearse la Junta Directiva y los organizadores de futuros eventos, serían: cómo salvar obstáculos de tipo económico y burocrático (costes de desplazamientos y de inscripción, visados, permisos), buscar temáticas relevantes para una audiencia más amplia, y potenciar la participación de profesionales y expertos de diversos contextos, valorando también sus aportaciones.

2. La temática central de la conferencia ha sido "orientación y diversidad”. ¿Considera que los modelos de orientación actuales son capaces de adaptarse a la diversidad?

La orientación se ha caracterizado durante muchos años por su rigidez y carácter directivo, salvo contadas excepciones. No obstante, esto ha ido cambiando paulatinamente y aunque en muchas ocasiones siga teniendo este carácter, se ha ido flexibilizando, al menos en teoría. La orientación ya no se centra sólo en diagnosticar en momentos puntuales e indicar el camino a seguir según lo diagnosticado, sino que se considera como un proceso a lo largo de la vida, en el cual se desarrolla el auto-conocimiento y el conocimiento del mundo que nos rodea, facilitando la toma de decisiones en distintos momentos. En principio, los modelos de orientación actuales sí podrían adaptarse a la diversidad, y de hecho hay iniciativas y ejemplos que así lo demuestran, si bien no es lo más común.

La mayor parte de las teorías en las que basamos nuestras intervenciones, así como las técnicas de diagnóstico utilizadas, se han desarrollado tomando como base de referencia o un grupo concreto en un contexto determinado, con unas características que no reflejan la diversidad de la población, y que suelen llevar al etiquetado y clasificación de las personas. Por eso es muy importante utilizar estrategias de intervención variadas, desde un enfoque sistémico y no emitir informes diagnósticos basados sólo en pruebas estandarizadas sin contrastar con otros métodos de evaluación y diagnóstico más cualitativos que tomen como criterio de referencia a la propia persona evaluada.

Otras dificultades son la excesiva burocracia que conlleva en muchas ocasiones el trabajo del orientador y las limitaciones de tiempo, obstáculos que en ningún caso deberían servir de excusa para no atender adecuadamente a la diversidad de la población. Es necesaria la estrecha colaboración entre todo el profesorado y otros agentes implicados (familias, trabajadores sociales, mediadores, etc.). El modelo de consulta o de asesoramiento (denominado de forma diferente según los distintos autores) se basa precisamente en esta premisa, dado que no es posible llegar a todos los potenciales destinatarios, se busca la colaboración de aquellos que están en contacto más directo con los mismos. Si se aplican programas de orientación, estos deben basarse en un análisis adecuado del contexto y de los destinatarios, adaptándose a sus características y necesidades (el problema suele ser que dentro de un grupo hay muchas diferencias, con lo cual un programa debería adaptarse no sólo al grupo, sino a cada una de los personas que lo componen). En cualquier caso, la atención a la diversidad dependerá de cómo se considere ésta por parte de los profesionales de la orientación (de forma positiva o por el contrario desde un enfoque compensatorio), y en cómo se aborden las intervenciones, independientemente del modelo desde el que se trabaje.

3. ¿De qué forma se aborda la evaluación de la orientación teniendo en cuenta las características específicas de cada persona, la diversidad cultural y los diferentes recorridos formativos?

Normalmente la evaluación no se realiza teniendo en cuenta estos aspectos, sino siguiendo criterios más relacionados con la "rendición de cuentas” o accountability: número de consultas realizadas, personas que consiguen un empleo después de participar en un programa de búsqueda de empleo, etc., coste-beneficio del programa (si es que se evalúa) o con la opinión de los destinatarios (cuestionarios o encuestas de satisfacción). Para tener en cuenta todas esas dimensiones debería utilizarse una metodología cualitativa, por ejemplo a través de técnicas narrativas, y utilizando marcos teóricos como el enfoque de la Teoría de Sistemas (Systems Theory framework), que permiten analizar los referentes personales y culturales, los condicionantes y la trayectoria formativa de una persona a lo largo de su vida. La evaluación se basará en comprobar si efectivamente se han tenido en cuenta estas variables en la intervención y cuál ha sido su impacto.

4. Una vez celebrado el encuentro, ¿qué acciones de futuro tiene previsto realizar la AIOSP-AIOEP?

Se ha establecido un plan estratégico a medio plazo para los próximos cuatro años (2007-2010). Algunas de las acciones son:

- Fomentar una mayor comunicación con los socios, facilitando la interacción entre los mismos, y favoreciendo su implicación en diversas actividades de la asociación.

- Fortalecer las relaciones con otros organismos internacionales y establecer cauces de cooperación en diversas áreas.

