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Estudiar idiomas en el extranjero: Aspectos clave para decidir con acierto

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Carmen Codinach, Directora de The Travel & Tuition Company
La experiencia de estudiar en un país extranjero es siempre muy positiva tanto desde el punto de vista académico del alumno como de su desarrollo personal, sobre todo en un momento tan delicado como es la adolescencia.

Por este motivo es fundamental, en primer lugar, contactar con una organización de confianza y con experiencia, que proporcione una información detallada y personalizada para cada alumno. Esto parece obvio pero hoy en día, resulta complicado dado el gran número de empresas que ofrecen este tipo de cursos.

Pero el protagonista fundamental es el alumno. Éste ha de estar mentalizado y tener voluntad de querer aprovechar al máximo su estancia en el extranjero, motivo por el cual los cursos han de ser capaces de presentar un programa "atractivo” que cumpla sus expectativas y las de sus padres.

Desde mi punto de vista, considero que la mejor forma de conseguir el objetivo deseado es la inmersión en la cultura y la lengua, vivirlo de forma directa, por eso aconsejo rotundamente la estancia en una familia. Frente a la impersonalidad de las residencias de estudiantes, la familia supone una convivencia constante con el idioma al mismo tiempo que aporta al alumno un ambiente cálido que facilita su adaptación.

No hay que olvidar que para muchos de los jóvenes que optan por estos cursos, es la primera vez que salen a un país extranjero y que conviven con gente de otras nacionalidades con una cultura y hábitos diferentes, y esto siempre crea temores. Del mismo modo, como padres, deseamos que nuestros hijos se sientan cómodos a pesar de estar lejos de su hogar. Así pues, es importante que la organización sea capaz de garantizar el bienestar y la atención de los alumnos y eso sólo se consigue con grupos reducidos que faciliten el seguimiento constante por parte de los monitores que los acompañan.

En conclusión, la combinación de un entorno familiar agradable y un sólido programa de aprendizaje acompañado de actividades deportivas y momentos de diversión, bajo la supervisión de personal experimentado, son las claves para que tanto padres y alumnos deseen repetir el próximo verano.
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