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El Programa TEI: Tutoría entre iguales para la prevención del acoso escolar

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Ibanesa Gómez Arjona, Orientadora educativa en centros de secundaria de Tarragona
La convivencia en los centros de primaria y secundaria, y concretamente, el acoso escolar o conocido también con el anglicismo bullying, es uno de los temas que más preocupan en el ámbito de la educación y últimamente, de gran alcance mediático debido, desgraciadamente, a historias de gran sufrimiento entre nuestros jóvenes que acaban con tristes finales debido al acoso escolar. El índice de acoso escolar aumenta y esto hace imprescindible la creación de programas, no únicamente informativos o penalizadores, sino de tipo preventivo. En este sentido, en el siguiente artículo, presentaremos el programa TEI, un programa de convivencia para la prevención de la violencia y el acoso escolar, basado en las tutorías entre iguales, desde una perspectiva práctica y operativa, de aplicación en los centros educativos de primaria y secundaria.
 
Algunos datos sobre acoso escolar
 
Actualmente, diferentes estudios demuestran que el proceso de evolución del maltrato entre iguales sigue aumentando. Si tomamos como referencia orientativa la del Instituto Vasco de Evaluación e Investigación Educativa (ISEI­IVEI) en su último informe publicado en noviembre de 2012 sobre el maltrato entre iguales, podemos concretar que en secundaria está en torno al 14% y en primaria sobre el 20%, que la población diana en primaria corresponde a los cursos tercero y cuarto, y en secundaria es el primer curso. En cuanto al curso, el mayor nivel de incidencia se produce en alumnos de la misma clase, en torno al 43%, y sobre un 70% en alumnado de la misma edad, es decir del mismo curso. Estos datos rompen un mito social, sobre que las situaciones de acoso se producen de alumnos más mayores hacia los más pequeños. Esta situación sucede  tanto en primaria como en secundaria.
 
Otro de los datos que llama la atención es ¿A quién le piden ayuda las víctimas? Según el estudio sobre convivencia del Defensor del Pueblo publicado en el 2007, el 60% a sus compañeros/ras, un 14% a la familia y un 10% al profesorado. En el mismo estudio, se constata que es el grupo clase ­que son los propios compañeros­, quienes más conocen las situaciones de acoso que se producen, con un porcentaje cercano al 90%. Esto nos lleva a una implicación directa: el empoderamiento de los alumnos en los procesos de prevención.
 
¿Qué es el programa TEI?
 
El programa TEI comienza a desarrollarse en el 2002 e inicia su proceso de implementación en el 2003. Es un programa de convivencia para la prevención de la violencia y el acoso escolar, y tiene carácter institucional, es decir, no se trata de un conjunto de acciones aisladas realizadas por los alumnos, sino que implica una intervención sistemática sobre el clima de convivencia del centro educativo, encaminado a la creación de una cultura de la no-violencia, donde los alumnos son los elementos básicos de dinamización.
En la actualidad el programa se está desarrollando en más de 350 centros educativos de primaria, secundaria y educación especial de toda España, con una implicación directa (tutores y tutorizados) de unos 70.000 alumnos, se han formado más de 7.000 profesores y han pasado por el programa desde su inicio unos 480.000 alumnos. El programa está en fase de experimentación en la etapa de educación infantil, formación profesional inicial y ciclos formativos de grado Medio. En la actualidad, existen tres grupos de trabajo,  investigación, evaluación y desarrollo, en las Universidades de Barcelona, Santiago de Compostela y Alicante.
 
Objetivos del programa
 
  • Sensibilizar a la comunidad educativa sobre los efectos de la violencia.
  • Concienciar a la comunidad educativa sobre los efectos de la violencia e informar sobre  las consecuencias personales, sociales y educativas que este fenómeno comporta.
  • Facilitar el proceso de integración de alumnos, hacia una escuela inclusiva.
  • Crear un referente (tutor/a) para favorecer la autoestima y disminuir la inseguridad que provocan los espacios y las situaciones desconocidas.
  • Empoderar al alumnado como sujeto dinámico de la convivencia, en la prevención de la violencia y el acoso escolar.
  • Compensar el desequilibrio de poder y fuerza propio de la violencia y el acoso desde una perspectiva preventiva y disuasoria.
  • Integrar la "TOLERANCIA CERO" respecto a la violencia y maltrato, como un rasgo de identidad del centro.
 
