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Dos tipos de motivaciones para hacer Bachillerato Internacional: dos tipos de dificultades diferentes

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Miguel Cañizares Millán. Coordinador del Bachillerato Internacional del IES Juan de la Cierva y Codorníu de Totana (Murcia) y Rosario Sánchez López. Coordinadora del Bachillerato Internacional del IES Alfonso X el Sabio de Murcia
Los factores claves que motivan la elección del Bachillerato Internacional en España pueden ser muy diversos, como ocurre con todas las motivaciones humanas, pero creemos que, básicamente, se pueden destilar dos tipos:

a) Las de aquellos alumnos que necesitan la consecución del Diploma expedido por la IBO como vía de acceso a la Universidad, ya sea española o extranjera.

b) Las de aquellos que, pretendiendo acceder a la Universidad española por la vía normalizada de la Selectividad, cursan el programa de Diploma del BI como un estimulante modo de complementar el bachillerato nacional, hacer un mayor esfuerzo y posibilitar una mejor preparación académica.

La primera motivación predomina lógicamente en aquellos centros privados donde se imparte exclusivamente el programa de Diploma del BI, aunque, por supuesto, no es incompatible con la segunda motivación.

Los alumnos que pretenden utilizar dicho diploma como única vía de acceso a la Universidad, tropiezan con las dificultades propias del reconocimiento que le dan a ese título las administraciones educativas. Lo cierto es que el Ministerio de Educación no controla la emisión del diploma por parte de IBO y, aunque se trata de una fundación prestigiada a nivel mundial, no cabe duda que para un Estado no ofrece las mismas garantías que los títulos emitidos por otro Estado de la UE.

A pesar de ese problema, en los últimos años se han dictado resoluciones que permitían acceso directo a la Universidad española con el Diploma del BI, el cual debía ser verificado por la UNED, que emite una credencial con la calificación equivalente para competir en el acceso a titulaciones con límite de plazas. No obstante, hemos escuchado quejas sobre las dificultades a las que se enfrentan los que eligen esa vía: fechas muy ajustadas para cumplir los plazos de preinscripción en las universidades, perjuicio en la equivalencia de nota otorgada por la UNED, etc.

Sinceramente creemos que, en la mayoría de los cuarenta y cinco centros que impartimos actualmente en España el programa de Diploma del BI, tanto en lo referente al sentido que da el centro a esa oferta educativa como en la toma de decisión del alumnado que lo cursa, predomina la segunda de las motivaciones indicadas anteriormente.

Generalmente el alumnado que decide cursar el BI en los centros españoles, ya sea por iniciativa propia o de sus padres, lo hace por el deseo de conseguir una mejor preparación académica, con un mayor número de sesiones lectivas en determinadas asignaturas fundamentales, rodeado de compañeros todos motivados por el estudio, con un bachillerato en el que se hagan trabajos prácticos en todas las materias, con el servicio de evaluación que ofrece la IBO, aquilatado y engrasado durante más de cuarenta años, lo que supone un estímulo externo para los profesores y les hace "ponerse las pilas”. Además, tiene el aliciente añadido de poder optar al Diploma Internacional, aunque no vayan a usarlo para acceder a la universidad y sólo suponga un reto personal y satisfacción el conseguirlo.

La mayoría de los alumnos que eligen hacer el BI, como complemente del bachillerato nacional, no son excepcionales ni de altísimas capacidades, pero si tienen un perfil de madurez algo superior a la media y una capacidad de esfuerzo y trabajo también superior a la media. Deben de hacer una gran cantidad de trabajos, monografías, ensayos, informes de laboratorio, actividades CAS, etc., que sus compañeros del bachillerato ordinario no tienen que realizar, soportan un considerable mayor horario lectivo en el centro, a veces mayor exigencia en los exámenes… En definitiva, están motivados por aprender más y los profesores, por un efecto natural de reciprocidad, también nos motivamos más con ellos.

Las dificultades principales a las que nos enfrentamos los centros que ofertamos el Bachillerato Internacional con esta filosofía, resumida en la segunda de las motivaciones que dan título a este artículo, no provienen de conseguir el acceso directo a la Universidad, ya que todos los alumnos del BI se presentan a la Selectividad y la suelen superar sin problemas. Aunque dicho acceso directo no nos estorba y es un reconocimiento moral para el programa, nuestras dificultades principales provienen de la complicación que supone compaginar el currículo del bachillerato nacional con el del BI y el excesivo horario lectivo que esto lleva aparejado para los alumnos.

En algún cajón del Ministerio de Educación duerme un borrador de Real Decreto, que fue consensuado hace un par de años con una comisión delegada de los centros españoles que imparten el BI. En dicho borrador se establece un "currículo integrado” que resolvería gran parte de los problemas de compaginación con el currículo nacional, para que los alumnos puedan presentarse a la Selectividad, a la vez que optar al Diploma Internacional, sin aumentar de forma excesiva (como se hace ahora) su horario lectivo.

Desconocemos las razones por las que dicho Real Decreto aún no ha sido publicado en el BOE, pero cuando esto ocurra será un gran alivio para la mayoría de los centros que impartimos el BI en España. Quedará regularizado y asumido como un programa más, para un perfil de alumnos determinado, que enriquece la oferta educativa del bachillerato nacional sin que pretenda eludir los controles de equidad en el acceso a la Universidad pública.
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