Esta semana ha empezado el curso escolar en todo el país. En algunas comunidades autónomas, las escuelas deberán hacer frente a los recortes de personal y la austeridad de los presupuestos y ya han iniciado acciones de protesta, como es el caso de Madrid y Barcelona. Además, las familias se preparan para la vuelta al cole más dura de los últimos años, propiciada por la subida del IVA en ropa, calzado y parte del material escolar y por la reducción de las ayudas públicas. Según datos facilitados por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el comienzo del curso escolar costará una media de 640 euros por alumno: aproximadamente 510 en colegios públicos y 917 en centros educativos concertados y privados.Al inicio del curso 2012-2013 se le suma la principal noticia de la semana: la publicación del informe Panorama de la Educación 2012 por parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Según el estudio, el 24% de los jóvenes españoles de entre 15 y 29 años no estaba empleado ni recibía ninguna formación entre 2008 y 2010. Este dato sitúa al Estado en la quinta posición más alta entre los 33 países de la OCDE, cuya media en esa época era del 16%.
¿Cómo podemos hacer frente a esta situación? La opinión de la OCDE, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y los expertos es unánime: cuánta más formación más posibilidades de encontrar un empleo, por eso, es necesario potenciar la formación profesional y luchar activamente contra el fracaso escolar. Para empezar, este mes de septiembre, el Gobierno tiene previsto aprobar el proyecto de Real Decreto que regulará el contrato de formación y aprendizaje, más conocido como Formación Profesional dual con el apoyo de los sindicatos y la patronal. ¿Qué otras acciones debería llevar a cabo el gobierno para lograr mejorar estos porcentajes? Esperamos tus opiniones en Facebook y Twitter.
En cuanto a la información sobre el mercado de trabajo, destaca una noticia publicada por la consultora especializada en recursos humanos Manpower, en la que muestra que el 30% de los encuestados no aceptaría un trabajo con un sueldo por debajo de los 1.000 euros. Por el contrario, el 25% restante estaría dispuesto a aceptar un empleo fuese cual fuese su remuneración. El resto, se dividen entre los que no aceptarían un trabajo por menos de 800 euros (33%) y los que no lo cogerían si les pagasen menos de 600 (12%). ¿Crees que estos datos se corresponden con la realidad?
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