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Competencias, Orientación y TIC

Artículo de opinión

  • 09/02/2009

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Màrius Martínez Muñoz. Profesor Titular de Orientación del Departament de Pedagogia Aplicada. Facultat de Ciències de l'Educació. Universitat Autònoma de Barcelona
Las denominadas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) configuran una oportunidad y a la vez un desafío para la Orientación. Más allá de su presencia y actualización en los centros educativos y en los hogares, las TIC impregnan la sociedad y configuran una nueva realidad que no podemos ignorar. En este artículo se consideran cuatro elementos de análisis sobre los grandes ámbitos competenciales que a mi modo de ver deben desarrollarse desde la orientación, ordenados en cierto modo según su complejidad, importancia y grado de finalidad. Cada ámbito se cierra con un conjunto de preguntas para la reflexión.

Recursos con soporte TIC para la orientación

El primer desafío para la orientación tiene que ver con la competencia de docentes, orientadores y orientadoras en relación al dominio y uso de las TIC para favorecer las acciones de orientación. La incorporación de recursos multimedia y de recursos de la red para favorecer las oportunidades de orientación es todavía un desafío, más allá de los recursos de que dispone los centros y de la incorporación real de dichos recursos a la actividad educativa ordinaria.

La utilización de la pizarra digital conectada a la red, o el uso ordinario de la tutoría virtual, los blogs y wikis para favorecer y enriquecer las oportunidades de aprendizaje y orientación y su deseable incorporación ordinaria en forma de recursos lo más invisibles posible en las dinámicas cotidianas constituyen el primer paso de la estrategia de los centros educativos para el desarrollo de la orientación en relación a las TIC.

La primera competencia es pues la del uso de dichas oportunidades, de manera integrada en su quehacer docente y educativo, por parte de los y las profesionales de la educación.

En relación a estas ideas cabe preguntarse sobre el grado de incorporación de las TIC como recurso cotidiano en el centro, tanto en el aula (recurso didáctico) como en la comunicación externa (recurso de soporte, de comunicación, seguimiento y orientación). ¿Qué actividades de orientación se ven optimizadas por el uso de las TIC? Adicionalmente: ¿qué programas o recursos utiliza el profesorado con asiduidad en el conjunto de asignaturas, como recurso pero también como contenido? ¿Todas las asignaturas relacionan sus contenidos y competencias con las TIC? Y finamente, ¿qué valoración hace el profesorado sobre la importancia de las TIC en las posibilidades de desarrollo del alumnado?

Conectividad - accesibilidad

Una segunda cuestión, ya referida al alumnado, tiene que ver con la conectividad y accesibilidad a los recursos que las TIC proporcionan. A nadie se le escapa ya que el alumnado, a diferencia del profesorado, es nativo digital. De todos modos, ello no implica necesariamente la competencia para acceder a los recursos directamente relacionados con la orientación. Igual que al hablar de la conectividad a las TIC en general, la conectividad a dichos recursos es sólo el primer paso en el desarrollo de competencias de orientación puesto que la conectividad no garantiza el proceso educativo que dichos recursos deben propiciar.

¿Qué recursos de las TIC utiliza el alumnado, además de aquellos que le permiten comunicarse con sus padres? ¿Qué posibilidades de uso cotidiano de las TIC tiene el alumnado en el centro educativo? ¿Y fuera del centro (en su casa)?

Selección y procesamiento

La tercera cuestión, de profundo calado, tiene que ver con la selección y procesamiento de la información. Garantizada la accesibilidad, la orientación tiene que ver con la transformación de la información en conocimiento y este es un proceso complejo en el que cada alumno debe ser capaz de seleccionar aquella información potencialmente útil y por lo tanto desestimar una gran cantidad de información que no es útil o productiva. Este proceso implica desarrollar criterios de valor a partir de los cuales discriminar. Se trata de aplicar criterios pero también de escoger rutas de acción que permitan optimizar la tarea de navegar y de manejar un número de recursos muy superior a los que uno puede trabajar. Este bloque competencial incluye el pensamiento crítico pero sobretodo su traducción en esquemas de trabajo que permitan establecer objetivos, prioridades, procesos de análisis y de toma de decisiones. En este bloque tiene pues especial importancia los procesos de procesamiento de la información y de toma de decisiones así como los de trabajo en red.

¿Las tareas asignadas al alumnado, contemplan un uso crítico y selectivo de las TIC, más allá de la búsqueda de información? ¿El uso de las TIC permite al alumnado tomar consciencia sobre su posición en el mundo y sobre el uso crítico y responsable de las TIC?

Conocimiento, autonomía y desarrollo

El bloque competencial anterior debe situarnos en condiciones de convertir la información en conocimiento (y por ello complementar la información y la comunicación con el aprendizaje y el conocimiento: de las TIC a las TAC). El conocimiento entendido como aquel repertorio de saberes, estrategias, valores y normas que forman parte de los recursos disponibles de cada persona para afrontar los desafíos de la vida cotidiana. Una utilización de los recursos de las TIC deberá optimizar, potenciar la transformación de la información útil, significativa, productiva, en conocimiento disponible para lograr mayores cotas de autonomía para funcionar en el mundo. En suma, para seguir creciendo y desarrollándose individual y colectivamente.

¿Se plantea la participación a través de dichas tecnologías? ¿Se promueve un uso creativo de dichos entornos y recursos? ¿La acción orientadora prescribe o va más allá sugiriendo posibilidades futuras de desarrollo?
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