- Promover investigaciones tanto de ámbito nacional como internacional que contribuyan a la mejora de la orientación, y la participación en proyectos subvencionados.

- Potenciar el uso del Counsellor Resource Center, una base de datos con recursos para la Orientación, accesible desde la página web de la AIOEP.

- Establecer un plan de evaluación de las actividades de la Asociación (seguimiento del plan estratégico y feed-back de los socios), e incluir los resultados de esta evaluación en las acciones futuras.

El próximo congreso se celebrará en Buenos Aires, Argentina, del 18 al 20 de septiembre de 2008.

5. El monográfico de Educaweb.com centra su temática en la orientación profesional de los profesionales de la educación. ¿Considera necesaria la orientación en los profesionales de la enseñanza?

Sí, para todos aquellos que lo deseen y en cualquier momento de su carrera profesional, tanto en aspectos académicos, laborales y personales. Ahora bien, no sólo es necesaria la orientación para su propio desarrollo profesional y personal, sino que sería esencial para promover la justicia social y la equidad en la sociedad, empezando desde la educación obligatoria. Tanto los profesionales de la orientación como los que se dedican a la enseñanza tendrían que estar formados en las competencias necesarias para atender a la diversidad de la población y fomentar una educación equitativa para todos y todas, demostrando con su trabajo que realmente la promueven.

6. ¿Qué acciones se pueden llevar a cabo para orientar a los docentes y quién debe estar implicado en el proceso (administración, centros, profesionales, etc.)?

En Primaria y Secundaria ya se lleva a cabo una orientación a los docentes en metodologías de enseñanza-aprendizaje, entre otros aspectos, a través del modelo de consulta o de asesoramiento, y en mayor o menor medida según el centro y la disponibilidad del orientador (si se atienden varios centros, como en el caso de los Equipos Externos, hay mucho menos tiempo para esta función). Uno de los obstáculos puede ser la desconfianza que existe ante el orientador en muchos centros, o la creencia de que su labor debe centrarse sólo en los alumnos con problemas, y no en el resto de agentes implicados. Pero además, en mi opinión, supone una carga excesiva para el orientador de un centro, y una responsabilidad que debe asumirse por parte de los responsables de la formación del profesorado. El orientador debe colaborar con el profesorado para lograr el desarrollo óptimo de sus estudiantes, y si es necesario orientar en aspectos metodológicos y didácticos, o facilitando un clima positivo de aprendizaje en el aula, pero estos aspectos deben estar presentes en la formación inicial y continua del docente.

En la Universidad, los centros de orientación están dirigidos casi exclusivamente a los estudiantes, y sólo en muy contadas ocasiones ofrecen orientación y asesoramiento a los docentes. Suele haber un organismo dedicado a la formación del profesorado (por ejemplo el Instituto Universitario de Educación a Distancia - IUED- en la UNED), que ofrece cursos de actualización y asesoramiento en aspectos académicos como la elaboración de materiales didácticos, o la virtualización de los cursos. Para aspectos personales pueden existir servicios psicológicos, normalmente dirigidos a tratar problemáticas concretas, desde un enfoque clínico o terapéutico. En otros contextos de trabajo, los docentes tampoco cuentan con servicios de orientación propiamente dichos. Podrían establecerse de forma sistemática desde las distintas Administraciones (por ejemplo Educación y Empleo), favoreciendo espacios de reflexión y tiempos específicos para tratar con el orientador aspectos relacionados con inquietudes del propio docente, no sólo asesoramiento en aspectos académicos. Por supuesto deben estar implicados profesionales de la orientación, con la formación adecuada.

7. Si nos centramos en la formación continua, ¿qué importancia tiene o debería tener la actualización de la formación y el aprendizaje continuo en la carrera profesional de un profesor?

Es indiscutible que la formación continua y el aprendizaje a lo largo de la vida son esenciales en el desarrollo profesional de un profesor, al igual que para cualquier otro profesional, con el fin de actualizar sus conocimientos, actitudes y metodologías de trabajo, adecuándose a los continuos cambios en nuestro entorno, y a las necesidades que van surgiendo como consecuencia de los mismos. Ahora bien, el énfasis en este tipo de formación (por ejemplo las recomendaciones sobre el Aprendizaje a lo Largo de la Vida), no deben servir de excusa para descuidar la formación inicial. Aunque es más difícil de actualizar, desafortunadamente cuando existe la posibilidad de mejorarla, ya sea por una reforma educativa, o por la necesidad de cambiar los planes de estudio, la formación del profesorado se relega a un segundo plano, o se aborda de manera muy superficial. Y no es preciso esperar a grandes reformas o a cambios en los planes de estudio para ir introduciendo cambios e innovaciones en la formación inicial. En cualquier caso, y volviendo a la pregunta, el aprendizaje tiene que ser continuo, permitiéndonos reflexionar sobre nuestra práctica diaria y mejorarla en beneficio de nuestros estudiantes, y el nuestro propio.

