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Rompiendo barreras

Artículo de opinión

".... Vivimos en una sociedad plurilingüe. Sólo nos hace falta pasear por las calles de cualquier municipio para observar cómo, en pocos años, se han realizado innumerables cambios en el paisaje habitual...


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Ana Sandoval. Oficina de Relaciones Internacionales. Ayuntamiento de l'Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Regidoría de Juventud.
Vivimos en una sociedad multiétnica, en la que se mezclan colores, olores, sabores, costumbres, orígenes, culturas y lenguas. Quizás sea esta última la más representativa, la más intrínseca, en la que la expresión de la simbología en forma de grafemas y fonemas sea más inherente.

¿A quién no se le ha antojado prestar atención a los diferentes tipos de sonoridades que nos ofrecen las diferentes lenguas, con sus sordas y sus sonoras, fricativas, africadas, laterales y labiales... cómo si de la orquesta predilecta al oído humano se tratase?

Hemos sido agraciados por un séptimo sentido, el sentido de la curiosidad. El mismo sentido que nos hace acercarnos, aunque sea discreta o prudentemente, a lo desconocido, por ser diferente. ¿Y porqué entonces perdemos esta inocencia hacia lo extraño y rechazamos a lo extranjero, por el sólo hecho de ser extranjero?

El estudiar idiomas ignorados por nosotros, ya sea por necesidad o por el placer mismo de conocer y de saciar cualquier curiosidad o anhelo es propio de aquellos que redescubren la inocencia infantil en lo forastero.

El grafismo del árabe, del ruso, del chino, del japonés... estimula enormemente nuestro intelecto al ejercitar habilidades muchas veces adormecidas. Se asemeja enormemente en aquellos días de escuela en los que la grafía era un enigma para nosotros y el cuaderno nuestro mayor tesoro.

El aprendizaje de estos idiomas, por supuesto, no está excento de sacrificio, pero les aseguro que es a la vez un reto que tiene su merecida recompensa, tanto personal como social. Les animo, pues, a estudiar estos idiomas que, no por apartarse de lo habitual carecen de utilidad, sino más bien todo lo contrario, amplian nuestro curriculum y multiplican su valor.
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