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"Si se dotara de autonomía real a los centros, posiblemente mejorarían los resultados de aprendizaje. Ahora bien, también habría mayor competitividad y, por tanto, mayor riesgo de estigmatización"

Entrevista

  • 04/10/2010

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Entrevista a Joan Teixidó. Profesor y responsable del Grup de Recerca en Organització de Centres (GROC) de la Universitat de Girona
La Generalitat de Catalunya ha aprobado el Decreto de Autonomía de los centros educativos, con la finalidad de mejorar el rendimiento y los resultados del alumnado y la cohesión social, dotando a los centros de instrumentos para que puedan gestionar y organizar sus recursos en función de sus singularidades y necesidades. ¿Qué opina sobre esta medida?

A nivel escrito el Decreto abre un abanico de posibilidades que puede suponer un cambio notable en los centros. Otra cosa muy distinta será la repercusión en los centros. Esto está por ver; plantea oportunidades pero también riesgos.

¿De qué forma repercutirá en el funcionamiento y organización de los centros educativos?

Supuestamente, va dotar de mayor autonomía a los centros. Pero todo depende del concepto que tengamos de autonomía, de las ganas y el empeño que tengan los centros de hacer un uso responsable de ella y, también, del nivel de tutela u orientación en la distancia que se autoasigne la Administración.

¿Existe algún precedente a esta ley a nivel europeo o internacional?

En cierto modo, todos los sistemas educativos "de libre mercado", es decir, de libre elección de los padres, donde la supervivencia del centro depende de contar con alumnado y, también, de conseguir resultados… optan por otorgar cotas de notable autonomía a los centros para que cumplan los objetivos. Esto obviamente, provoca desigualdades y rankings. La dificultad estriba en hacer realidad la autonomía en un modelo funcionarial.

¿Qué ventajas y desventajas supone dotar de más autonomía y poder de decisión a los centros?

Si se dotara de autonomía real a los centros, posiblemente mejorarían los resultados de aprendizaje. Ahora bien, también habría mayor competitividad y, por tanto, mayor riesgo de estigmatización.

¿En qué aspectos considera que es necesaria una mayor autonomía del centro (organización del tiempo, gestión del espacio, selección del profesorado, organización de los horarios y asignaturas, etc.)?

En todos los aspectos que se señalan puede darse mayor autonomía a los centros. Ahora bien, el dilema es ¿para qué?, ¿es posible en las condiciones actuales? A modo de ejemplo, no basta con otorgar autonomía para la selección del profesorado si eso no va acompañado de una reforma de la Función Pública; no basta con otorgar al director poderes en la evaluación del profesorado si antes no se desarrolla un Decreto de Evaluación que defina ¿qué es, cómo se lleva a cabo? ¿Qué va a suceder a quienes obtengan una evaluación positiva? ¿Y a los que no?, ¿Qué aspectos se van a tener en cuenta?, ¿Qué garantías va a tener quien se considere injustamente evaluado? etc.

¿Cuáles son las tareas principales que debe desarrollar un directivo o gestor de un centro educativo?

Las tareas que actualmente lleva a cabo son múltiples, excesivas y, fundamentalmente, de gestión. Están tan atareados con el día a día (gestión de incidencias, burocracia, atención a las personas…) que les es difícil erigirse en líderes educativos.

Este es uno de los principales hándicaps de los directivos españoles: dedican poco tempo a pensar en la organización

¿Qué cambios considera necesarios en la gestión de las organizaciones educativas para afrontar los retos de la educación actual?

Reducir la complejidad. El funcionamiento de los centros se ha complicado mucho: horarios, tiempo, currículum, dedicación parcial de profesorado, modelos de calidad, múltiples aplicativos y formularios por rellenar…

Todo ello conlleva mucho trabajo de coordinación y, también, disminuye la asunción de responsabilidades por parte del docente.

Disminuir la complejidad redundaría en una mejora de los resultados escolares; paradójicamente, no cesamos de acrecentarla.

¿Cree que los profesionales de la educación que gestionan los centros educativos necesitan formación específica en este ámbito?

Sí. Rotundamente. Una formación sólida, independiente, que les ayude a pensar por si mismos, a erigirse en líderes de la comunidad y no, meramente, en gestores que intentan dar respuesta a los requerimientos de la Administración y del entorno

¿A qué se dedica GROC (Grup de Recerca en Organització de Centres)?

Nos dedicamos a analizar aspectos de actualidad del funcionamiento de los centros partiendo de la perspectiva de los docentes y los directivos.

Reconocer la realidad es mucho más difícil dado que no se trata de decirles lo que deben hacer sino de conocer la problemática en profanidad, de entender los condicionantes contextuales que inciden en cada caso y de dar orientaciones con la intención que sean útiles. Quien va a decidir si le son de utilidad es el propio docente y directivo. GROC únicamente pone a su disposición el trabajo realizado, de una manera totalmente altruista, a través de www.joanteixido.org

Por último, ¿se ha tenido en cuenta la opinión de los expertos en gestión de centros a la hora de elaborar a ley catalana?

Lo desconozco aunque supongo que sí. Otra cuestión sería dilucidar cuál debe ser el papel de los expertos en la elaboración de una ley, su nivel de independencia o vinculación a un partido, los pactos políticos previos al proceso de elaboración y discusión parlamentaria, etc. En cualquier caso, no fui consultado al respecto.

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