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Descripción
Los orientadores terapéuticos ayudan a las personas a analizar las dificultades, la angustia o la pérdida del sentido que están experimentando en su vida. Por lo general, trabajan con personas individualmente, tratando sus problemas de manera confidencial.

Algunas personas necesitan orientación terapéutica que las ayude a hacer frente a cuestiones como la pérdida de un ser querido, ansiedad, dependencia a las drogas o al alcohol, deudas o violencia doméstica.
Funciones
El proceso de orientación terapéutica dura pocas sesiones o bien un periodo de tiempo mucho más largo. Antes de iniciar la orientación terapéutica, el orientador y el cliente se ponen de acuerdo sobre los métodos, duración, precios y confidencialidad de las sesiones. Por lo general, el cliente y el orientador terapéutico se ven una vez por semana.

Escuchando atenta y pacientemente, el orientador terapéutico empieza a entender las dificultades desde el punto de vista del cliente. Los orientadores terapéuticos hacen preguntas para ayudar a sus clientes a analizar diversos aspectos de su vida y sentimientos, alentándoles a hablar lo más libre y abiertamente posible.

A veces los clientes dan rienda suelta a emociones intensas, como la ira, la ansiedad y el dolor, que pueden no haber mostrado ante su familia o amigos más cercanos. Los orientadores terapéuticos están capacitados para presenciar y aceptar estas emociones sin que eso represente una carga que recaiga sobre ellos.

Los orientadores terapéuticos deben establecer una relación de confianza con sus clientes. A medida que la relación avanza, muchos clientes son capaces de abordar aspectos de su vida en los que no hubieran podido pensar antes o que no se hubieran sentido capaces de afrontar.

Es muy importante que los orientadores terapéuticos no den consejos, ni hagan juicios ni traten de imponer soluciones a sus clientes. Su objetivo debe ser siempre que las personas hablen y aclaren sus problemas, y luego puedan actuar por sí mismas para resolverlos.

El tipo de problemas que los orientadores terapéuticos ayudan a las personas a afrontar depende del lugar donde trabajan. Por ejemplo, algunos orientadores terapéuticos trabajan en hospitales y consultorios generales ayudando a las personas a hacer frente a enfermedades crónicas o terminales, a la pérdida de seres queridos o a la dependencia a drogas o alcohol.

Algunas empresas piden a orientadores terapéuticos que las ayuden a investigar y controlar el estrés experimentado por los directivos y otros empleados.

Las víctimas de delitos o los supervivientes de accidentes graves que sufren trastornos de estrés postraumático pueden necesitar orientación terapéutica.

Las escuelas, colegios y universidades tienen a veces orientadores terapéuticos para ayudar a los estudiantes con problemas personales, sociales y académicos.

Algunos orientadores terapéuticos son autónomos, por lo que son responsables de las tareas propias de la gestión de su propio negocio, como la planificación, las finanzas y el marketing.
Perfil profesional
Para ser orientador terapéutico, se necesita:
  • Una mente investigadora.
  • Un firme interés en la forma de pensar y actuar de la gente.
  • Un enfoque lógico y metódico de resolución de problemas.
  • Excelente comunicación y habilidades interpersonales.
  • Un enfoque tranquilo y profesional en todo momento.
  • Estricto respeto por la confidencialidad de sus clientes.
También debe ser:
  • Buen oyente.
  • Lógico y sistemático.
  • Paciente, sin prejuicios y objetivo.
  • Capaz de construir una relación de confianza y constructiva con los clientes.
  • Comprometido a ayudar a las personas a transformar su vida de manera positiva.
  • Capaz de respetar el derecho del cliente a tomar sus propias decisiones.
  • Capaz de evitar dar consejos o imponer soluciones.
  • Tener capacidad de recuperación y de evitar verse agobiado por las dificultades que encuentre.
Competencias
  • Actitud positiva.
  • Actúa según sus propias observaciones.
  • Actualiza registros.
  • Amable.
  • Aptitudes para gestionar el tiempo.
  • Aptitudes para la escucha.
  • Aptitudes para negociar.
  • Aptitudes para redactar informes.
  • Ayuda a sus clientes a mejorar su sensación de bienestar.
  • Bien organizado.
  • Capacidad para ganarse la confianza de los demás.
  • Capacidad para gestionar carga de trabajo.
  • Capacidad para tener en cuenta y entender cómo se sienten las demás personas.
  • Capacidad para trabajar en equipo.
  • Capaz de interpretar situaciones.
  • Capaz de mantener la calma bajo presión.
  • Capaz de plantear preguntas con claridad.
  • Capaz de plantear preguntas de manera objetiva.
  • Capaz de tomar la iniciativa.
  • Capaz de tratar con personas agresivas.
  • Capaz de tratar con personas difíciles o demandantes.
  • Destrezas en informática.
  • Dispuesto a trabajar con varios tipos de personas.
  • Educado.
  • Enfoque flexible.
  • Enseña técnicas de relajación.
  • Estudia y trata problemas de aprendizaje, conductuales y emocionales.
  • Evalúa el progreso de los clientes.
  • Evalúa las necesidades emocionales de sus clientes.
  • Flexible.
  • Habilidad para gestionar conflictos.
  • Habilidad para resolver problemas.
  • Habilidad para reunir datos.
  • Habilidades comunicativas.
  • Habilidades para la administración.
  • Habilidades sociales.
  • Interés en la manera de pensar y actuar de las personas.
  • Lidia con conductas difíciles.
  • Lidia con conflictos.
  • Lleva varios casos.
  • Mente inquisitiva.
  • Metódico.
  • No es sentencioso.
  • Objetivo.
  • Observador.
  • Paciente.
  • Perseverante.
  • Persistente.
  • Pone en práctica conocimientos y teoría.
  • Proporciona ayuda.
  • Rapidez de reflejos.
  • Realiza investigación.
  • Redacta informes.
  • Resistente.
  • Respeto por la confidencialidad del cliente.
  • Responsable.
  • Resuelto.
  • Reúne información.
  • Se enfrenta a situaciones difíciles.
  • Sensato.
  • Sentido del humor.
  • Tolerante.
  • Trabaja en equipo.
  • Trabaja estrechamente con otros profesionales.
  • Valora necesidades.
Estudios
A continuación se relacionan algunos de los estudios que permiten ejercer esta profesión. Hay que tener en cuenta que, dependiendo del ámbito de especialización, es posible que se tenga que complementar la formación con otros cursos más específicos del sector. La formación continua es un aspecto clave para la mejora profesional.