Encuentra tu curso ideal
9%
Educar en y con las tecnologías de la información y la comunicación
Artículo de opinión
Hoy, en la primera década del siglo XXI las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) nos invaden la vida cotidiana. Internet, la televisión vía satélite, la videoconferencia, etc., son sólo algunos ejemplos de cómo la sociedad se está "tecnologizando”, y todo parece que esto no ha hecho más que empezar.
Es a partir de medidos de los años ochenta cuando desde el entonces Ministerio de Educación se realiza un considerable esfuerzo por introducir los medios informáticos y audiovisuales (a través de los proyectos Atenea y Mercurio, respectivamente) en los centros educativos. A la formación del profesorado se unió una cierta dotación de material especifico con el fin de garantizar su uso. Pasados los años, los centros han intentado ajustarse a las nuevas demandas sociales, y desde distintos proyectos se ha pretendido integrar a la mayor parte de los centros educativos en las redes de la tecnología y la comunicación. Los resultados han sido en general buenos; sin embargo, todo ello en muchos casos ha tenido un efecto inmediato: las posibilidades informáticas han permitido agilizar la parte más burocrática y administrativa en cuanto a la organización y funcionamiento de los centros, y al mismo tiempo es frecuente utilizar el ordenador (y todo lo que ello supone) como recurso para facilitar y/o motivar el proceso de enseñanza-aprendizaje, lo cual ha supuesto la utilización de nuevas estrategias metodológicas. Sin embargo, a pesar de todo ello, hay un aspecto que apenas es tratado en nuestras aulas, y es el efecto que puede tener el uso de las TIC en cuanto a la formación de la persona. A este respecto cabe decir, que es frecuente en el ámbito educativo (como en cualquier otro) encontrarnos con grandes defensores, y también detractores en cuanto al uso en las aulas de las TIC; de ahí que en ocasiones su utilización dependa de la actitud del profesor ante las mismas.
En ocasiones las actividades en torno a las TIC se resumen en el visionado de algún vídeo documental o película, la aplicación de un CD-Rom, o el "navegar” por la red con algún pretexto. Actividades más o menos contextualiazadas e integradas en el proceso educativo. Pero hay algo que suele tratarse de soslayo: hoy es prácticamente incuestionable el "poder” de las TIC, y sin embargo, apenas de trata en nuestras aulas aquello que va más allá de su mera utilización; es decir, en los centros, en mayor o menor medida se utilizan las TIC (aunque sea como recurso), y mucho más es el "consumo de TIC” al margen del ámbito académico (sobre todo en casa); sin embargo, ante esta realidad resulta curioso que la interpretación o el análisis que pueda desprenderse de la información proporcionada a través de los distintos medios es algo que casi pasa desapercibido por parte de los educadores. Es evidente que enseñar que el niño o el joven haga un análisis crítico y reflexivo ante el efecto que pueda tener un abusivo o mal uso de las TIC es algo complicado, máxime cuando en ocasiones lo que se fomenta, a este respecto, desde la escuela no es del todo compatible con lo de casa, o incluso con lo de la sociedad en general.
Últimamente es frecuente oír hablar de "analfabetos funcionales” en alusión a las personas que no saben utilizar nuevas tecnologías. Pero también hay que ser realistas y reconocer que la formación en el uso de "tecnologías” es accesible a un elevado número de personas que realmente quieran saber utilizarlas, otra cosa mucho más complicado es el garantizar un buen uso de esas tecnologías, y cuáles pueden ser esos "efectos secundarios” que en ocasiones desde el ámbito educativo es difícil de controlar. Yo personalmente, me encuentro con la complejidad de hacer ver a mis alumnos (que el día de mañana puede que ejerzan como maestros) las posibilidades que tienen las TIC, valorando de forma objetiva sus ventajas e inconvenientes, y sobre todo haciendo un especial hincapié en ese análisis crítico y reflexivo que quiero que a su vez fomenten entre sus futuros alumnos. Por otro lado, en el ámbito universitario se está apostando por una enseñanza virtual, y una muestra de ello es la creciente importancia que están adquiriendo las plataformas educativas a distancia como una alternativa a las clases presenciales; todo ello va a suponer nuevos hábitos entre los estudiantes, así como un rol distinto del profesor.
En definitiva, todo parece indicar que el auge de las TIC se va a ir incrementando todavía mucho más; sin embargo los efectos colaterales que se deriven de su uso seguirán siendo una "asignatura pendiente”, más cuando en este uso cada vez más generalizado inciden de forma directa una serie de intereses económicos, sociales, y también políticos, de ahí que incluso como educadores, nosotros mismos tampoco tengamos muy claro cuál es el papel que debemos adoptar ante las TIC; al menos esperemos que su integración se realice dentro de unos márgenes de racionalidad.
Deja tu comentario
Lo más leído
Lo último
Suscríbete a nuestras publicaciones