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Balance del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES)

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Laia Mestres i Salud. Redacción de Educaweb.com
La implantación del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) ya es una realidad en las universidades europeas. El sistema de tres ciclos (grado, máster y doctorado), la movilidad internacional, la acreditación de competencias, las metodología didáctica centrada en el alumnado… son algunas de las características del modelo.

El camino para la implantación no ha sido fácil. A las protestas de estudiantes y profesorado hay que sumarle la precipitación a la hora de adoptar algunas medidas y la situación financiera actual, que ha condicionado la aplicación del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) En 2009, elaboramos un monográfico en el que recopilamos las opiniones a favor y en contra del Proceso. En esta ocasión, el monográfico 229 sobre el Espacio Europeo de Educación Superior tiene como objetivo hacer balance y analizar los aspectos que deben mejorarse del modelo universitario.

El proceso de Bolonia en la actualidad

A lo largo de estos años, la adaptación de las universidades al Proceso de Bolonia puede resumirse como complicada y lenta, aunque en proceso de mejora. En este sentido, el Informe de Evaluación de la Comisión de Seguimiento de Bolonia (Bologna Scoreboard) de 2009 ha otorgado a España una nota de 4 puntos sobre 5 en la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior, mejorando medio punto respecto a la evaluación realizada en 2005. Pero, ¿se han logrado los objetivos previstos hasta el momento?

Entre los objetivos del EEES destacan:

1. Consolidar el sistema de títulos de tres ciclos (Grado, máster y doctorado) y establecer un sistema de transferencia y reconocimiento de créditos
2. Promover la movilidad
3. Asegurar un sistema de gestión de la calidad
4. Aumentar la tasa de empleabilidad y promover la competitividad a nivel internacional

¿Qué se ha logrado hasta ahora?

1. Consolidar el sistema de títulos de tres ciclos (Grado, máster y doctorado)

Hasta ahora, este es el objetivo logrado con mejores resultados. El presidente de la Asociación de la Universidad Europea (EUA), Jean-Marc Rapp, reconoce que a lo largo del Proceso de Bolonia, el 95% de las universidades europeas ya han implantado la nueva estructura de Grado-Máster-Doctorado.

En España, hace un año, el Ministerio de Educación destacaba la adaptación de 1.109 grados y 2.097 másters al Proceso de Bolonia. Actualmente, la práctica totalidad de los títulos de grado están verificados o en los pasos finales del proceso de evaluación.

Según el informe Datos y Cifras del Sistema Universitario Español 2010/2011, en el curso 2009-2010 el número total de estudiantes universitarios en todos los niveles de Grado, Máster y Doctorado se ha incrementado un 3,5%, situándose en 1.556.377 estudiantes.

2. Promover la movilidad:

El pasado 3 de abril aparecía la noticia: la Unión Europea está estudiando recortar el programa de becas Erasmus como consecuencia de la aplicación de las medidas de ahorro. Tal y como recoge La Vanguardia, si se llevan a cabo estas medidas se verá afectado el proceso de selección de los candidatos a las becas Erasmus, que será más duro, aumentando el nivel de exigencia.

La movilidad es la gran asignatura pendiente de la aplicación del Proceso de Bolonia en España. El número de estudiantes que realizan una estancia en el extranjero es inferior a otros países europeos, en parte, debido a la cuantía que perciben los estudiantes con una beca Erasmus. Aún así, el número de universitarios españoles que han participado en ese programa se ha multiplicado por 13 en los últimos 20 años, pasando de los 2.168 en el curso 1989/90 a los 29.219 en 2009/2010. Según el informe Datos y Cifras del Sistema Universitario Español 2010/2011, sólo en este último curso los estudiantes españoles Erasmus han crecido un 15,4%.

La movilidad es uno de los aspectos que debería cobrar importancia en el contexto económico y laboral actual. Encuestas realizadas recientemente muestran como jóvenes y no tan jóvenes tienen una mayor predisposición para viajar al extranjero en busca de oportunidades de empleo. De hecho, la consultoría Randstad destaca que el 71% de los universitarios estaría dispuesto a mudarse por trabajo.

3. Gestión de la calidad:

La gestión de la calidad es fundamental, de hecho, desde las propias universidades se han puesto en marcha iniciativas concretas, aunque también los organismos gubernamentales y las asociaciones colectivas proponen medidas y organizan encuentros para promover la calidad.

Para ajustar las titulaciones universitarias a las directrices europeas y convertirlas en títulos de Grado y Máster, las universidades han tenido que modificar sus planes de estudios y someterlos a un proceso de evaluación ante la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) y al Consejo de Universidades, que es el encargado de determinar la idoneidad de las carreras universitarias.

Además, el Ministerio de Educación ha impulsado la convocatoria de Campus de Excelencia Internacional cuya finalidad es que las universidades pongan en marcha sus planes estratégicos de modernización, a través de la especialización, diferenciación e internacionalización del sistema universitario español.

4. Mejorar la empleabilidad:

Otro aspecto de la aplicación del Proceso de Bolonia que genera dudas es el impacto del título de grado en el mercado laboral en comparación con las licenciaturas, diplomaturas e ingenierías.

Según un informe de la Asociación Europea de Universidades (EUA, en sus siglas en inglés), recogido por El País en 2010, hay países en los que el grado no tiene impacto y el máster es la entrada básica al mercado laboral, como por ejemplo, Alemania, Hungría, Austria o Polonia. Sin embargo, en otros países con tradición de carreras más breves, el grado está perfectamente aceptado en el mercado laboral y el máster se considera un extra.

Esta percepción se suma a la situación del mercado laboral español. Los jóvenes están desanimados, tal y como muestra una encuesta realizada por la red social Patatabrava.com, que señala que dos de cada tres universitarios españoles creen que no encontrarán un trabajo relacionado con la carrera que realizan.

La encuesta ha sido realizada a 4.700 estudiantes de 18 a 21 años y entre las opciones que barajan los jóvenes se encuentra crear una empresa o realizar estudios de máster y doctorado. Asimismo, el 58% de los encuestados piensa que España tiene la peor educación comparada con la de otros países, por eso la mayoría considera la posibilidad de salir del país para desarrollarse profesionalmente y seguir estudiando.

Aún así, el informe Datos y Cifras del Sistema Universitario Español 2010/2011, destaca que las tasas de empleo de la población universitaria española son muy parecidas a las de la OCDE (88% para hombres y 81,3% para mujeres en España frente a 89,8% para hombres y 79,9% mujeres en la OCDE). Sin embargo, en 2008 en España las tasas de desempleo se disparan aumentando el diferencial respecto a la OCDE, aunque la tasa de los jóvenes que tienen educación universitaria se incrementa en menor medida que la del resto de la población.

La principal conclusión que puede extraerse de la aplicación del EEES es que todavía es muy pronto para hacer balance. Es evidente que hay aspectos que deben mejorarse, pero la situación financiera mundial ha contribuido a retardar el proceso y minimizar las inversiones en educación superior. Es importante seguir avanzando, aprender de los errores y potenciar los puntos clave del proceso: la movilidad internacional, la metodología didáctica participativa, la acreditación de competencias y el impulso de una gestión de calidad.

Bibliografía:

(2010) Datos y Cifras del Sistema Universitario Español Curso 2010/2011. Ministerio de Educación


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