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Descripción
Los logopedas ayudan a las personas a enfrentar y superar dificultades de comunicación y de deglución. Dedican gran parte de su tiempo a trabajar con niños, pero pueden trabajar con gente de cualquier edad. También trabajan con los padres, cuidadores, profesores y otros profesionales de la salud.
Funciones
Los logopedas trabajan con distintos tipos de clientes, incluyendo a niños y adultos que presenten:
  • Dificultad en la modulación y el uso de los sonidos necesarios para el habla.
  • Problemas de comprensión y uso del lenguaje.
  • Problemas de voz.
  • Un tartamudeo.
  • Dificultades para tragar.
El logopeda tiene que evaluar cada paciente y luego decidir y planificar la mejor manera de apoyarle y tratarles. Los pacientes pueden presentar dificultades de comunicación debido a una serie de razones, incluyendo:
  • Ahogo.
  • Discapacidades físicas y de aprendizaje.
  • Pérdida de la audición o sordera.
  • Trastornos degenerativos como la enfermedad de Parkinson.
  • Lesión cerebral.
  • Cáncer de boca o la garganta.
  • Problemas de salud mental.
Cuando el logopeda se entrevista con un cliente por primera vez, tiene que construir una relación de cordialidad y confianza con él, para poder diagnosticar el problema. Para el diagnóstico, los logopedas utilizan distintos tipos de información, incluyendo notas médicas y los resultados de la observación del paciente, y después discuten el problema con él.

Los logopedas a menudo también basan su evaluación en las conversaciones que han tenido con otros profesionales de salud, incluyendo médicos, enfermeras y psicólogos. También cooperan con maestros, familiares y cuidadores.

A continuación, el logopeda planifica el tratamiento. Su trabajo puede desarrollarse en varios lugares, incluyendo hospitales, clínicas y centros de salud, consultorios médicos de familia, escuelas, centros de día y el domicilio del cliente. Los logopedas pueden desplazarse por su área local para trabajar en diferentes lugares.

Aparte de resultar un buen tratamiento en sí mismo, este debe resultar interesante para el cliente, de forma que consiga mantener su atención, con el fin de aumentar las posibilidades de éxito. El trabajo con niños en particular, requiere la necesidad de crear ejercicios imaginativos y variados.

El logopeda dedica gran parte de su tiempo al trabajo con niños, para tratar problemas como la tartamudez, que pueden llevar a niños y jóvenes a aislarse socialmente. Los logopedas trabajan con niños en edad preescolar, por ejemplo, si sus conocimientos del idioma no se desarrollan como deberían, o cuando no han empezado a hablar.

Los adultos pueden tener dificultades en el habla, como consecuencia de accidentes o enfermedades, tales como accidentes cerebrovasculares, esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson o el cáncer.

Los logopedas también forman a personas que tienen contacto con el paciente o que este está bajo su responsabilidad, como maestros, personal de atención en residencias de ancianos, padres y personal del hospital. Esta función educativa y preventiva es cada vez más importante.
Perfil profesional
Para ser un logopeda se necesita:
  • Disfrutar del trato con la gente.
  • Habilidades de comunicación.
  • Capacidad de motivar e inspirar a la gente.
  • Paciencia, tacto y sensibilidad.
  • Habilidades para resolver problemas.
  • La capacidad de planificar y organizar los tratamientos.
  • Creatividad, para planificar ejercicios imaginativos y variados, sobre todo si trabajan con niños.
  • Habilidades de trabajo en equipo, por ejemplo, para trabajar con médicos, maestros, familiares y cuidadores, psicólogos y trabajadores sociales.
  • Conocimientos clínicos y científicos.
  • La voluntad de mantenerse al día con los cambios en las prácticas y tratamientos.
El progreso a menudo puede ser lento y laborioso, por lo que el logopeda debe ser capaz de ayudar y apoyar a los clientes a través de períodos de frustración y decepción, y a afrontar estos sentimientos por sí solos.
Competencias
  • Amable.
  • Aptitudes para la escucha.
  • Aptitudes para las lenguas extranjeras.
  • Asesora a personas a decidir el tratamiento a seguir.
  • Capacidad para trabajar en equipo.
  • Capaz de dar información compleja de un modo directo.
  • Capaz de mantenerse al día de los procedimientos y tratamientos.
  • Capaz de respetar a personas de todos los orígenes.
  • Creativo.
  • Establece relaciones basadas en la confianza con los usuarios, así como con sus familiares y cuidadores.
  • Habilidad para resolver problemas.
  • Habilidades comunicativas.
  • Idea actividades y juegos creativos como apoyo a terapias del habla.
  • Lleva registros con precisión.
  • Motiva a las personas.
  • Paciente.
  • Sensible.
  • Trabaja con grupos.
  • Trabaja con pacientes con cáncer de garganta o boca.
  • Trabaja con personas con discapacidades del aprendizaje.
  • Trabaja con personas con minusvalías físicas.
  • Trabaja con personas con problemas de salud mental.
  • Trabaja con personas en privado.
  • Trabaja en rehabilitación de apoplejías.
  • Trata a pacientes con dificultades de deglución.
  • Trata a pacientes con problemas de la voz.
  • Trata a pacientes con problemas de tartamudeo.
  • Trata a pacientes que presentan dificultades fonológicas.
  • Utiliza una amplia variedad de tecnologías del habla y del lenguaje.
Estudios
A continuación se relacionan algunos de los estudios que permiten ejercer esta profesión. Hay que tener en cuenta que, dependiendo del ámbito de especialización, es posible que se tenga que complementar la formación con otros cursos más específicos del sector. La formación continua es un aspecto clave para la mejora profesional.