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António Augusto Baptista Rodrigues, Doctorado en Dirección de Empresas y Gestión de Marketing. Docente e investigador en el Instituto Superior Autónomo de Estudos Politécnicos (IPA) y en el Instituto Superior de Educação e Ciências (ISEC). (Lisboa - Portugal)
El mercado de trabajo está cambiando y los perfiles de los trabajadores que las empresas buscan también. Estar atento a las nuevas competencias necesarias independientemente de la edad, es una condición, para tomar el pulso al ambiente laboral de nuestras economías. Cualquier reflexión debe partir del entendimiento de que desarrollar implica romper con un padrón adquirido para adoptar otro. En esto proceso hay que aumentar nuestras capacidades asumiendo la persona la responsabilidad por ese proceso evolutivo.
 
El auto desarrollo no se restringe à la "gestión de la carrera", Peter Drucker, en "Desafíos Gerenciales para o siglo XXI", afirma que gestionarse a sí mismo quiere decir, aprender a desarrollarse continuamente, mantenerse mentalmente activo y aprender cómo y cuándo cambiar.
 
La automotivación es un aspecto determinante en la forma como lidiamos con el fracaso. Es imposible alcanzar el suceso se no estivemos preparados para enfrentar positivamente su opuesto - el fracaso. El foco consiste en comprender el por qué e no quién.
 
El ser humano tiene una gran necesidad por poder controlar y predecir aquello que sucederá en su entorno. Cuando tenemos que realizar una determinada actividad, y podemos conseguirlo a través de nuestros medios,  entonces nos sentimos bien y seguros, lo que puede llevar a que realicemos de una manera muy efectiva la tarea. 
 
La edad representa uno de los grandes inconvenientes que tienen muchas personas para poder volver a incorporarse en el ámbito laboral. Y es que aunque teniendo un perfil muy bueno unido a unas expectativas salariales aceptables, la edad puede suponer un criterio de exclusión de una gran cantidad de profesionales que podrían mostrar el mismo o incluso mejor rendimiento que muchísimos candidatos que terminan siendo contratados o que estén actualmente trabajando. Todo esto genera unas grandes barreras muy difíciles de superar y que producen un gran malestar sobre la persona haciéndole deprimirse y sentirse totalmente como un inútil. La lectura de esta entrada es obligatoria por una razón:
 
Ciertamente la edad puede beneficiar o perjudicar; según el cristal con que se mire: puede darse la resistencia al cambio en esa persona de mayor edad, y no adaptarse a las nuevas tecnologías; o puede ser la vasta experiencia un aval para salir avante ante cualquier reto. Es individualizado el tema de la edad, no se puede generalizar, ya que somos personas únicas. Cada persona es un mundo nuevo, diferente e impredecible.
 
En nuestra cultura, la edad si representa un obstáculo, sin embargo quienes estamos en esta situación debemos trabajar con más ahínco para demostrar que la experiencia laboral y personal son factores muy importantes para el desarrollo de cualquier institución. Una empresa que además quiera considerarse socialmente responsable deberá considerar en sus prácticas de selección de personal, a personas adultas, ya que la experiencia de estas personas será incalculable para cualquier organización.
 
En conclusión, las tendencias actuales del mercado de trabajo exigen una atenta gestión de su carrera en que la constante formación, polivalencia y adaptación son prácticas para durar.
 
Así, el hábito de la pro actividad de que habla Stephen Covey en su libro "Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva"  nos da la libertad para poder es coger nuestra respuesta a los estímulos del medio ambiente. Nos faculta para responder (responsabilidad) de acuerdo con nuestros principios y valores.
 
Ésta es la cualidad esencial que nos distingue de los demás miembros del reino animal. En esencia, es lo que nos hace humanos y nos permite afirmar que somos los arquitectos de nuestro propio destino.
 
Dentro de las condiciones que nos rodean hay eventos sobre los que podemos influir (Circulo de influencia) y eventos que están fuera de nuestro control (Circulo de preocupación). Siendo proactivos potenciamos nuestra capacidad para incidir sobre eventos sobre las que no tenemos control y auto montamos nuestro círculo de la influencia. Pero para que esto funcione es necesario un alto grado de compromiso para poder actuar de acuerdo a los principios y paradigmas que nos hemos establecido.
 
La característica más capacitadora y extraordinaria que tiene el ser humano es su capacidad de aprender, seguido de la capacidad de adaptación, y esto establece una fuerte relación con la primera. Cuando lo reconocemos en nosotros, cuando empezamos aplicamos en nuestras vidas esta creencia, toda la vida está impregnada de posibilidad. Como dice el anuncio de Adidas: "Nadie es imposible".
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