Actualmente es indiscutible la importancia de la formación permanente en cualquier contexto laboral, incluido el ámbito educativo. En la sociedad actual sujeta a rápidos y constantes cambios es esencial continuar formándonos a lo largo de la vida. El desarrollo profesional es imprescindible y la formación permanente es, de este modo, una herramienta indispensable.Los cambios que se han producido en el contexto universitario y que deben materializarse en los próximos años exigen formar a profesionales cualificados y competentes. Esto requiere un nuevo concepto de enseñanza donde la innovación pedagógica y la calidad docente son dos ejes fundamentales. El profesorado universitario se convierte así en el factor clave para lograr los objetivos vinculados al Espacio Europeo de Educación Superior.
Este nuevo contexto requiere convertir al profesorado en un profesional del aprendizaje que lleve a cabo un rol de facilitador y no de mero transmisor de conocimientos. Pero, ¿cómo lograrlo? El profesorado universitario en general, cuenta con formación especializada en su área de conocimiento pero no con formación pedagógica, a diferencia de profesorado de infantil, primaria, secundaria y otros profesionales de la educación.
Desde la declaración de Bolonia en 1999 las Universidades se han estado preparando para conducir este cambio, a través de planes de innovación docente, sensibilización y formación didáctica del profesorado. Pero, ¿estamos preparados? Sin duda la formación llevada a cabo es fundamental, pero normalmente ha sido de carácter voluntario e individual.
Los centros universitarios que han avanzado más rápido, son aquellos que han otorgado valor a la formación pedagógica del profesorado y han destinando recursos de tiempo y económicos, logrando de este modo un cambio de cultura entendiendo la formación permanente como fundamental en el desarrollo profesional del docente.
¿Cuál es el siguiente reto? Establecer un plan de formación permanente del profesorado universitario contextualizado con los objetivos del centro/facultad o titulación, que atienda no solo a las necesidades individuales sino a las establecidas por equipo de profesorado en su conjunto. Esto requerirá:
- Establecer anualmente los objetivos docentes de la titulación consensuados por el equipo de profesorado, e identificar las necesidades de formación derivadas.
- Establecer los procesos de formación del profesorado como investigación-acción, de manera que permitan la reflexión, la hipótesis de acción y la práctica. Normalmente la formación es considerada útil pero por diferentes razones se ha demostrado que raramente se lleva a la práctica. Es fundamental que el profesorado pueda revisar y evaluar su acción docente, y con ello establecer acciones de mejora y aplicarlas.
- Aprovechar las tecnologías desde un punto de vista didáctico. El docente debe renovarse constantemente y ha de ser competente en las tecnologías. Las Tecnologías de la Información y la Comunicación, tienen un gran potencial y se han convertido en una herramienta básica para la innovación pedagógica que además obtiene muy buenos resultados con el alumnado universitario.
- Fomentar el seguimiento de los objetivos y evaluación de los resultados a través de la generación de nuevos espacios de reflexión con el profesorado, que permitan compartir buenas prácticas, encontrar soluciones o establecer estrategias conjuntas para resolver problemas comunes, y en definitiva continuar aprendiendo de forma cooperativa.
- Contar con un equipo asesor que oriente, guíe, aconseje, recomiende y ayude en todo momento, individualmente y colectivamente al profesorado, para lograr los objetivos docentes establecidos. Esta es una forma de dar continuidad a los procesos de formación y facilitar que lo aprendido se lleve a la práctica. El profesorado se siente acompañado y sabe que puede contar con asesoramiento ante las dudas y dificultades con las que se encuentra al poner en práctica nuevas metodologías.
En sus más de 30 años de experiencia Florida ha desarrollado un proyecto caracterizado por la innovación educativa permanente, una apuesta por la calidad, la potenciación de la orientación académica y profesional, y su vinculación con el entorno social, empresarial y educativo. La evolución de este proyecto educativo se ha fundamentado en el desarrollo profesional y la formación permanente del profesorado.
