El Consejo General de Ilustres Colegios Oficiales de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y Ciencias ha presentado el estudio "La Voz del Profesorado", una encuesta que analiza las opiniones de los propios docentes sobre su trabajo y formación. Una de las principales conclusiones que puede extraerse es que el 77% de los encuestados considera el sistema actual de inserción a la carrera docente no permite conectar adecuadamente la formación inicial con el ejercicio de la profesión.La solución para modificar el acceso a la profesión docente pasa por eliminar el actual sistema de oposiciones e interinaje instaurando un MIR educativo, similar al que tienen los médicos. El Consejo General de Doctores y Licenciados cree que las oposiciones están «mal diseñadas» y que el sistema de evaluación es «muy mejorable». El MIR educativo consistiría en un examen de selección a nivel estatal y prácticas tuteladas en las aulas. En este sentido, el 65% de los docentes encuestados está a favor de este proceso de selección.
En cuanto a la formación del profesorado, el informe plantea la necesidad de reabrir el debate sobre si es adecuada o no la formación que reciben en España los aspirantes a profesores. El estudio destaca las competencias transversales y la didáctica como los puntos clave en la formación de los docentes, así, el 62% de los encuestados cree que es más importante que los profesores reciban una formación didáctico-pedagógica que conocer bien la asignatura que se va a impartir y el 80% exige un programa específico de prácticas al inicio de la carrera.
Los docentes piden «formación en habilidades sociales para una comunicación eficaz al transmitir conocimientos y en el manejo de situaciones estresantes», así como «conocimientos de psicología evolutiva, educación emocional, aprendizaje cooperativo, técnicas de innovación docente, aprendizaje por competencias, formación para las tutorías y excelencia académica». Además, demandan que, durante la carrera, se mejore y potencie la formación para que «los programas incluyan clases prácticas conectadas con la realidad, formen en la didáctica de sus materias específicas de manera práctica y se les permita realizar prácticas externas en entornos reales asesorados por expertos».
En cuanto al máster de secundaria, que reemplazó al Certificado de Aptitud Pedagógica (CAP), el estudio considera que se trata de un «un CAP encubierto», que no responde a las expectativas marcadas.
