Encuentra tu curso ideal

9%

¿Qué quieres estudiar?

Educación emocional y competencias profesionales

Artículo de opinión

La Educación Emocional es un proceso educativo, continuo y permanente, que tiene una importancia clave en el ámbito de la educación, pero también en la formación y el mercado laboral. En este monográfico hemos preguntado a los expertos sobre la importancia de las competencias emocionales en el ámbito laboral: ¿Cuáles son las competencias emocionales más demandadas? ¿Qué grado de empleabilidad aportan estas competencias al perfil laboral de un candidato?


  • Valora

  • Deja tu comentario
Laia Mestres i Salud, Redacción de Educaweb
La Educación Emocional es un proceso educativo, continuo y permanente, que tiene una importancia clave en el ámbito de la educación, pero también en la formación y el ámbito profesional. Precisamente, la necesidad de aplicar la inteligencia emocional al ámbito profesional ha facilitado que surjan teorías, proyectos e iniciativas interesantes.
 
En este nuevo monográfico de Educaweb sobre Educación Emocional hemos preguntado a los expertos sobre la importancia de las competencias emocionales en el ámbito laboral: ¿Cuáles son las competencias emocionales más demandadas? ¿Qué grado de empleabilidad aportan estas competencias al perfil laboral de un candidato? Además, hemos recopilado casos de éxito basados en experiencias de Educación Emocional llevadas a cabo en el aula.
 
¿Para qué sirve la Educación Emocional?
 
La Educación Emocional tiene como objetivo ayudar a las personas a descubrir, conocer y regular sus emociones e incorporarlas como competencias. Para Rafael Bisquerra, Director del Postgrado en Educación Emocional y Bienestar y del Postgrado en Inteligencia Emocional en las Organizaciones de la Universitat de Barcelona, la finalidad de la educación emocional es el desarrollo de competencias emocionales, entendidas como el conjunto  de conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes necesarias para tomar conciencia, comprender, expresar y regular de forma apropiada los fenómenos emocionales.
 
Las personas necesitamos desarrollar las competencias emocionales para hacer frente a las situaciones personales y sociales que nos encontramos a lo largo de la vida, para interactuar con aquello que nos rodea y para lograr el éxito y el bienestar. Para la Escuela Garbí los beneficios de la Educación Emocional en el ámbito escolar son el aumento de las habilidades sociales y las relaciones interpersonales satisfactorias, mejora de la autoestima, disminución en el índice de violencia y agresiones, mejor adaptación escolar, social y familiar, disminución de la ansiedad y el estrés, disminución en la iniciación del consumo de drogas, disminución de la sintomatología depresiva y mejora en el rendimiento académico.
 
Es innegable la importancia que tiene la dimensión emocional en la formación, y para lograr integrar esta dimensión es necesario que exista coherencia entre las acciones formativas de la escuela y la familia, a la vez que se garantiza la continuidad de las propuestas educativas.
 
Precisamente, los expertos consultados destacan la necesidad de llevar a cabo estrategias de Educación Emocional des de las primeras etapas de la enseñanza; además, la Educación Emocional se ha convertido en uno de los aspectos más importantes de la orientación psicopedagógica para la prevención y el desarrollo, permitiendo al alumnado alcanzar un mayor desarrollo personal, un aumento de su capacidad de aprendizaje y una mejora en la convivencia en las aulas.
 
Competencias emocionales en el ámbito laboral
 
Ser competente en el campo profesional consiste en saber resolver problemas y situaciones del trabajo de forma autónoma. No basta con los conocimientos técnicos aprendidos en las etapas de formación (universidad, FP, PCPI…), es necesario contar con habilidades, conocimientos y actitudes que permitan desempeñar las tareas propias de una profesión.
 
En este contexto, los beneficios de la Educación Emocional son evidentes en el ámbito laboral, pero, ¿realmente las Competencias Emocionales mejoran las opciones de encontrar empleo? Según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre habilidades en el trabajo en los países latinoamericanos, las habilidades emocionales son clave para obtener empleo.
 
Rafael Bisquerra corrobora esta conclusión afirmando que en los últimos años se ha puesto de manifiesto que en igualdad de competencias técnicas y de titulación académica, las competencias emocionales son decisivas para conseguir un empleo.
 
Para Irene López, Directora de la Fundación Gestiona, una buena educación emocional en la infancia va a permitir que el individuo tenga mayor grado de empleabilidad de mayor, porque va a ser un candidato moldeable y adaptable a las circunstancias y sorpresas del día a día. Y sobre todo porque va a contar con las herramientas para vencer y superar los miedos, así como para disfrutar mucho más de su buen hacer y el buen hacer de su equipo.
 
Entonces, ¿cuáles son las Competencias Emocionales que aportan a los candidatos? Los expertos apuntan a la capacidad para resolver problemas, para adaptarse al cambio, para evitar y resolver los conflictos en las empresas o para incrementar las habilidades de liderazgo… Rafael Bisquerra concreta un poco más y afirma que los empleadores piden: capacidad para saber estar, equilibrio emocional, capacidad de escucha, tolerancia a la frustración, control de la impulsividad, empatía, asertividad, resiliencia,…
 
Gino Filonzi, Director del Instituto IFIC, enfatiza en dos aspectos: las habilidades sociales y la gestión de las emociones. Desde su punto de vista, las habilidades sociales que una buena gestión de las emociones nos aportan son fundamentales para aumentar nuestras habilidades interpersonales en el ambiente laboral. Por ejemplo para saber escuchar a los demás y entenderlos o para poder también transmitirles mejor nuestras ideas u opiniones. Además, un control interno de nuestras emociones propicia que podamos rendir más ante cualquier situación en el entorno laboral al no vernos cegados por exageradas reacciones que pueden traer errores irreversibles.
 
Evidentemente, disponer de estas competencias no garantiza la obtención de un trabajo. No debemos perder de vista que las Competencias Emocionales deben ir acompañadas de una formación adecuada al puesto, formación continua, experiencia profesional en algunos casos y las llamadas competencias profesionales transversales, como por ejemplo, idiomas.
 
 
Deja tu comentario
Ver comentarios