Encuentra tu curso ideal

9%

¿Qué quieres estudiar?

Aumentar el tiempo de educación física escolar es garantizar una educación integral de las personas

Artículo de opinión

La educación física es un medio pedagógico básico en la educación integral de niños y jóvenes que debe orientarse a la generación de hábitos saludables desde la infancia.


  • Valora

  • Deja tu comentario
Mar Ahicart. Coordinadora pedagógica de CET10/ esportilleure
En CET10 abogamos por los innumerables beneficios que la actividad física aporta al bienestar y la salud de las personas y por la gran importancia que la educación física, mucho más allá que la mera práctica de un deporte, tiene en la estabilidad emocional, socialización y integración de niños y jóvenes. Aspectos como la identificación corporal, el desarrollo de las capacidades psicomotrices, la expresión corporal, el trabajo de las capacidades condicionales, el juego y la higiene son los que se consiguen reforzar y aprender en esta materia. Nos referimos a aspectos que forman una base educativa fundamental que, como no se consiguen en otras horas lectivas, deberían primar, reforzarse y, por supuesto, mantenerse en un mínimo de tres horas semanales.

Actualmente, las últimas propuestas normativas reducen la asignación horaria mínima de la educación física y potencian la autonomía de los centros educativos para decidir la distribución de la carga horaria final de cada área. En este sentido, la petición de la Unión Europea es un avance y un reconocimiento a las actividades deportivas en el entorno escolar como consolidación de que el sistema educativo es el mejor espacio donde consolidar unos hábitos y valores saludables.

Tampoco cabe obviar que la salud de un niño no depende en exclusiva de una actividad física bien estructurada, programada y de ejecución eficiente, si no que debe complementarse con una alimentación sana y equilibrada y el objetivo de alcanzar una sociabilidad positiva, hábitos que también se refuerzan des del ámbito de la educación física.

No podemos olvidar que los 3 ámbitos en que cualquier niño o joven pasa la mayor parte de su tiempo son la escuela, la familia y el que conforman las actividades extraescolares. La complicidad de los dos primeros en la apuesta por defender el modelo propuesto en su esfera de responsabilidad y su implicación a la hora de pedir también su aplicación en las actividades extraescolares de carácter deportivo, permitirá que los beneficios previstos sean una realidad firme, consolidada y con perspectivas reales de permanencia.

Estas actividades no deben prescindir de su orientación lúdica, por ello es imprescindible que la actividad deportiva, principalmente la extraescolar, sea variada para permitirle conocer la enorme diversidad de prácticas deportivas existentes y permitir al niño escoger entre ellas la que más le motive, le divierta y atraiga. Sólo así haremos de la práctica deportiva una opción de ocio interesante a los ojos del niño respecto a las actualmente predominantes, mucho más sedentarias e individuales, como videojuegos, televisión o internet.

Apostar por este modelo, implica que su desarrollo y aplicación no se circunscriba en exclusiva a la infancia, pues todo hábito que nos aporta beneficios, especialmente en lo relativo a la salud, no debería abandonarse ni en la adolescencia ni en la edad adulta.
Deja tu comentario