| La caída demográfica, los desajustes oferta-demanda y la baja fidelidad y alto abandono de los usuarios no haría de la universidad pública una empresa muy rentable. Los hijos de la nueva inmigración, los estudiantes extranjeros y los cambios de regulación, más el apoyo presupuestario público a las instalaciones y a la actividad científica van ha hacer que la situación sea menos dramática y evidente, en apariencia. |