Desarrollo del programa
 
El programa se basa en la  tutorización emocional entre iguales donde el respeto, la empatía y el compromiso son los pilares básicos de su desarrollo en los centros educativos.
De este modo, y después de la aprobación por parte del claustro de profesores del centro y del consejo escolar, la formación del profesorado para la implantación del programa, así como formación inicial del alumnado, se lleva a cabo la asignación de las parejas entre un alumno mayor (alumno tutor) y un alumno dos años más pequeño (alumno tutorizado):
 
  • En secundaria: Los alumnos de 3º son tutores emocionales de los de 1º.
  • En primaria: Los alumnos de 5º son tutores emocionales de los de 3º.
  • En infantil: Los alumnos de 5 años son tutores emocionales de los de 3 años. 
 
Esta relación entre alumnos de diferentes cursos ayuda también, paralelamente, a resolver dificultades no relacionadas con el acoso o la violencia, como puede ser el paso de primaria a secundaria, la adaptación a un nuevo instituto y otros conflictos emocionales. Estas relaciones potencian la autoestima, la identidad y la pertenencia al centro, así como el desarrollo y la cohesión de la comunidad educativa.
 
El programa aprovecha de manera exitosa dentro de sus tutorías, la enorme presión que ejerce el grupo sobre los individuos (especialmente en la adolescencia) para que esa mayoría de compañeros, muchos de ellos antes espectadores pasivos, actúen ahora unidos para ejercer una presión tal sobre el agresor que haga a éste desistir de sus intenciones. Se modifica el clima de la clase, eliminando los roles de agresor, víctima y espectadores para sustituirlos por respeto, valores y  empatía como un rasgo de identidad de la clase que modifica la cultura del centro respecto a la violencia. De este modo, el que pasa a tener la fuerza y el apoyo del grupo es la víctima, y el acosador se queda solo, por lo tanto ya no le compensa su actitud, porque ya no obtiene la autoestima que le generaba ese comportamiento. Crear un clima en el centro donde la tolerancia ante el maltrato esté mal vista es muy importante.
Una vez se han realizado las asignaciones de las parejas y su posterior presentación, durante todo el curso se realiza una formación del alumnado tutor y tutorizado basada en actividades de cohesión de parejas, tutoriales para todo el grupo, de formación específica para los tutores y actividades de evaluación.
 
El proceso de implementación del programa dura un curso escolar y finaliza con una evaluación por parte del claustro de profesores, dirección del centro y alumnado, así como la elaboración de una memoria y propuestas de mejora.
 
Resultados
 
Se ha podido comprobar tras los años que se lleva de experiencia -se puso en marcha en el año 2003-, que los niveles de conflictividad (partes, expulsiones..) empiezan a bajar desde el primer año y en el tercero se ha observado una reducción entre el 40% y 50%. Trabajando en valores de responsabilidad y de compromiso, es un programa muy activo para que los alumnos se involucren y al final se logra la participación del 100% del centro conforme pasan los cursos. Se rompe esa barrera del silencio, interviniendo antes de que se llegue a una situación de acoso.
 
Conclusiones
 
El programa TEI no se centra únicamente en ofrecer al personal escolar información básica sobre el acoso escolar y las formas de abordarlo, tal y como hacen otros programa anti-acoso escolar, sino que implica a toda la comunidad educativa y hace partícipes a los propios alumnos dentro del proceso de resolución de conflictos. El programa  permite que sean los propios alumnos los que resuelvan conflictos y atajen situaciones violentas desde el primer momento evitando que vayan a más.  Este empoderamiento convierte a los alumnos en los principales agentes dinámicos del cambio de conducta y de integración de "tolerancia cero" frente al acoso dentro del centro.
Es responsabilidad de todas las personas que forman la comunidad educativa conocer y explorar estrategias para poder detectar e intervenir en la dinámica de los conflictos. Es necesario un proceso de información, sensibilización y formación de los integrantes del centro educativo, especialmente del alumnado, que se convierte en sujetos de prevención y en elementos activos en la mejora del clima de centro.
 
Tenemos claro que la escuela tiene que ser un entorno seguro para su alumnado, que favorezca el desarrollo de todo su potencial de aprendizaje, no solo curricular y que nadie tiene que sufrir ningún tipo de maltrato ni físico ni emocional. Asumir este objetivo requiere un esfuerzo permanente de todos los que participan en el proceso educativo, especialmente de los profesionales que lo aplican y lo supervisan, pero también implica un compromiso familiar y social respecto a la convivencia y la educación.
 
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