La imagen de la escuela ya no se puede representar únicamente como la de un espacio físico. Empieza a aparecer una red digital, invisible, que está modelando, poco a poco, un nuevo esqueleto arquitectónico al que debemos estar muy atentos y atentas. La introducción de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en el interior de las aulas, presenta un gran abanico de posibilidades metodológicas, de fortalecimiento de la relación entre comunidades, de gestión del conocimiento que se genera en el propio centro educativo y de creación de una marca, de un sello de calidad de los contenidos generados que forman parte del patrimonio del mismo.Desde el año 2003, Intermón Oxfam impulsa el proyecto Conectando mundos (www.conectandomundos.org), una propuesta educativa telemática que combina la actividad en el aula y el trabajo en red entre alumnado de 6 a 17 años de diferentes realidades culturales, económicas y sociales, en la que participan centros de todo el mundo.
Con Conectando mundos queremos promover que grupos de estudiantes, desde los lugares más apartados del mundo, trabajen de manera cooperativa a través de las TIC y sean capaces de comprender los puntos de vista de todos y todas y de enriquecerse mutuamente con visiones amplias de la realidad, cada vez menos local y cada vez más universal. A lo largo de siete semanas, los alumnos y las alumnas, organizados en torno a comunidades de trabajo de 15 grupos-clase de una misma edad, disponen de una propuesta didáctica, específica para cada ciclo, que trabajan conjuntamente a través de Internet. Los ejes fundamentales en los que se basa Conectando mundos son:
La participación en una comunidad virtual de escuelas, que genera una gran motivación en el alumnado y facilita el aprendizaje de los mismos por la posibilidad de comunicarse con compañeros y compañeras de otros lugares con los que establecen vínculos de amistad, porque conocen realidades geográficas, culturales y sociales distintas explicadas directamente por personas que las viven, y no sólo a través del libro de texto.
La construcción de redes de personas, por encima de redes de ordenadores. La tecnología facilita el intercambio de ideas, de documentos, y de la red de relaciones personales de los participantes.
La formación de alumnado y profesorado en el uso de las TIC, entendiendo por formación no sólo el uso del ordenador sino el descubrimiento de las nuevas posibilidades metodológicas derivadas del aprendizaje cooperativo, la nueva arquitectura de la información derivada de las formas de organización, tratamiento, almacenaje y búsqueda de la información que permiten las TIC.
Además, desde el año pasado, completamos la actividad con la pizarra 2.0, la red social de Conectando mundos, en la que las y los alumnos disponen de un conjunto de herramientas comunicativas para interactuar entre ellos y ellas de una manera más informal. Es un espacio, en el que los grupos pertenecientes a la misma franja de edad pueden hacer su propio blog y darlo a conocer incluso a personas que no participan en Conectando mundos, comentar los blogs de las otras clases y compartir videos y fotografías. Además, este espacio permanece activo cuando finaliza la actividad, para que puedan seguir compartiendo con sus compañeros y compañeras de Conectando mundos, más allá de las siete semanas que dura la actividad.
Uno de los principales objetivos pedagógicos de este espacio es que el profesorado ceda el protagonismo al alumnado, para que sean los que lideran esta parte de la actividad y que el profesorado desempeñe el rol de acompañamiento.
La valoración que hacemos de la pizarra 2.0, de la única edición en la que la hemos puesto en práctica, es muy positiva. El año pasado, en el que participaron 733 grupos en Conectando mundos, se crearon 66 blogs y subieron 33 vídeos y 453 fotografías. Para ser el primer año que hemos incorporado esta aplicación, son buenas cifras, que esperemos que aumenten en las próximas ediciones.