8. ¿Qué alternativas a la docencia puede plantearse un profesional de la educación a lo largo de su carrera profesional?

Los profesionales de la educación pueden desarrollar su carrera profesional de muy diversas formas. En editoriales, como asesores en la elaboración de libros de texto, materiales educativos, e instrumentos de diagnóstico. En programas de televisión de carácter educativo, también como asesores pedagógicos. En ayuntamientos (servicios sociales, concejalías de educación, de infancia y juventud, de mayores, deportes, etc.), y en otras instituciones públicas donde se requieren educadores y pedagogos; en asociaciones, y organizaciones no gubernamentales, en campamentos, ludotecas, centros culturales.... Como asesores de formación en diversos centros. También hay salidas profesionales en algunas empresas, en el diseño de programas de formación, o en otro tipo de actividades.

¿Los profesores son conscientes de esta variedad de posibilidades?

No lo sé, creo que no se puede generalizar, algunos no lo serán y otros sí, y probablemente no de todas las posibilidades, pero sí de muchas de ellas, en distinto grado según los profesores.

9. ¿Qué retos afrontan los profesionales de la orientación académica y profesional para motivar a las personas a continuar aprendiendo toda la vida para adaptarse a los cambios constantes del mercado laboral?

Uno de los principales retos a los que se enfrentan es la reticencia de muchos adultos (y también de algunos jóvenes) a implicarse en programas formativos porque consideran que ya "no tienen edad” para aprender, o por que "no sirven” para eso. Otras dificultades tienen que ver con los propios cursos que se ofertan, muchas veces alejados de la realidad laboral o personal, y otras veces con temáticas relevantes pero con metodologías poco activas que desaniman a los participantes. Es necesario que la formación sea relevante y con un carácter más práctico o aplicado, si bien los profesionales de la orientación poco pueden hacer al respecto a menos que estén implicados directamente en dichos programas de formación.

La inestabilidad, la precariedad en el trabajo, los horarios laborales, las obligaciones familiares y la rapidez vertiginosa con que se suceden los cambios, dando la sensación de que lo que se aprende hoy ya no será válido mañana, son otras de las circunstancias que dificultan la implicación de las personas en procesos de formación continua. El coste de algunos programas (en el caso de postgrados) es otro gran obstáculo, aunque existe una gran variedad de cursos cortos más económicos o incluso gratuitos, según la entidad que los financie. En cualquier caso, y a pesar de las dificultades, es fundamental estar al día e ir adaptándonos a los cambios en el mercado de trabajo, para lo cual necesariamente debemos mantener una actitud de aprendizaje constante.


10. ¿Cómo afectará la entrada en vigor del Espacio Europeo de Educación Superior a la formación de los orientadores?

En teoría, debería afectar la forma en que concebimos los procesos de enseñaza-aprendizaje, para basarse más en el trabajo autónomo del estudiante. El papel del profesor se centrará más en diseñar las actividades necesarias para la adquisición de competencias concretas y en guiar y facilitar dichos procesos de aprendizaje, no transmitir contenidos (esto es algo que ya desde hace tiempo se propugna desde distintas teorías de la enseñanza-aprendizaje y de movimientos de renovación pedagógica). La formación debe tener en cuenta el tiempo de trabajo real del estudiante, y el desarrollo de competencias profesionales.

En relación con la pregunta anterior, podemos mencionar algunas de las propuestas que se incluyen el informe del Consejo de la Unión Europea (14 de febrero de 2001): mejorar la calidad y efectividad de la educación, facilitar el acceso a la educación y a los diferentes sistemas educativos, adaptar la educación y la formación a un mundo en constante cambio en el que el proceso de enseñanza-aprendizaje se extiende durante todo el proceso vital, fortalecer la cooperación entre los países europeos, o facilitar la adquisición de competencias clave.

En cuanto al tipo de titulación, la formación específica del orientador se realizará a través de programas de postgrado, tanto para trabajar en el sistema educativo no universitario (según directrices del Ministerio de Educación), como para el resto de contextos (en este caso dependerá de las universidades), si bien la formación inicial que reciba en los grados también será importante. El reto está en que realmente se reflejen los cambios propuestos por el EEES en los nuevos planes de estudio y que no nos limitemos a seguir la misma metodología que antes, con los mismos contenidos, bajo una apariencia distinta....
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