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La escuela da clases analógicas para alumnos digitales

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Elisabet Marill Femenias. Directora General de Qualiteasy Internet Solutions S.L.
Actualmente todo el mundo habla de la revolución que las TIC pueden producir en el proceso de enseñanza aprendizaje y de la gran revolución que pueden suponer estas para las relaciones entre los docentes y los alumnos. También oímos hablar de comunidades educativas, de cómo las TIC permiten poden en marcha nuevos métodos pedagógicos y de las grandes oportunidades que las TIC abren en el ámbito educativo.

Leemos sobre personalización del aprendizaje, sobre la posibilidad de establecer niveles y modelos en función de estados madurativos, sobre estructuras mentales que aprenden mejor con visualizaciones graficas que con visualizaciones textuales….y nos hemos creído, porque nos lo repiten constantemente, que todo esto nos lo van a permitir las nuevas tecnologías. Pero como se dice en estos casos, las oportunidades son unas, pero las realidades otras muy distintas.

La realidad es que en la enseñanza reglada de nuestro país, en las escuelas donde formamos a nuestros hijos, las TIC parece que no sirven para cambiar ninguno de estos modelos que, por otro lado, estamos hartos de oír definir como obsoletos, anticuados y poco efectivos.

Hace poco, en el marco del ITWorldEdu 2008, un encuentro entre empresas TIC y Sector educativo, hicimos una especie de juego en el que los participantes debíamos identificarnos con una frase. La que yo escogí fue: "la escuela da clases analógicas para alumnos digitales”. Creo que esta frase resume muy bien lo que ocurre en nuestros centros educativos.

Tenemos hijos que actualmente manejan móviles, ordenadores, consolas, dispositivos usb, etc…con una facilidad increíble. Tenemos hijos que sabemos a qué estímulos reaccionan positivamente y ante los cuales no tienen ningún problema de aprendizaje, tenemos hijos que están acostumbrados a aprender usando formatos diferentes, que están acostumbrados a compartir conocimiento y experiencias en plataformas ubicadas en internet…pero estos mismos hijos, traspasan cada día las puertas de sus centros educativos con 5 o 6 kilos de libros cargados a la espalda, con las mismas libretas que se usaban hace 40 años, con una hora de tiempo a la semana para poder usar ordenadores en la clase de informática, con carpesanos en los que van a tener que tomar apuntes durante todas las horas de clase, y lo que es peor, hijos que piensan que todo lo que ocurre en sus escuelas tiene muy poco que ver con la vida que hay fuera.

Y no nos engañemos, tienen una gran parte de razón…

Las TIC han entrado en las escuelas agilizando la gestión académica, ayudándonos a gestionar procesos relacionados con la calidad y la homogeneización de los materiales para de aprendizaje, ayudando a que cierta parte del conocimiento de los docentes no se pierda y quede plasmado en Power Points que, con suerte, se colgaran en alguna plataforma a la que los alumnos, no tienen obligación de acceder…o que servirán para otros profesores cuando se incorporen a la docencia. En definitiva, han ayudado a que los centros educativos funcionen más organizados, con menos márgenes de error y con sistemas de gestión de ausencias, notas y notificaciones muchísimo más eficaces…Las TIC han conseguido que los centros educativos sean ya en algunos aspectos parecidos a las empresas y las tecnologías están facilitando y mejorando el trabajo a los propios empleados y a la organización…pero no a los "clientes”, es decir a los alumnos.

¿Qué ocurre con lo que es realmente importante en una escuela? ¿Qué ocurre con las clases? Pues ahí no ocurre nada nuevo… Clases magistrales, libros, apuntes, exámenes y trabajos para entregar… Los docentes, de forma aislada hacen alguna nueva experiencia con materiales digitales, encargan algún trabajo que requiere del uso de internet, escogen alguna editorial para sus materias que, como innovación, además del libro de texto adjunta un CD, pero no se consigue hacer nada que realmente cambie la forma de transmitir y recibir conocimiento. Como antaño, el 90% del éxito reside en la habilidad del profesor de cada materia y del interés que con su labia y trato personal sepa despertar en los alumnos.

Los docentes no están satisfechos porque no consiguen captar el interés de sus alumnos, porque tienen que prohibir el uso de los móviles, porque internet y las relaciones que se establecen fuera del ámbito escolar consideran que no siempre son adecuadas puesto que dificultan el aprendizaje, les hacen perder concentración y contribuyen a que no ejerciten habilidades como la lectura o la escritura.

Los alumnos no están satisfechos porque cada vez más ven las escuelas como islas fuera de la realidad que les envuelve. No usan tecnología, les obliga a mirar la realidad solo desde una dimensión, no trabaja los diferentes esquemas mentales de aprendizaje que tienen los alumnos, no trabaja formatos diferentes para esas diferentes estructuras mentales y para los diferentes grados de maduración…los uniformiza y los trata a todos por igual y la consecuencia es un alto índice de fracaso escolar, de fracaso por parte de aquellos a los que el sistema al uso no sirve para motivar, ni para captar su interés.

Los padres no están satisfechos, porque si su hijo tiene problemas de fracaso escolar no recibe respuestas ni soluciones alternativas al método tradicional y deben buscar ellos mismos soluciones fuera del ámbito escolar, porque nadie en el mismo se hace responsable del fracaso ni asume ninguna parte de la responsabilidad en el proceso, dando siempre por sentado que es el niño el que debe adaptarse al método y no el método al niño.

¿No deberíamos primar que los niños aprendan más que el cómo lo aprendan? ¿No deberíamos usar los nuevos formatos que nos ofrecen las nuevas tecnologías para acceder a estos niños inadaptados antes de apartarlos del sistema, solo porque con él no aprenden ni se motivan?

¿No será que estamos enfocando mal el problema y que con pequeños pasos anecdóticos y aislados no se llegará a ninguna revolución?

¿No será que como ocurre muchas veces, las innovaciones y los grandes cambios no pueden venir de dentro sino que deben venir de fuera, porque desde dentro ya se ha perdido toda perspectiva?

Creo que los entornos educativos deberían aplicarse el mensaje de aquel famoso eslogan publicitario que dice "piensa en verde”. Deberían pensar diferente…y nunca puedes pensar diferente si solo te planteas el siguiente paso como una pequeña mejora de lo que tienes y no pones en cuestión la validez del modelo actual. En este caso pensar en verde significa reinventar nuestro sistema y en este nuevo sistema las Tecnologías no serán una ayuda, un nuevo formato o un soporte…serán simplemente la base sobre la que se construya el nuevo modelo.
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