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El futuro de la formación de los profesionales de la seguridad

Artículo de opinión

  • 04/07/2005

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Manuel García Menéndez, Director de Seguridad, Director del ISED-Instituto Superior de Estdudios de Baleares (Palma de Mallorca)
Nuestra sociedad asume el cambio social como algo inherente a su propia existencia. El problema radica en que los ritmos de cambio puedan ser absorbidos por el sistema de una forma natural sin que se resientan los fundamentos que hacen posible una evolución no traumática. Uno de esos fundamentos es la Seguridad.

La complejidad del mundo actual, derivada de una sociedad postindustrial que busca un modelo productivo basado en la información y la tecnología, hace necesario que los profesionales que gestionan situaciones de crisis que desestabilizan los ritmos de cambio social sepan afrontar ese reto de una forma adecuada, y eso solamente se consigue con una adecuada formación.

En España la formación en seguridad se estructura dentro del sistema educativo en diversos niveles. A nivel de formación profesional se están realizando los primeros pasos para la implantación de la titulación de Técnico en Seguridad. A nivel universitario se encuentran consolidadas las titulaciones de Criminología y diplomado en Ciencias Policiales y de la Seguridad en distintas universidades.

Desde el punto de vista de la formación privada, nos encontramos con un modelo muy avanzado en comparación con los países de nuestro entorno, ya que la formación del personal de seguridad privada en sus diversas variantes (vigilante de seguridad, escolta privado, vigilante de explosivos y sustancias peligrosas, guarda particular de campo, guarda de caza, guardapescas marítimo, jefe de seguridad y director de seguridad) se encuentra intervenida administrativamente por la Administración (Ministerio del Interior), que fiscaliza y controla la formación de estos profesionales mediante la impartición de los cursos de formación en centros homologados y la expedición de una autorización administrativa para cumplir sus funciones previa superación de unas pruebas que acrediten sus capacidades. A esto se añade la obligación de asistir a cursos de reciclaje con una periodicidad anual.

En la actualidad las necesidades que nuestra sociedad nos demanda en materia de seguridad obliga a formar a profesionales con un perfil que huye del viejo tópico represivo y se centra en una filosofía de servicio al ciudadano, implantándose en los programas formativos materias como: Derecho, Psicología, Sociología, Primeros Auxilios, Desarrollo Empresarial, etc.

Este planteamiento es precisamente el que hemos desarrollado en ISED para los cursos de nuestra nueva Área de Seguridad, que lanzamos como centro de formación pionero en el diseño formativo de nuevas profesiones.

En definitiva, el personal de seguridad debe adaptarse al cambio que estamos sufriendo mediante la formación, ya que es la única forma de afrontar los retos que nos plantea esta sociedad. Los cimientos están construidos. Ahora depende de nosotros coger ese tren o quedarnos rezagados en el desempeño de una función que nos hará crecer como profesionales y en consecuencia como personas.
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