Encuentra tu curso ideal

9%

¿Qué quieres estudiar?

Los retos de la orientación laboral en la sociedad global

Artículo de opinión


  • Valora

  • Deja tu comentario
Germán Ferreiro, Director del Departamento de Empleo Universitario de la Fundación Universidad-Empresa de la Universitat de València
En la actual sociedad de la globalización y la comunicación, el mercado de trabajo se hace muy variable. Las pequeñas y medianas empresas están obligadas a renovarse continuamente, por lo que son constantes sus cambios en actividad, productos y servicios, así como en plantilla de trabajadores. Es por este motivo por el que se exige cada vez más una mayor especialización.

Ante esta situación surge la figura del Orientador Laboral, cuyo objetivo es detectar las necesidades del demandante de empleo de cara al mercado laboral, para situar a cada persona en el ámbito profesional más idóneo según sus características (formación, características, expectativas laborales…) y su entorno socio-económico.

El orientador laboral trabaja para ayudar a aquellas personas que buscan activamente empleo, ya sea por cuenta ajena o propia, aunque el énfasis se pone en las personas o colectivos con mayores dificultades para su inserción. Forman parte de estos colectivos las mujeres, a las que hay que añadir las dificultades que se observan por las cargas familiares; jóvenes, sobre todo menores de 30 años, cuyo principal problema es la falta de experiencia; inmigrantes, en su mayoría con dificultades con el idioma y que en muchas ocasiones se encuentran con prejuicios por parte del empresario; personas con alguna discapacidad, ya sea física o intelectual, etc.

La premisa básica es que todos deben poder encontrar un sitio en el mercado laboral y para ello hay que saber transmitir que todas las profesiones son imprescindibles y necesarias para el buen funcionamiento de la sociedad.

Desde la Fundación Universidad-Empresa de Valencia se llevan a cabo una serie de acciones, en colaboración la Generalitat Valenciana y con la financiación Fondo Social Europeo y, para ayudar a mejorar las habilidades profesionales, informando de las herramientas básicas necesarias para mejorar la empleabilidad de los participantes.

La orientación sigue una serie de pasos que hacen más racional el proceso de búsqueda.
En primer lugar, es recomendable la realización de tutorías individualizadas, donde se acuerdan con el demandante de empleo las actividades que deben llevarse a cabo para que su inserción sea lo más efectiva posible. Hay que conocer la realidad de la persona que recibe orientación (su formación, sus intereses, sus necesidades, su situación social…) para poder trazar, junto a él, un itinerario en la búsqueda activa de empleo. En función de cada perfil profesional, se analiza el currículum, se elaboran cartas de presentación, se realizan prácticas de entrevistas de selección, etc., para más tarde, si se ve necesario, pasar a sesiones de grupo de búsqueda de empleo. En estas sesiones se dan a conocer los instrumentos y estrategias necesarias para realizar una búsqueda de empleo de forma activa, organizada y planificada.

Mediante sesiones grupales se trabajan habilidades y recursos personales (comunicación, autonomía, trabajo en equipo, liderazgo, etc.) y se aportan juicios realistas que permitan afrontar con mayor éxito los itinerarios de inserción laboral trazados por cada demandante.

Una de las funciones del orientador, de gran importancia al trabajar con estos colectivos más desfavorecidos, es la de abrir vías de comunicación entre empresas y trabajadores. En su faceta de "intermediador”, el orientador laboral gestiona ofertas de empleo y selecciona candidatos en función de las necesidades de ambas partes (empresa-demandante de empleo). En este sentido, el orientador laboral desempeña una labor cada vez más importante en la sociedad global en la que vivimos.
Deja tu comentario
Ver comentarios