Una de las cosas que ha marcado y a la vez más a perjudicado a nuestro sistema educativo es la falta de compresión del informe PISA. Y es curioso que hablemos de falta de "comprensión" cuando el informe Pisa trata de "comprender".Nuestro gobierno, el de las Comunidades Autónomas, ven en el resultado del informe "su nota" y en consecuencia, cual estudiante en época de exámenes, su gran obsesión.
El razonamiento que se hacen es, como ellos, muy simple: "Si el informe Pisa evalúa la comprensión lectora y la comprensión matemática, vamos a poner a los niños, desde que pisan la escuela, a leer y escribir y a realizar muchos ejercicios matemáticos, para así sacar "buenas notas". Hoy, primeros del año 2014, hemos visto como la Comunidad de Madrid anuncia que para "el próximo curso se aumentará una hora lectiva semanal en las asignaturas de Lengua y Literatura y Matemáticas –que se restará a otras asignaturas aún por especificar–, para los alumnos de Primaria". Ya en infantil se aumentó el tiempo que los niños dedican a la lectoescritura. También hoy, primero del año 2014, vemos como un gran colectivo pide que no se disminuya más las horas de humanidades.
Con este currículo que lo único que potencia es el aprendizaje de las matemáticas y del lenguaje, en aras a "sacar mejor nota" en el informe PISA (cosa que no se producirá por que los niños ya estarán hartos de estas materias) estamos olvidado qué es educación y retomando el antiguo concepto de Instrucción.
Parece mentira pero es preciso recordarle a los responsables de las políticas educativas que educación queda definida (además de una manera magistral) por el artículo 29 de la Convención de los Derechos del Niño, cuando dice:
"Los Estados Partes convienen en que la educación del niño deberá estar encaminada a:
a) Desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del niño hasta el máximo de sus posibilidades;
b) Inculcar al niño el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales y de los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas;
c) Inculcar al niño el respeto de sus padres, de su propia identidad cultural, de su idioma y sus valores, de los valores nacionales del país en que vive, del país de que sea originario y de las civilizaciones distintas de la suya;
d) Preparar al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todos los pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos y personas de origen indígena;
e) Inculcar al niño el respeto del medio ambiente natural.
Si bien no es una definición, sino "a lo que debe de estar encaminada" enmarca y define perfectamente que debemos entender hoy por educación en general.
Si analizamos las palabras claves, nos encontramos con que la educación del niño debe de estar encaminada a:
Desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del niño hasta el máximo de sus posibilidades. Así mismo: Inculcar al niño el Respeto a:
los derechos humanos
las libertades fundamentales
su propia identidad cultural
su idioma
los valores nacionales del país y de las civilizaciones distintas de la suya
las libertades fundamentales
su propia identidad cultural
su idioma
los valores nacionales del país y de las civilizaciones distintas de la suya
Preparar al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todos los pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos y personas de origen indígena;
Inculcar al niño el Respeto del medio ambiente natural.
En ningún momento se menciona que educación sea enseñar a leer y muchas matemáticas.
Está muy claro que el concepto educación hoy hemos de entenderlo como «potenciación de las facultades que la naturaleza le depara al niño o la niña» y no como mero transmisor de conocimientos.
Cabria aquí hacer una pequeña reflexión, y es que la mayoría de las veces se confunden los términos ENSEÑAR y EDUCAR. Si bien existe una unidad dialéctica entre los mismos, entre el término enseñanza1 y educación2 hay diferencias. Educación es un proceso más amplio que incluye la enseñanza, estando esta última más referida a la instrucción, al proceso de transmisión de conocimientos. Así decimos que educamos en valores, el sentido estético, las normas de convivencia, etc., y no decimos que educamos las matemáticas, la lectoescritura, etc. estas las enseñamos.
Otro gran punto que no se han leído los "diseñadores del sistema" es que cuando hablamos de educación hemos de tener en cuenta que cada niño tiene unas "posibilidades" con lo cual nuestra acción tiene que ser, aun dentro del grupo educativo, muy individual para cada niño, que por lógica tiene unos ritmos para la captación y asimilación de conceptos muy distinto al de sus compañeros.
Y SI ESTAMOS DE ACUERDO CON ESTE CONCEPTO DE EDUCACIÓN, como no puede ser de otra manera, evidentemente la educación debe de ser LENTA, en el sentido que tenemos que desacelerar los ritmos educativos que nos quieren imponer para adaptarlos a los ritmos del alumnado. Yo diría que a demás lenta debe de ser adecuada para desarrollar la personalidad de cada niño a su propio ritmo. Las matemáticas, la lectura, como estamos viendo en países educativamente más avanzados que el nuestro, vendrá por "añadidura" que le diría mi paisano Alonso Quijano a su fiel Sancho.
Notas al pie:
1. Enseñanza, según su procedencia latina, quiere decir Instruir, adoctrinar, amaestrar.
2. Educar, palabra procedente del latín se traduce como desarrollar o perfeccionar las facultades y aptitudes del niño o adolescente para su perfecta formación adulta.
