Los estudiantes universitarios que llevan botellas de agua a los exámenes pueden mejorar su rendimiento al mantenerse hidratados. Esta es una de las principales conclusiones del estudio elaborado por Chris Pawson, de la University of East London y sus colaboradores Sarah Doherty, Laura Martin, Ruth Soares y Caroline Edmonds de la misma universidad, y Mark Gardner de la University of Westminster.Los investigadores basaron su artículo en los datos aportados por 447 estudiantes, obtenidos teniendo en cuenta tres tipos de indicadores que medían si los estudiantes llevaban bebidas a los exámenes y de qué tipo eran estas bebidas. Los científicos comprobaron que los universitarios de los últimos cursos de la carrera son más propensos a llevar bebidas en los exámenes que los que acaban de empezar el Grado.
Otro dato interesante que avala la conclusión de este estudio es que los estudiantes que llevaron agua a las evaluaciones y, presumiblemente, consumieron dicha agua, les fue mejor la prueba que a aquellos que no bebieron.
Según Chris Pawson, "los resultados sugieren que el simple hecho de llevar agua a un examen está vinculado a una mejora en las calificaciones del alumnado. Hay varias razones fisiológicas y psicológicas que podrían relacionar esta mejora con el consumo de agua". En concreto, Pawson considera que, por un lado, la correcta hidratación puede tener efectos en el rendimiento mental, y por el otro, existe la posibilidad de que el consumo de agua contribuya a aliviar la ansiedad, un factor negativo determinante en los resultados de los exámenes.
Las investigaciones futuras van en la línea de separar estas dos hipótesis y comprobar el peso de cada una de ellas en el rendimiento cognitivo o mental, aunque, según Chris Pawson, "es evidente que los estudiantes deben tratar de mantenerse hidratados durante los exámenes".
