Hemeroteca

Es recomendable dar un acento pedagógico a las prácticas profesionales y evaluar la utilidad académica de las mismas de una forma distanciada y rigurosa. Por otro lado, escuchar mejor al sector productivo e incorporar módulos de conocimiento del mundo de la empresa y de la administración, tampoco sería una mala idea. Idea que se debería ampliar a los docentes, a menudo desconectados mentalmente de la realidad productiva.

La consolidación de los másters oficiales desarrollará aún más un sector de formación especializada que aportará una formación profesional superior muy a medida de las necesidades del mundo laboral. La ampliación de la "oficialidad” en el postgrado, generará nueva búsqueda de diferenciación profesional y nuevas oportunidades para los centros de formación.

Como sociedad, somos capaces de hacer las vacaciones de verano más largas de la Unión Europea y a la vez, los horarios laborales más extensos durante el resto del año. No tiene sentido que, habiendo transformado nuestras vidas en tantos ámbitos, no seamos capaces de reorganizar nuestro tiempo laboral y conciliar mejor la vida profesional, la vida familiar y el tiempo libre individual.

A pesar de su dimensión, el sector de la educación y la formación ha invertido poco en investigación de mercados y en sociología aplicada. Sin embargo, cada vez más, sus gestores se preocupan por conocer su target, su posicionamiento e imagen de marca, las demandas de sus clientes, su grado de satisfacción y las tendencias de futuro.

Una selectividad general en plena caída demográfica no fomenta la especialización de los centros educativos. Una selección propia de cada facultad o escuela universitaria podría fomentar la búsqueda de excelencia en algún aspecto científico, tecnológico, humanístico en cada centro. Algo que diferencie el centro del resto. Aunque sea el campus deportivo, el bar o la cercanía a la parada del autobús.

Las distancias salariales entre los trabajadores con estudios universitarios y el resto de empleados se están acortando en España más que en ningún Estado de la OCDE. En concreto, se han reducido un 40% entre 1997 y 2004. Esto no sucede en los países que han apostado por las TIC, como Corea, Canadá y EEUU.

El sentido común y el nuevo marco europeo indican que toda la inversión pública en equipamientos y en creación de un cuerpo universitario no se hace porqué sí. Se trata que la investigación y el desarrollo lleguen a convertirse en innovación empresarial y que el sector privado -con o sin ánimo de lucro- pueda apelar al apoyo universitario para progresar en calidad.

La oportunidad de la FP está en adaptarse mejor a las exigencias de los tiempos actuales, sin renunciar a su vocación finalista, o funcionando también como correa de transmisión entre la educación secundaria y la educación universitaria.
Una buena estrategia para extender este tipo de formación es la utilización de las TIC. Bienvenidas sean todas las iniciativas en este sentido, siempre que estén al servicio de los alumnos y sus profesores.

Mejorar salarios y las condiciones laborales ayuda. Desarrollar políticas de formación o remedios de la psicología de los recursos humanos, también. Pero algunas de las respuestas fuertes al problema del estrés laboral no pueden solucionarse si no hay una transformación global del modelo educativo, que dé más confianza y reconocimiento a los profesionales de la educación, pero que a su vez, sea exigente con ellos en su periodo formativo, su reciclaje y su evaluación.

Aunque la orientación educativa y el marketing se tocan en el punto de la información, lo que tienen que pensar seriamente los gestores y responsables académicos de los centros docentes es en crear unas unidades profesionalizadas de orientación académica y profesional, por un lado y departamentos de marketing por otro. Cada una con su lógica, sus profesionales especializados y su presupuesto.

Casi uno de cada tres estudiantes de secundaria (28%) no certifican su titulo de graduado en ESO, una de las peores estadísticas de una Unión Europea. Los chicos y chicas que abandonan sus estudios sin finalizar la ESO padecen, a mi entender, dos tipos de influencias negativas: una de carácter educativo y otra de carácter socio-laboral.

Sin una hoja de ruta entorno al despliegue de las TIC, los usuarios -centros, alumnos y alumnas, familias y docentes- están confusos y la industria editorial y multimedia no acaba de invertir e innovar seriamente en materiales didácticos y multimedia.

Se hace evidente la necesidad de una reflexión a tiempo y sincera que permita redefinir la misión y el modelo de las universidades en el ámbito de la educación y la formación a partir de la evaluación de lo que ha conseguido hasta ahora.

Los desequilibrios entre la formación y el empleo juvenil se pueden superar con la orientación académica y profesional que, objetivamente, está subvalorada en este Estado, en comparación con los otros países de la Unión Europea. La orientación no es un lujo de las sociedades desarrolladas. Debería ser una apuesta potente por adecuar los esfuerzos formativos a la realidad laboral y las capacidades, valores y posibilidades de los y las jóvenes y del conjunto de la población, a lo largo de la vida.

La sociedad y el mercado laboral están en continua transformación. Aparecen nuevas necesidades y el sistema productivo, las comunidades cívicas y la administración pública acaban dando respuestas. Algunas complementarias. Otras contradictorias.