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Una sociedad al borde de un ataque de nervios

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María Luisa Rodríguez Moreno, Catedrática de Orientación Profesional de la Universidad de Barcelona
Piden los responsables de Educaweb que hablemos un poco sobre cómo estamos trabajando los/las orientadores/as para abrir las puertas del trabajo y de la formación a las personas con más dificultades. La verdad es que sigo con mi costumbre de siempre: la de reivindicar los planteamientos y las metodologías tradicionales que son las que han demostrado ser las más eficaces y además las más baratas (eficientes, se dice ahora ¿no?)

España en general y Catalunya en particular han sido históricamente países preocupados por llevar la cultura y el trabajo a todo tipo de personas. Y han tenido pedagogos y pedagogas ilustres que han escrito libros y han creado escuelas dirigidas a los más necesitados, ya datadas desde la Edad Media. Los historiadores de la Pedagogía así lo van demostrando en sus publicaciones a las cuales remito (Buenaventura Delgado, Conrad Vilanou, Josep González Agàpito, Claudio Lozano, etc. son autores a los que hay que redescubrir). En sus obras veríamos cómo hay gentes bien nacidas que dedicaron sus vidas a los colectivos más necesitados de ayuda educativa, humanitaria y laboral. Personajes como San José de Calasanz (Escuelas Pías), San Juan Bosco (Escuelas Salesianas), Andrés Manjón (Escuelas del Ave María), San Ignacio de Loyola (Escuelas de los Jesuístas), Pedro Poveda , Rosa Sensat, Alexandre Galí, y decenas y decenas de filántropos españoles -personas e instituciones-que nos han dejado un importante y aleccionador legado al respecto atendiendo a jóvenes , a aprendices y a familias menesterosas con derechos al trabajo y a la educación.

· Los orientadores y formadores del siglo XXI que hemos bebido y beberemos en sus fuentes. Los fundamentos pedagógicos de los han echado mano en su tarea cotidiana son hoy día vigentes y, en plena emergencia de una peligrosa globalización, los podemos aprovechar según las siguientes directrices (y de hecho, ahora mismo ya se está haciendo en muchos centros de orientación profesional e inserción laboral europeos):

1) Utilizar metodologías sencillas e inteligibles para las personas con dificultades y en riesgo de exclusión social. Esas metodologías pueden basarse en el desarrollo de competencias básicas, comunes o transversales, para que las personas que las posean puedan conseguir herramientas y recursos personales y profesionales trasladables a varios ámbitos laborales. (El concepto de "Competencia laboral” es el que ahora está de moda; pero los mismos planteamientos se hacían cuando los pedagogos y educadores arriba citados denominaban (grosso modo) a la competencia: destrezas, capacidades, aptitudes, inclinaciones, preferencias, vocación, habilidades, etc.) Esas metodologías inteligibles y sencillas son, como habréis podido deducir, las metodologías individualizadas, el trabajo en pequeños grupos, el balance de competencias, el auto análisis, la redacción de breves historias de vida y otras similares. La dificultad con que topamos es que son metodologías costosas porque se han de dirigir a pocos usuarios a la vez y todavía difíciles de insertar en los planes de formación profesional y ocupacional.

2) Los recursos ya no son tan sencillos porque la globalización ha impelido al desarrollo tecnológico y éste hace más compleja su creación y su utilización. Así pues, muy lejos de las didácticas y de los recursos de papel y lápiz (o de tiza) de la pedagogía clásicos (que por cierto eran muy muy buenos y muy eficaces) actualmente tenemos a nuestra disposición materiales informatizados off line y on line (un ejemplo puede ser el mismo portal www.educaweb.com). Usamos también guías escritas (la mayoría editadas por las Administraciones educativas y laborales), fichas para juegos y actividades lúdicas, simulaciones, filmes, tests, inventarios, escalas, folletos informativos, y otros recursos didácticos bien planificados y bien construidos, caros, porque en principio las Administraciones ayudan poco o nada. Las únicas administraciones que parece que han puesto la carne en el asador han sido las centralizadas en las respectivas Direcciones Generales de la Comunidad Europea que vienen financiando desde hace años proyectos millonarios para el desarrollo de la inserción socio laboral.

Uno de los recursos clave es el orientador/ra del cual ninguna metodología podría prescindir. En España y en Catalunya se ha dado más énfasis a la inserción laboral del titulado y diplomado universitario que a las gentes con dificultades. Por ejemplo, ciertas Comunidades Autónomas planifican todos los años los escaparates denominados Salones de la Enseñanza o Expodidácticas, etc. Y sólo los esfuerzos de Cáritas Diocesana y escasas instituciones parecidas sin ánimo de lucro son los que se dirigen a las personas con dificultades de adaptación e inserción (alcohólicos, prostitutas, inmigrantes, personas con discapacidades, jóvenes en garantía social, inadaptados, etc., etc.) Lo cual nos da un índice del camino que todavía queda por recorrer en este sentido. De alguna manera la inserción se practica como una limosna, no como la atención a un derecho al trabajo digno.

Mi modesta opinión es que debemos reinventar los recursos y las metodologías más sencillas, replantearnos su uso, conectar más directamente con las personas en riesgo y recordar las enseñanzas de nuestros antecesores, dejando a un lado cierto papanatismo que nos hace creer que "los extranjeros” lo hacen mejor que nosotros. (Me pregunto si en la era de la globalización podemos llamar extranjero a alguien. Como dice Sisa, no hay casa de nadie. La casa es de todos. ¿Será eso cierto?)

Para terminar diré que las Administraciones públicas, por no hacer, casi no hacen nada en la secundaria y en el bachillerato. La orientación profesional de alguna dignidad y nivel se lleva a cabo, fundamentalmente, en las instituciones y centros educativos privados, casi siempre confesionales. De alguna manera , las Administraciones, quedan muy lejos y muy separadas del usuario. Se han burocratizado y funcionarizado hasta límites máximos y amenazan con hacerlo más a medida que la globalización "se globalice” más (perdonad la trivialidad.) Incluso creen que el profesional de la orientación ha de realizar su tarea desde el voluntariado!

En España hay algunas Comunidades Autónomas que ya están empezando a despegar por lo que respecta a la enseñanza pública, pero lentamente e imperceptiblemente. Los gobiernos de derechas suelen frenar las políticas de orientación escolar y profesional, pese a los informes sobre el tema que hayan dado a la OCDE estos últimos cinco años (consultad ese portal de la OCDE y las publicaciones sobre vocational guidance desde 1999 en adelante)

¿Qué más decir? Se podría decir mucho más, para seguir progresando, aunque fuera poquito a poco, en el terreno de la orientación y la ayuda a la auto orientación. La síntesis de mi escrito para acabar es que las metodologías y los recursos más eficaces son las personas. No lo olvidemos.
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